David Beriain firma el documental “Amazonas, el camino de la cocaína” donde desmenuza el narcotráfico amazónico con un enorme trabajo informativo.
¿Qué hay detrás del negocio de la cocaína? ¿Cuántas personas están implicadas en su proceso? David Beriain nos cuenta el proceso que comienza en un pueblo recóndito de Perú donde se cultiva la hoja de coca y se procesa, hasta su transporte a Bolivia y su posterior venta en Brasil, país líder en consumo de cocaína. Una enorme cadena que abarca a cultivadores, distribuidores, químicos, sicarios, narcopilotos y capos involucrados en el narcotráfico.
Los alrededores de la cocaína
Cuando se habla de narcotráfico pensamos en lo peor del ser humano: asesinatos, extorsión, sobornos y todo tipo de vejaciones que surgen con el único fin de adquirir la mayor cantidad de dinero posible. El documental “Amazonas, el camino de la cocaína” habla de ese lado más conocido del narcotráfico, pero también de todas las personas implicadas en el proceso que abarca desde la plantación de la hoja de la cocaína, hasta que se vende a un cliente una vez procesada. ¿Son muchos los pasos y las personas implicadas que hay entre medias? Por poner un ejemplo, decir que hay pueblos enteros situados en zonas amazónicas de Perú que subsisten gracias a los ingresos que les proporciona la venta de la hoja de coca. De lo contrario, estarían muertos. Por tanto, son miles las personas que, directa o indirectamente, tienen relación con la cocaína. Y todas dependen de ella para comer y dormir. “Amazonas, el camino de la cocaína” hace un esfuerzo titánico por dar a conocer las razones por las cuales esas personas se dedican en mayor o menor medida a amparar la existencia del narcotráfico y el consumo de droga en el mundo.
Nos han educado para rechazar sistemáticamente cualquier acercamiento a la legalización de las drogas. Hemos aprendido que hay que aplicar la tolerancia cero para este turbio asunto que mata a millones de personas. Pero, ¿nos hemos planteado alguna vez el gran número de personas que están detrás de la cocaína? No solo el narco sin escrúpulos; también los campesinos, los “químicos” o incluso la policía. Hasta existe una población que pudo defenderse de los terroristas de Sendero Luminoso gracias al dinero que les aportó la venta de la hoja de coca. Resulta paradójico que la droga, además de matar, también salve vidas, sustentando a ciudadanos abandonados por su propio estado. Tolerancia cero con el narcotráfico, sí, pero no hay que olvidar que las instituciones, las organizaciones mundiales y los consumidores tiene parte de responsabilidad en este asunto. «Amazonas, el camino de la cocaína», trata de dar una visión humana dentro de un mundo decrépito.
Realización televisiva
“Amazonas, el camino de la cocaína” es un documental que aporta valiosa información. Los encargados de realizarlo, con el periodista David Beriain a la cabeza, arriesgan su vida en numerosas ocasiones para contar el recorrido de la cocaína desde Perú hasta Brasil, desde su origen hasta su final, y de su mano conoceremos a personas implicadas en el negocio que cuentan las razones personales por los cuales se dedican al mercado ilegal: un agricultor que cultiva la hoja de coca, un “pisador” que cuida la sustancia meando sobre ella para darle sabor, un químico que procesa la hoja añadiendo lejía, unos transportistas que atraviesan a pie cientos de kilómetros jugándose la vida por miedo a ser asaltados, unos sicarios que saldan deudas, unos cuerpos especiales que combaten al narcotráfico en Bolivia y unos narcotraficantes que venden al consumidor en el último paso de la cadena.
El contrapunto negativo de “Amazonas, el camino de la cocaína” está en su narración televisiva. David Beriain, pese a hacer un heroico esfuerzo por contar todos los detalles del recorrido de la cocaína, peca de vanidoso al estar omnipresente en la mayor parte de los planos (al estilo Jon Sistiaga). Y no sólo eso; también su voz en off resuena constantemente a lo largo de los noventa minutos que dura el documental, explicando de más determinadas situaciones y añadiendo dramatismo utilizando un forzado y pomposo tono de voz. Una técnica más habitual en ejercicios televisivos como “Equipo de investigación” o “Callejeros” que en documentales que exprimen el lenguaje cinematográfico confiando en el intelecto del espectador para generar sus propias ideas y conclusiones.
“Amazonas, el camino de la cocaína” es ejemplar por la información que aporta. Sus esfuerzos por dar a conocer los motivos de las personas que hay detrás del negocio de la droga son intachables. La visión que transmite este documental logra acabar con ciertos estereotipos que planean alrededor de los tentáculos del narcotráfico. Sin embargo, el lenguaje cinematográfico brilla por su ausencia en “Amazonas, el camino de la cocaína”, acercándose más a la narración de fácil consumo característica del mundo televisivo.
Frases destacadas de «Amazonas, el camino de la cocaína»:
- Cuidador de la coca: «El piche no va a salir. ¿Alguien para orinar por ahí? «
- Caín: «Van a pensar mal de mi. Pero al gente de acá del Brae vive de la coca. Si no hay coca, no hay vida»
- Cultivador: «Esta hoja sagrada tiene catorce componentes. Y de esos catorce solo hay uno alcaloide. O sea, la droga. Trece son proteínico y vitamínico. Alimento para el hombre.»
- Cultivador: «Nosotros sembramos coca, pero no por el narcotráfico. Es para sobrevivir. Es para poder mantener a mis hijos. Yo tengo cuatro hijos. Una hija que está fuera del país se fue. Se fue porque me dijo un día: «Tú no me vas a poder mantener». Y no pude decirla que no».
- Cultivador: «La coca para nosotros es nuestra vida. Porque educamos a nuestros hijos. Nos vestimos y comemos con la coca».
- Sicario: «¿Qué harías tú si quisieras volver, si quisieras tomar esa vida anterior y quisieras volver a ser la persona de antes, pero no puedes. ¿Tú qué harías?»
- Sicario: «Lujo, adrenalina…uno se acostumbra a esa vida. Ya no te importa si uno muere a su lado. Se te vuelve el corazón de piedra.»