«Something evil» el telefilme dirigido por Steven Spielberg en 1972 fue un auténtico banco de pruebas de lo que posteriormente llegó a ser «Poltergeist» en 1982
Steven Spielberg se forjó a fuego lento en el mundo catódico, ahí fue donde experimentó y realizó sus primeros trabajos, y lo más curioso es que en ellos se aprecia su marca de fábrica. Uno de ellos es “Something evil” que en español se tradujo como “Algo diabólico” y que se pudo ver en su momento en un pase televisivo en la segunda cadena dentro del programa “La clave” de José Luís Balbín.
Revolucionado el subgénero de las casas encantadas
La acción del telefilme como no puede ser de otra manera tiene lugar en la Costa Este de Estados Unidos, para más señas en el Estado de Pensilvanya. Como bien marca el género de las casas encantadas estas tienen que estar edificadas en Nueva Inglaterra. Hasta allí se trasladará la familia Worden integrada por la abnegada madre con aspiraciones artísticas, el padre que trabaja en el mundo del cine y sus dos hijos. Lo harán a pesar de las advertencias del guardés de la finca, Gehrmann. Siguiendo los cánones,los Worden invertirán hasta el último dólar en este nuevo hogar, que obviamente acabará convirtiéndose en su mayor pesadilla porque en el granero reside el diablo.
En “Algo diabólico” se aprecian todas las bases del género y su posterior deriva, se puede decir que es el primer punto de inflexión, porque fue Spielberg quien renovó por completo este subgénero de terror. El joven Spielberg lo toma como referente narrativo a Robert Mulligan y su inquietante “El otro” (1972). Todo ellos se aprecia en la economía de medios y el alto rendimiento que consigue con el uso del sonido del viento para crear un clima angustioso donde situar a los torturados personajes. Debemos remarcar cómo juega con el sonido en ese plano inicial con los ojos, el rumor del aire y la mítica frase “it shall be taken”. Sin olvidar los inquietantes lloros del niño que dirigen a Marjorie al granero en medio de la noche con ese viento intenso de fondo.
Las señas de identidad de Spielberg
Destacar también el uso de la simbología de los colores. En este caso atribuye el rojo a todo lo que tiene que ver con el diablo, de esta manera si seguís el código de color obtendréis muchas pistas durante el visionado, el espectador debe fijarse por ejemplo en la gorra, la pelota o la camiseta de Stevie, que es pelirrojo, la bata o el jersey de lana de Marjorie, la rebeca de Harry Lincoln, el jersey rojo del sobrino de Lincoln o la camisa de la actriz. El rojo en este caso es sinónimo de sangre y muerte como se aprecia en el momento del accidente de tráfico. Esta técnica la utilizaría posteriormente Night Shyamalan en “El sexto sentido”.
Otra seña de identidad de este realizador norteamericano es el montaje de muchos planos dentro de una misma secuencia, casi todos primero planos. Su record lo estableció en su anterior trabajo “El diablo sobre ruedas” donde llega a crear una secuencia con 120 planos. En este caso no llega a tanto pero no podemos dejar pasar la secuencia en ella que stevie golpea la pelota a medida que va rompiendo la cerámica. Es perfecto el uso del sonido y del montaje de primeros planos, le dota de mucha fuerza y ritmo a la secuencia.
El germen de los Fenómenos Extraños
Algo que el cinéfilo no debe perder de vista es que el guión de «Poltergeist» está basado en una historia ‘original’ de Steven Spielberg y lo desarrolló con Mark Victor y Michael Grais, que a su vez se encargarían de escribir la secuela. En cambio, el joven de Cincinnati no colaboró en esos menesteres en el caso de «Something evil», que es integramente obra de Robert Clouse («Operación dragón»). Si atendemos al argumento podemos sostener es muy delgada la línea que separa el concepto de copia del de readaptación o relectura. Lo que es obvio es que los nexos comunes son más que diversos a lo largo del metraje. Como por ejemplo que son un matrimonio normal hasta que van a la nueva casa, y será en ese momento cuando la mujer vea cosas raras y el marido no la crea, sufriendo una suerte de Sindrome de Casandra, porque ella sentirá que algo no va bien y que los niños están en peligro. Y sólo el experto en asuntos paranormales, en este caso será Harry Lincoln personaje interpretado por Ralph Bellamy, será quien la crea y le dé las pautas a seguir.
Desde el punto de vista de la narrativa este telefilme debe ser considerado el banco de pruebas o el germen de lo que sería en el futuro “Poltergeist” de Tobe Hooper (1982). Por ese motivo se quedó en las labores de producción y guión dejando la dirección en manos del creador de «La matanza de Texas«. La gran novedad de «Algo diabólico» es que dota de organicidad al espacio físico. Las casas encantadas están vivas realmente, poseen una marcada personalidad. Eso se aprecia en que todo lo que hay en su interior como los muebles, las cosas o los juguetes, que hasta este momento habían tenido otra utilidad dentro del genero, los pone a todos en movimiento. La función es dotarles de vida y aterrorizar a los personajes.
Al igual que en ambos casos hay dos detalles psicológicos que no podemos pasar por alto. El primero son las tortuosas relaciones paterno-filiales. Esos padres que son auténticos workaholics, y que lo único que quieren es ganar dinero para tener una familia ideal, cuando por el contrario, estos acaban alejándose de ellos. Y el segundo es el poder del amor, el amor conyugal y familiar por encima de todas las cosas. Este lo acabará inundando todo y por supuesto, será la clave para resolver la terrorífica situación.
Frases destacadas de “Algo diabólico”:
Evil: “It shall be taken”.
Gehrmann: “The land breathes like any man. And different, as one man is from another”.
Gehrmann: “That’s a pentacle to ward off evil”.
Gehrmann: “Well, it’s one thing to paint it on, it’s another thing to believe in it”.
Marjorie Worden: “I told you these people around here, they are very strange, you know”.
Marjorie Worden: “It’s all right Stevie. It’s just a dream”
Beth: “This is to ward off the demons of the Pennsylvania countryside”
Paul Worden: “He said we were marking the devil, especially you.”
Harry Lincoln: “I had a devil in the house once”.
Harry Lincoln: “If you believe in God, then you have to believe in the devil. They’re inseparable”.
Harry Lincoln: “Some places are evil. You can buy them, but you can’t always own them”.
Marjorie Worden:“I’ve got to destroy It before it destroys me”.