Mar. Mar 19th, 2024

Tras meses empachados de noticias de la pandemia, el documentalista Hernán Zin nos muestra por primera vez la cruda realidad que muchos han vivido.

Una imagen vale más que mil palabras. Y a pesar de todas las imágenes que han invadido los informativos durante el presente año y los millones de palabras que le han acompañado, no nos podemos ni imaginar, todos aquellos que por suerte la pandemia no nos a salpicado cerca, la realidad que acontecía. “Nuevo máximo de muertos diarios en la segunda ola”, “la curva se empieza a doblegar” o “la ocupación de las UCI están al 50%” son frases que han sonado ilustradas con imágenes de archivo de la puerta de un hospital, de un científico observando con asombro una placa de Petri o de un enfermero extrayendo una muestra nasal a un ciudadano. Los informativos han deshumanizado la cruda realidad escondiendo millares de historias terribles detrás de una cifra. Quizá por creer que no podríamos soportar la verdad. Quizá por evitar la histeria colectiva. Quizá para no perder audiencia sensible. Por todo ello, un documental como “2020” emerge como visionado obligatorio para hacerse una ligera idea de lo que miles de madrileños (y por extensión también españoles y el resto del planeta) han vivido y siguen viviendo.

El documentalista argentino Hernán Zin, nominado en dos ocasiones al Goya a Mejor Documental por “Nacido en Gaza” (2014) y “Nacido en Siria” (2016) cambia los conflictos armados por los sanitarios. Durante 4 meses entra allá donde ninguna cámara ha querido entrar para retratar aquello que los diarios han tapado, la parte humana detrás de esta hecatombe. En “2020” entramos en UCI saturadas, funerarias, cementerios, ambulancias, parque de bomberos, residencias, controles policiales… para ver el horror que ha desencadenado esta terrible pandemia.

Retrato de un horror

Habitualmente, el documental suele estar estructurado alrededor de una idea que se va desarrollando a lo largo del metraje haciendo inevitable ver en el montaje una intención manipuladora por parte del narrador que nos encamine hacia la conclusión a la que nos quiere llevar. Una estructura bastante clara y manida, sobre todo, por su infalibilidad. Sin embargo, Zin se arriesga rompiendo toda direccionalidad. “2020” es ante todo estática. Un retra de un momento determinado. No hay idea más allá de mostrar el lado humano de la pandemia a través de los testimonios de sus víctimas. “2020” es un collage de pesadillas servidas con una naturalidad aterradora mezclado con los testimonios de los verdaderos héroes que impiden que todo esto no sea peor de lo que ya es.

El filme rezuma crudeza por todos lados. Zin da voz a las víctimas y los visibiliza en una Madrid en estado de caos con una fealdad y desequilibrio formal que no hace más que apoyar el potente sentimiento de perplejidad y pavor que generan los testimonios plasmados. Todo ello fruto, de la inmediatez, de la inevitable involucración personal por parte del autor en algo que nos afecta a todos como individuos y como sociedad y de la urgencia de mostrar al mundo la realidad que estamos viviendo con el fin de concienciar. Porque uno no sabe lo que duele hasta que lo sufre, y “2020” es lo más cerca que vamos a estar de ese dolor si tenemos la suerte de sufrirlo en nuestras propias carnes o en la de alguien cercano.

Frases destacadas:

  • “Me pongo muy mal porque no llego a entender estas cosas. Y veo en la tele que la gente tampoco hacía mucho caso.”
  • “Caballero, se le va a dejar continuar, pero que no sirva de precedente.”
  • “Tu te piensas que estas curtido y no lo estás. Para esto no se prepara nadie.”

Tráiler de “2020”:

 

 

Por Pablo Lujan

Doctor en Biología Celular por la Universidad de Heidelberg. Compagino la ciencia con mi otra gran pasión: el Cine.

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