Ridley Soctt orquesta una de las mejores películas del género péplum en la que personajes y música ponen el broche de oro a un trabajo cuidado y grandilocuente.
En el año 2000 Ridley Scott nos descubría toda una joya, una película que sería aclamada tanto por el público como por la crítica, un espectáculo Hollywoodense que quedará, pasen los años que pasen, grabado en la retina de muchos. 5 Oscar cubrieron de gloria al director llevando a “Gladiator” a convertirse en la Mejor Película del año. Mejor Actor (Russel Crowe), Mejores Efectos Especiales, Mejor Sonido y Mejor Diseño de Vestuario completan la vitrina de estatuillas doradas.
“Gladiator” nos traslada a la Roma del año 180 D.C. Tras alzarse con la victoria sobre los bárbaros del norte, el anciano emperador Marco Aurelio (Richard Harris) decide, por su debilitado estado de salud, que es el momento de traspasar el mando, no sin antes, hacer balance de su reinado. Máximo (Russel Crowe) , general de sus ejércitos, es el mejor candidato para tal puesto, pero Cómodo (Joaquin Phoenix), hijo del emperador, tras enterarse de las intenciones de su padre determina asesinar a ambos para alzarse con el poder. Máximo, que logra escapar con vida, recorrerá un largo y duro camino en busca de justicia tras conocer la muerte de su familia.
La cinta se aleja de la veracidad histórica permitiéndose numerosas licencias. A pesar de esto, hace gala de un cine épico de romanos cargado de grandes pulsiones humanas: ambición, traición, pasión… sentimientos y puntadas que nos acercan ciertamente a la tragedia griega, mezcla que hace el deleite de esta espectadora.
Un papel decisivo
“Lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad” Una reflexión donde las haya, y así se lo hace saber Máximo a sus tropas antes de comenzar la batalla, sin duda uno de los mejores inicios de la historia del género péplum. Un combate encarnizado provisto de grandes dosis de sangre y efectos visuales, tándem que se repetirá con maestría en varias ocasiones a lo largo de las casi tres horas que dura el largometraje.
La calidad interpretativa es más que notoria, es más, resulta decisiva a la hora de encumbrar el filme. Russel Crowe brilla por su interpretación protagonista en la que aporta una dosis de humanismo, saber hacer y contención a partes iguales. Un general que siente, sufre y ama, pero sobre todo que ansía venganza. Joaquin Phoenix no se queda atrás en su papel de Cómodo, un pérfido y narcisista heredero, que interpreta con gran soltura. Próximo, interpretado por Oliver Reed resulta todo un acierto en su rol de traficante de esclavos capaz de recoger con gran maestría la dualidad de pensamientos e ideas a las que se ve sometido el personaje. Connie Nielsen completa este cuarteto de grandes actores en su trabajo como Lucila, una frágil mujer que se ve atrapada en una encrucijada capaz de distraer al espectador con sus idas y venidas.
La fotografía reluce en tierras germanas y en el norte de África. Quizás la pega que puede tener este proyecto es la falta de grandiosidad con la que se presenta la épica y colosal Roma, demasiado retoque digital diría yo de la localización más importante y que guarda la mayor carga de la película. Ésto y la llegada de Cómodo a su nuevo reino, que adolece de falta de color y gloria, son los únicos errores que caben resaltar.
Hay que destacar el trabajo hecho con la figura de Próximo que, tras el fallecimiento de Oliver Reed antes de que concluyese el rodaje, se salva su participación en la cinta dando un correcto final al personaje sin que se note la diferencia.
Un personaje más
Hans Zimmer pone la estocada de gloria al filme con su banda sonora. Acordes que llegan hasta nuestros días y que logran, cada vez que son escuchados, poner los pelos de punta y arrancar alguna que otra lagrimita. Una música que aporta a la cinta mayor profundidad, hermosura y sentimiento.
Escucharla en el cine es, sin duda, un regalo. El Soundtrack se convierte así en un personaje más que aporta, en cada fotograma, un cóctel de dinamismo, tensión y fuerza. El alemán, nominado al Oscar a Mejor Banda Sonora, no se alzó con este premio, pero sí se llevó un merecidísimo Globo de Oro por su trabajo.
Ridley Scott cierra este alarde pulsional con una batalla final digna de los mejores títulos de antaño dando tanto al protagonista como al espectador,que ha sufrido con Máximo, lo que desea, venganza. ¿Comercial? sí, pero ¿una buena película? también.
«Now we are free»
Frases destacadas de “Gladiator”
- Máximo: “Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad”
- Máximo: “El sudor de la tierra se limpia mejor que la sangre”
- Marco Aurelio a Máximo: “Tu eres el hijo que debí haber tenido”
- Marco Aurelio: “Tus defectos como hijo son mis fracasos como padre”
- Próximo: “Así como vuestra madre estuve presente en vuestro inicio, yo estaré presente en vuestro fin”
- Cómodo: “Espero que los súbitos leales no resulten demasiado caros”
- Lucila: “La grandeza es una imagen”
- Máximo: “Alcanzaré mi venganza en esta vida o en la otra”
- Lucila: “Vivo en una prisión de miedo y de temor desde aquel día”
- Próximo: “Los mortales somos sombras y cenizas”
- Máximo: “No nos ocurre nada que no estemos preparados para soportar”