Cruel como la vida a veces, «Oasis» de Lee Chang-dong es un drama romántico cargado de ilusión, surrealismo e insesibilidad humana. La belleza está en el corazón del que ama.
Moon So-ri, interpretación de Oscar
Con «Oasis» en 2002, su director, el coreano Lee Chang-dong, daba un golpe sobre la mesa mostrando al mundo una historia de amor tan alejada y diferente del resto que pudo haber caído en el mas estrepitoso ridículo pero que gracias a las brillantes interpretaciones de su dúo protagonista la han llevado no solo a ser la película con la que este director empezó a consagrarse mas allá de las fronteras asiáticas sino también a ser una joya admirada y recomendada por todos aquellos que han tenido el placer de verla. La película posee mas de una veintena de premios, 6 de ellos para Moon So-ri, la actriz principal. El argumento talmente parece sacado de un chiste de mal gusto; Jong-du (Sol Kyung-gu) tiene una leve discapacidad psíquica y la acción nos sitúa el día que sale de la cárcel por un «accidental» atropello y fuga. Debido al retraso que padece no se le ocurre otra cosa que ir a presentar disculpas a los hijos del señor que atropello, siendo expulsado literalmente al llegar por el hijo mayor. La hija, Gong-ju (Moon So-ri), es una joven con parálisis cerebral de la que Jong-du queda prendado nada mas verla. Gong-ju vive un apartamento de mala muerte cuidada por una vecina a la que tiene contratada su hermano. Inconscientes de lo que sucede fuera de sus mundos, tanto Gong-ju como Jong-du son usados por sus familias para su propio beneficio. Aun así, nada conseguirá que la ilusión y las ganas de vivir que ambos se han despertado mutuamente, cese nunca.
Todas las películas tienen algo, y aquí ese algo es la brutal actuación de Moon So-ri, que deja perplejo y enganchado literalmente a la pantalla al espectador. Puedes haber visto mil historias dramáticas de amor, otras mil sobre enfermedades que cuando llegue el momento en que descubráis el talento que emana esta actriz coreana para la ocasión tu mente grabara a fuego el nombre de esta película para siempre. No solo es capaz de hacerte dudar si realmente tiene esa parálisis sino que usando únicamente sus ojos conoceréis todos y cada uno de los sentimientos que recorren el cuerpo maltrecho de Gonj-ju. Impresionante. El impacto visual es de proporciones exageradas. El espectador se queda pausado, frunciendo el ceño mientras la duda antes citada llega…esta actuando o padece la enfermedad realmente? Una interpretación digna del mayor de los galardones a nivel mundial de esta industria, un trabajo digno de Oscar.
El surrealismo y la crueldad del ser humano
Lee Chang-dong instala humanidad en sus films con historias que a priori pueden parecer rocambolescas o imposibles de suceder pero que tratadas con el estilo real y natural que les imprime consigue hacerte creer lo increíble. «Oasis» tiene la magia de ponerte un nudo en el estomago en algunas escenas para en otras como el final incluso sacarte una sonrisa, que no carcajada, acompañada de pensamientos llenos de ilusión. Este fabuloso cuenta historias coreano tiene una breve pero corta filmografía, cuenta con 5 películas en su haber entre las que destacaría aparte de esta su mejor obra: «Peppermint Candy» anterior trabajo y primera vez que Moon So-ri y Sol Kyung-gu trabajaban juntos para Chang-dong y la maravillosa y sorprendente «Poetry«, último trabajo del cineasta y que humildemente recomiendo su visionado. Este drama romántico va un paso mas allá, no se centra en la desgracia de la enfermedad, no se abusa del gran trabajo de Moon So-ri, Chang-dong nos muestra en toda nuestra cara una bonita historia de amor que va de la mano con la crueldad y avaricia del ser humano, lo bajo que se puede llegar a caer incluso entre miembros de la propia familia. La película trata de ocultar en primera instancia hechos que a lo largo del metraje irán desgranando la personalidad de todos y cada uno de ellos. El descuido al que es sometida Gong-ju por parte de su hermano, la dejadez de la propia vecina contratada, el trato de violencia y desprecio que Jong-du sufre por su hermano mayor y por parte de su familia, todos estos hechos esconden un porqué, un motivo. La interpretación de Sol Kyung-gu es verdaderamente buena pero claro, que con Moon So-ri al lado y ese trabajo es difícil destacar pero aun así, Sol Kyung-gu, nos da un perfil de disminuido que hemos visto muchas otras veces, persona inestable pensamientos infantiles, tics, gestos que ponen al espectador nervioso sin saber cual sera el próximo movimiento, si sus intenciones respecto a la pobre Gonj-ju son buenas o no.
El director coreano supo mezclar en este film lo real con lo surrealista y nos regala escenas dignas de David Lynch, con impactos visuales muy fuertes que no pienso contar porque así es como impresiona de verdad; habrá muchos momentos que pensareis…»no va a hacer lo que creo va a hacer, no?», escenas donde el reflejo de un espejo se convierte en una paloma, gente que sale de un cuadro y se pone a bailar, un elefante, momentos que relajan al que los ve como relajan a Gonj-ju en la escena que Jong-du la saca en la terraza y esta se queda en la silla de ruedas mirando al cielo, ahí se siente viva, los rayos del sol reflejan en su cara y se relaja, se tranquiliza, se ilusiona, su mirada a cámara es brutal. Inconsciente de la enfermedad de su nueva amiga, Jong-du trata a la chica como a otra cualquiera, esto es lo que hace posible el amor entre estas dos personas, ella recibe el cariño y el amor de alguien que no tiene en cuenta su enfermedad, que la ilusiona, que la llama princesa, que cuida de ella, que no le da vergüenza llevarla al cumpleaños de su propia madre ante la indignación de todos, alguien que realmente esta enamorado de ella. El general y la princesa como se llaman mutuamente vivirán una breve pero intensa y bonita historia de amor hasta que las familias de ambos colisionen tras ocurrir lo inevitable. Este hecho sacara lo peor de todos elevando a los protagonistas a unos Romeo y Julieta actuales mientras los propios familiares pelean por ver quien es mas cruel y avaricioso. El final es una maravilla, emana ganas de vivir, de amar, ganas de sentirse querido con esa intensidad que ilusiona tanto. 130 minutos que pasan rápidamente sin necesidad de uno mas, perfecta, encantadora, sobrecogedora e ilusionante, «Oasis» es pura realidad con toques surrealistas donde la magia del amor lo puede todo.
Frases destacadas de “Oasis”:
Vecina: «Esta tarde voy a salir. ¿Te conformas con estas sobras?»
Gong-ju: «Tengo miedo.»
Jong-du: «De qué?»
Gong-ju: «De… la sombra.»
Jong-du: «Es un oasis. ¿Por qué tienes miedo? Sólo es la sombra de un árbol.»
Gong-ju: «Pero… da miedo.»
Jong-du: «No te preocupes, me ocuparé de ella.»
Gong-ju: «Cómo?»
Jong-du: «Con magia. Haré quedesaparezca con magia.»
Jong-du: «Te voy a contar el sueño que tuve anoche. Estaba en tu habitación, bailando con su alteza. Pero no estábamos solos. Había una india, un niño y unelefante…los del oasis. Ya sabes, el cuadro del oasis que tienes en la pared. Sólo fue un sueño…«