La guerra de Secesión estadounidense ha sido tratada en infinidad de películas y series de televisión, algunos casos llegando a ser míticos ejemplos como “Norte y sur” o “Lo que el viento se llevó”. También hay cineastas como Kevin Willmott que se han atrevido a realizar una ucronía y nos plantea como sería el mundo actual sí hubieran ganado los confederados, como en el documental “C.S.A: The Confederate States of America”. Y si hablamos de la figura del presidente Abraham Lincoln las dramatizaciones de su vida y asesinato son de lo más variadas, llegando haber como unas doscientas obras entre cine y televisión. Lo que a uno le llama la atención es la aproximación que platea el guionista y novelista Seth Grahame-Smith, es que el presidente más famoso de la historia de los Estados Unidos es un cazador de vampiros, elevándole a la categoría de primer superhéroe con hacha en ristre. Semejante proyecto sólo podía estar avalado por dos cineastas capaces de hacer realidad esta enorme fantasía, hablamos del norteamericano Tim Burton y del ruso, Timur Bekmambetov, que parece estar ganando puntos de cara a obtener la Green Card.
Que el cine es capaz de rescribir la historia es un hecho y este peliagudo tema ha sido tratado en infinidad de libros y tesis de Ciencias de la Información. A nadie se le escapa a estas alturas que la Guerra del Norte contra el Sur fue un conflicto económico en el que chocaban de lleno dos formas de ver la economía, el norte eminentemente industrializado mientras que el Sur era más rural, y su economía se basaba en la agricultura. A día de hoy la propaganda de integración en Estados Unidos es tan potente que por ese motivo no se concibe que nadie no se sepa el himno o que no se cuadre ante las barras y las estrellas. Eso es porque las diferencias culturales todavía existen. De ahí que al visionar el trabajo de Timur Bekmambetov se aprecien visos de esa propaganda integradora aunque posea un cariz un tanto estrambótico, porque mezclar elementos familiares con un poco de fantasía, terror, acción y unas cuantas pincelas de elementos históricos, pues como mínimo lo podemos catalogar de extraño cocktail.
Hay que reconocer que Abraham Lincoln: Cazador de vapiros digestiva es, y que a los puristas de la historia les pondrá los pelos de punta y harán que salgan espantados del cine también, pero no nos engañemos porque como vehículo de diversión y entretenimiento funciona. Puede que sea por varios motivos. En primer lugar unos cuidados efectos especiales, obra de Matt Kutcher, sumado a la labor de maquillaje de Trent Cotner ayudado por Shawn Barnett y los compañeros de Weta Digital que han creado unos vampiros de aspecto terrorífico y no como los blanditos, estomagantes y pálidos amigos crepusculares, puede ser considerado por los amantes del género como toda una plusvalía. Encima esos ambientes lúgubres que crea el director de fotografía Caleb Deschanel, hacen que el espectador se meta de lleno en la trama, y finalmente las correctas coreografías de lucha creadas por Tsay Igor, que ya trabajó con Timur en “Guardianes del día”. Con todos estos elementos es imposible aburrirse.
Otra cosa son algunos aspectos de la trama sean muy arquetípicos de este tipo de aventuras cinematográficas, pero se verá compensado por un poderoso estilo visual del realizador ruso, que a los más puristas podrá llegar a estomagar, como por ejemplo el excesivo uso de cámara lenta y sus constantes cambios de ángulo carentes del menor significado simbólico. Si quitamos todas estas asperezas, tal y como habéis hecho con «Prometheus», el espectador medio pasará un rato entretenido en la sala visionado esta ucrónica visión fantástica de Lincoln.
Frases destacadas:
Abraham Lincoln: Había matado a un monstruo y volvería a matar, pero ninguna de esas muertes me haría olvidar.
Abraham Lincoln: ¿Quiere saber que hago todas las noches Sra Todd? Todas las noches salgo a cazar vampiros.
Señora Todd: Buena caza.
Adam: Todos somos esclavos de algo.
Jack Barts: Hay otras formas de cobrar las deudas
Thomas Lincoln: Prométeme que no harás ninguna tontería.
Adam: Manda otra cosecha al sur que hay muchas bocas que alimentar.
Henry Sturges: El verdadero poder no viene del odio sino de la verdad.
Calificación: 5
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Puffff
Verdaderamente tonta, pero no esperaba otra cosa.