Mar. Mar 19th, 2024
la directora: Naoko Yamada

Cinta de animación que trata el bullyng para abordar la redención y el esfuerzo por querer ser mejor persona

Basado en el manga homónimo de 2011 de Yoshitoki Ōima, la joven y más que prometedora cineasta Yaoko Yamada, adapta al anime de manera exquisita una conmovedora historia repleta de veracidad y emociones.  «A Silent Voice», no solo destaca por su espectacular apartado técnico, sino que envuelve y enamora al espectador a partir del poder evocador en el que sus diseños y personajes se enfrentan a las realidades más temibles que asolan la vida adolescente nipona. Y es que aunque otras cintas de animación japonesa ya han abordado la problemática del bullyng en las escuelas, como puede ser un ejemplo de ello la más que recomendable «Colorful» (2010) de Keiichi Hara, ninguna lo había propuesto como eje principal sobre el que se mueve el relato. Si bien es cierto que lejos del mundo del anime Tetsuya Nakashima nos sorprendió con «Confessions» (2010), la cinta que hoy nos atañe huye de metáforas hiperviolentas para centrarse en este asunto de una forma mucho más psicológica.

Tomodachi

Inciándose en el periodo de primaria, la cinta nos presenta a un niño ensimismado en su lucha contra el aburrimiento. Ignorado por sus profesores, encuentra en Shoko, la nueva alumna sorda de su clase, el blanco ya no de sus bromas, sino de un acoso intolerable cuyo fin tan solo se encuentra en las medidas tomadas por la madre de ésta. Momento crucial en el que, debido a la crueldad de sus fechorías, empieza a a ganarse la enemistad y antipatía del resto de compañeros. Algo que no es motivo para que esta niña deje de ofrecerle en todo momento una amistad que éste no entiende ni sabe aceptar.

A Silent Voice es una película de animación llena de fuerza y encanto

Seis años más tarde, atormentado por su pasado e incapaz de sentirse a gusto con sus compañeros de instituto, Ishida querrá enmendar el mal que ha infringido durante su infancia. Resulta acertada esta elipsis donde nos muestra la situación del protagonista del filme, pues irradia auténtica veracidad. Un ejemplo claro y sencillo de lo que ocurre en los institutos de todo el mundo, cuando los compañeros del abusador se percatan del comportamiento de éste, las distancias cada vez se hacen mayores, y la soledad interna de éste resultada cada vez más acentuada. No obstante, la película no se centra en el castigo natural al que se ve destinado Ishida, sino que su grandeza radica en la evolución psicológica y emocional de éste, lo cual es mucho más complejo y ambicioso que el realizar una simple historieta moralizante donde se señala y condena al abusón. Porque el filme de Yamada cree en la redención, y en la capacidad inherente del ser humano por superarse a si mismo desde lo más hondo de sus ser. Los sentimientos abarcados van de la culpa al sucidio, pero también sucumeben a la amistad y el amor. La idea de perdón se formaliza en todos sus matices, desde el punto de vista familiar hasta el propio. Y es que en última instancia, el filme aboga por la necesidad personal de sentirse a gusto con uno mismo, condición indispensable para poder sumarse con éxito a una sociedad y dar  lo mejor de sí con el resto de seres humanos. Una cinta que en definitiva nos invita a reflexionar sobre nuestras decisiones pasadas, nuestra postura presente y los mecanismos que están a nuestro alcance con tal de convertirnos en mejores personas.

Frases destacadas:

  • «Lo siento»
  • «Nunca me he disculpado por lo que te hice»
  • «Creí que éramos amigos»
  • «Hasta un monstruo puede tener corazón»

Tráiler de «A Silent Voice»:

 

Por Luis Suñer

Graduado en Humanidades, crítico de cine y muerto de hambre en general.

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