Tobias Lindholm guionista de la serie Borgen o grandes películas de Thomas Vinterberg como La caza ha estrenado en EEUU su segundo trabajo titulado A Hijacking.
Este inquietante thriller nos cuenta como The Rozen, un barco de una compañía mercante danesa, es secuestrado en alta mar en el Océano Índico. Sus captores quieren 15 millones de dólares a cambio. Así da comienzo 134 angustiosos días en los que Peter C. Ludvigsen (Søren Malling) un alto ejecutivo de la compañía con ayuda de un experto (Gary Skjoldmose Porter) deberá enfrentarse a las familias de los miembros de la tripulación, a la prensa, a sus jefes que quieren resultados satisfactorios , y por supuesto a los secuestradores con los que deberá negociar para que le sea devuelta la tripulación con vida y el barco intacto.
La sobriedad de A Hijacking
En las noticias hemos escuchado como piratas somalíes perpetran semejantes hazañas contra barcos españoles. En este caso, Lindholm ha tomado como referente los procesos de los buques daneses Danica White y CEC Future, ocurridos en 2007 y 2008 respectivamente. El objetivo de este realizador y guionista danés es crear un thriller verosímil, con una historia simple y despojada de cualquier aditivo y edulcorante, con una puesta en escena sobria. Se puede permitir ese lujo porque crea un guión potente con sólo dos escenarios y muchas subtramas, que al final todas quedan resueltas. Algo que le chocará al espectador medio es que la narración carece de música que marque claras directrices de lo que debe sentir el espectador en cada momento. El score original sólo lo escuchará al principio, desaparecerá en el momento que tiene lugar el rapto y regresará una vez haya tenido lugar la catarsis final, eso no quita para que haya un momento en que se escuche música diegética, y es porque la están escuchando los captores. Esto da como resultado que el sonido y el silencio cobren una relevancia inusitada, generando momentos de gran fuerza.
Un secuestro al margen de Hollywood
Los arcos de los personajes son perfectos. Lindholm describe descarnadamente la evolución lógica de lo que debe sentir una persona en cautiverio físico, o intelectual, porque el alto ejecutivo no puede huir de la situación que está viviendo y que le agobia. Crea relaciones verosímiles entre los personajes, y les hace recitar líneas de diálogo coherentes. Obviamente, sus criaturas a lo largo del metraje no tendrán ningún momento heroico testoterónico al que nos tiene tan acostumbrado el cine de Hollywood. Eso es así porque la fuerza no reside en la pirotecnia habitual de este género, la encuentra en la concepción de una atmósfera claustrofóbica tanto en las oficinas de la naviera como en los camarotes del barco, no dando el menor respiro psicológico al espectador para mantenerle en una tensión constante. Remarcados por esos contraluces que dominan la dirección de fotografía.
El espectador asistirá en todo momento a una negociación intensa, realista y creíble, donde se verán expuestas las nuevas tendencias del gobierno de las empresas (liderazgo, trabajo en grupo, etc.). El poder de A Hijacking reside en la conjugación de las diversas subtramas y en la pertinencia de las respuestas del personaje principal (Peter Ludvigsen) ante los distintos estímulos a los que se verá expuesto a lo largo del metraje. Encontrando el verdadero motor de este drama en el valor de las cosas y, por extensión, de las vidas humanas.
Frases destacadas de A Hijacking:
Peter Ludvigsen: “The Rozen has no value to us”.
Peter Ludvigsen: “It’s my ship. It’s my crew. It’s my responsibility to bring back my men”
Connor Julian: “This is going to be a emotional rollercoaster”.
Omar: “I need money. I need my wife. I need my kids. Don’t complain to me, complain to your boss”.
Peter Ludvigsen: “Let’s do some serious business”.
Connor Julian: “Time is nothing to them”.
A mi me moló, pero me pareció un poco demasiado telefilm a veces. Aún así, se agradece el realismo con el que trata la película.
Si es brutal, y lo del aire de telefilm yo diría más aire documental ¿estás de acuerdo?
Sí, el estilo documental está, pero lo del telefim son algunas escenas y su tratamiento. Por ejemplo cómo está tratada la escena en la que la junta de accionistas (presupongo que son eso) de la empresa le dan un límite de negociación o el enfoque del prota respecto a su familia en alguna escena. Incluso en la «graciosa» escena de los cigarrillos, son escenas que están enfocadas un poco telefimicamente hablando (que aunque suena mal a veces es el mejor enfoque necesario para una peli, ojo, simplemente que a mi no me llega).
Ya, comprendo lo que quieres decir. No había caido en ello. Pero el film funciona muy bien.