La novela de Julia Franck queda plasmada en la gran pantalla en una película en la que destaca una magnífica Jordis Triebel.
Buscando una nueva vida
Debido a la gran diferencia de las condiciones de vida que había entre la República Federal Alemana (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA), muchas personas iniciaron el tránsito de la Alemania Democrática a la Federal. Nelly Senf (Jordis Triebel), es una de ellas. Debido a la muerte de su marido Vassilij tres años atrás, decide dejar esa vida atrás yéndose a la RFA con su hijo Alexej (Tristan Gobel) buscando empezar una nueva vida. Sin embargo, lo que al principio son buenas esperanzas se convierten en pesadilla cuando Nelly es presionada por los servicios secretos por un suceso que cambiará su vida.
Entre el amor y el odio
Todo este panorama cambia debido a que los servicios secretos aliados le cuentan a Nelly que Vassilij puede estar vivo. Se muestra con total fidelidad la presión de los espías para que descubra la verdad, llegando a recordarle a veces a la Stasi. Ese tira y afloja provoca que la relación entre ambos sea amor-odio, una montaña rusa en la que no sabes si confiar o no en ellos. Todo esto sucede en un panorama en el que madre e hijo tienen que empezar de cero en un país desconocido para ellos, y con un ambiente que llega a la hostilidad. El hecho de andar protegiendo a su hijo de esta manera recuerda a “La vida es bella” (Roberto Benigni, 1997)
A todo esto hay que sumar la relación de Nelly con Hans (Alexander Scheer), un hombre misterioso que entra en la vida de ambos y que incide en la vida de madre e hijo de una manera que tiene un papel clave en el largometraje. Todo esto llega a un punto en el que nada es lo que parece. El filme refleja los hechos del libro “Lagerfeuer” (Zona de tránsito), de Julia Franck
Diversos galardones merecidos
Puede que el nombre de Jordis Triebel resulte desconocido fuera de Alemania, pero aseguramos que después de verla en “Al otro lado del muro”, su nombre empezará a ser mucho más conocido. Su interpretación es magnífica, rozando la perfección. El mérito es mayor porque su personaje requiere de un nivel muy alto debido a los matices que tiene su personaje. No en vano, Triebel ha sido premiada en varios festivales de cine por este papel. Igualmente, Alexander Scheer realiza un gran trabajo desarrollando un personaje complicado, aunque no es tan bueno como el de la actriz alemana. Nos gustaría hacer mención a la actuación del joven Tristan Gobel, quien a pesar de su corta edad consigue meterse en su papel de una manera bastante convincente.
Obviamente, para que el resultado sea satisfactorio se precisa de un buen director, y Christian Schwochow cumple con los requisitos. Schwochow, que ya destacó por “Novemberkind” o “Die Unsichtbare”, vuelve a realizar una gran labor de dirección al sacar adelante un filme tan complejo como éste. El único inconveniente que le encontramos “Al otro lado del muro” tiene que ver con el montaje porque posee algún problema puntual de ritmo, pero que no afea el resultado final. Hay que mencionar también que el largometraje de Schwochow ha sido premiado a la mejor película en el festival de cine de Montreal de 2013.
“Al otro lado del muro” es sin duda una gran película, que a pesar de su complejidad argumental posee un gran dinamismo narrativo y además, cuenta con un reparto excelente que hace que la historia sea creíble en todo momento. Es totalmente recomendable para aquellos fans del cine alemán, pero cualquier persona debería acercarse al cine para poder disfrutar de esta obra.
Frases destacadas de “Al otro lado del muro”:
- Alexej: “Gerd Decker es mi nuevo papá”
- Nelly: “Por preguntas rutinarias atacan, revientan todo”
- Nelly: “Cada uno tiene sus heroicidades”
- Nelly: “¿Has pensado en volver?”
- Hans: “Cada día. Qué haría allí”
- Hans: “¿Sales tonto del este?”
- Nelly: “Al venir aquí, solo quería olvidar. Pero no podré hacerlo hasta que se aclare todo”