Mar. Mar 19th, 2024

Llega a las pantallas lo nuevo de James Cameron, esta vez como productor y guionista. La famosa adaptación de un manga.

Tras una década sin dirigir ningún largometraje de ficción, más concretamente desde el estreno de “Titanic” en 1997, James Cameron volvía con el anuncio de encargarse de dos proyectos, siendo uno de ellos su ambiciosa Avatar (2009), y el otro una adaptación del manga Battle Angel Alita. Tras el tremendo éxito de «Avatar», James Cameron se ha centrado en los últimos diez años a planear numerosas secuelas que aún no han visto la luz, dejando durante un tiempo de lado la ansiada adaptación hasta que finalmente decidió ponerla en marcha, ocupándose de la producción y el guion. Eso sí, ha tenido que dejar la silla de dirección, en este caso a un experto en el manejo de la abundancia de efectos visuales como es Robert Rodríguez, como en “Sin City” (2005) o cualquiera de sus infames películas infantiles.

Impresionante despliegue visual

Con estos dos nombres detrás, “Alita: Ángel de combate” (2019), muestra un despliegue visual impresionante. Nos sitúa en un mundo ciberpunk recargado, de ahí su herencia japonesa y alejado de la pesadumbre tradicional del género en occidente, retratado con gran calidad visual y detalle y con unas espectaculares escenas de acción. Y no solo eso, sino que también resulta encomiable el trabajo con la protagonista, totalmente recreada en CGI no sin cierta polémica tras los primeros avances por sus enormes ojos estilo manga. En la película, funciona a la perfección mostrando todas sus emociones al lado del resto del reparto real sin que desentone lo más mínimo. Cameron siempre ha sido un apasionado de las nuevas tecnologías y de llevarlas al límite y aquí él y su equipo aplican los conocimientos que ha adquirido a lo largo de los años rozando un gran nivel.

 

No todo funciona igual

Tal vez el problema sea que, una vez decidido que no se iba a encargar de realizar él mismo, Cameron se haya dedicado a perfeccionar dichas herramientas visuales antes que a hacer una verdadera gran película. Porque si bien es cierto que la cinta resulta lo bastante divertida como para que sus dos horas pasen rápidamente, también es cierto que al guion le falta una dosis de coherencia. Probablemente provocado también por la reverencia que le tienen al anime, Cameron (junto a Laeta Kalogridis) ha escrito un libreto en el que se acumulan los acontecimientos saltando a subtramas o a arcos que no tienen demasiada cohesión con la situación de la trama central en ese momento, como si no hubieran querido dejarse fuera nada de lo contado en primera parte de la obra de Yukiko Kishiro, pero resintiendo así la coherencia narrativa.

No es este el caso más grave que hemos visto en los últimos años y, como ya hemos dicho, la película se ve con agrado a pesar de esto que además trae a su vez otros inconvenientes, como por ejemplo la descripción de personajes. Si bien Rosa Salazar tras el CGI de Alita posee el carisma suficiente para ser la absoluta protagonista de la película, el resto de los personajes como esa figura paterna encarnada por Christoph Waltz o Keean Johnson como el interés romántico quedan en un plano algo soso. Peor parados salen los villanos, resultando realmente triste ver como dos actores tan enormes como Jennifer Connelly y el muy en alza Mahershala Ali (uno de los mejores intérpretes en la actualidad) se vean relegados a papeles tan mínimos, planos y carentes de desarrollo.

Así pues, llegamos al final de una película cuya historia de trasfondo y continuidad quedan supeditadas a una secuela, cameo sorpresa incluido. Dependemos pues del éxito para ver una película de gran diseño visual, lo bastante divertida como para no arrepentirse de pagar entrada pero que al final se queda muy lejos de lo que podría haber sido, colocándose en un terreno de nadie en el que no se la reconoce ni como una película de James Cameron, al que se le presupone un gran nivel de calidad en su cine, ni como una de Robert Rodríguez, que aquí se encuentra atado ante el productor y el abultado presupuesto de 200 millones de dólares. También se puede asegurar que nos encontramos ante una de las mejores adaptaciones de un manga en Hollywood, lo que más que un halago a la cinta, debería ser una mirada de atención al resto de propuestas de este mismo campo.

Frases de la película

  • «Eres la persona más humana que jamás haya conocido.»
  • «Por eso, jamás te pondrás ese traje.»

Trailer de «Alita: Ángel de combate»

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