En un afán por innovar, con más o menos fortuna, la industria cinematográfica norteamericana no hace más que realizar híbridos mezclando géneros. Ruben Fleischer, al que todos recordaréis por la estupenda “Bienvenidos a Zombieland”, ha rescatado de “la lista negra de Hollywood”, o lo que es lo mismo los mejores guiones pendientes de producir, el escrito por Michael Diliberti titulado “30 minutos o menos”. El protagonista de esta película es Nick, un repartidor de pizzas, colisiona con los grandes planes de dos aspirantes a delincuentes. Esta pareja de perdedores secuestra a Nick y le ata una bomba de relojería al cuerpo, amenazando con hacerla explosionar si él se niega a atracar un banco. Con tan solo doce horas para hacer lo imposible, Nick pide ayuda a su amigo de toda la vida, Chet. Según pasan los segundos, Nick y Chet tendrán que lidiar con policías, asesinos a sueldo, lanzallamas, y su propio pasado.
Dileberti mezcla en su libreto acción y comedia quedando un largometraje entretenido, pero no redondo. La principal objeción viene derivada de la vertiente cómica. Las situaciones cómicas son más verbales que físicas, erigidas sobre la última tendencia o lo que es lo mismo, comedia poligonera en su más estricto sentido. Ahí es donde el actor Danny McBride, que le habéis visto recientemente en “Caballeros, princesas y otras bestias”, se mueve con soltura, se nota que está cómodo, pero si no te gusta ese sentido del humor te crujirán los tímpanos. No entiendo como no han explotado más el personaje de “el coronel” interpretado por el gran Fred Ward. Esa vertiente cómica entronca mejor con el desarrollo de la acción. Obviamente, eso hubiera restado protagonismo al de McBride. La verdad es que aparece en dos momentos cumbre y en cuanto desaparece le echas de menos.
Por el contrario, ese gran actor llamado Jesse Eisenberg está mejor en los gags derivados de la comedia física. Además, sobre él recae el núcleo duro de la acción. Es en esa vertiente donde radica lo mejor de la película, en esa carrera contra reloj por salvar el pellejo. Además, Fleischer rizando el rizo juega con la típica estructura de buddie movie y nos lleva directamente a los ochenta al realizar homenajes tan diversos como “Le llaman Bodhi ”, “Superdetective en Hollywood II” o “Arma letal”.
Tanto en lo narrativo como en lo formal, y deja su impronta también en la banda sonora, así sobre un score donde domina el rap o el techno, como por ejemplo el mix que hace Philip Steir Remix sobre el tema de Johnny Cash, un auténtico pelotazo que os acelerará a tope en las escenas de acción con coches. Sobre ese tono no se le ocurre una más brillante que hacer un homenaje e introduce el famoso tema musical Glenn Frey titulado “The heat is on” que aparecía también en la película de Eddie Murphy, quedando a mi gusto una auténtica salida de tono más que una reivindicación.
“The heat is on”- Glenn Frey
En términos generales podemos decir que esta película se deja ver pero que no esperéis mucho de ella. Que funciona mejor como producto de acción que como comedia, porque McBride es lo peor de la función, y lo que agradecí de veras al final del visionado es la carencia absoluta de moralina.
Frases destacadas de «30 minutos o menos»
- Travis: “Matar al coronel ¿no está mal?”
- Dwayne: “Son las nueve, tienes diez horas”
- Chet: “¿Qué hacen en ‘En tierra hostil’?”
- Nick: “¿Y si esta es la última pizza que entrego?”
- Chango: “¿Por qué la gente hace gilipolleces?”
Calificación: 5