Mar. Mar 19th, 2024

James DeMonaco regresa con una nueva entrega de «The Purge», esta vez con un espíritu serie B delicioso y con todo lo que debería haber tenido la primera parte.


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La notable decepción que supuso la primera entrega de The Purge (2013) estuvo principalmente provocada por la desafortunada forma en la que su director, James DeMonaco, desaprovechaba por completo una de las premisas más potencialmente atractivas con las que ha contado el cine de género durante los últimos años. La idea de unos Estados Unidos administrados bajo el yugo de un gobierno digno de la más terrible de las anti-utopías en la que durante una noche al año el crimen no está penado por la justicia, terminó sufriendo las idas y venidas de una dirección que se alimentó de —demasiados— clichés, maniqueísmo y cierta pomposidad para contar una historia vista mil y una veces que dejaba en un muy segundo plano una, a priori, interesantísima propuesta argumental.

Vistos los notorios resultados que obtuvo el filme en taquilla —más destacables aún si tenemos en cuenta su reducido presupuesto—, una secuela se antojaba inevitable, así que DeMonaco y su equipo se pusieron manos a la obra para, de forma un tanto precipitada —cuestión de meses—, buscar redención y sacarse de la manga  “The Purge: Anarchy” —aquí titulada “Anarchy: La noche de las bestias”—: una segunda parte destinada a enmendar los numerosos errores de la primera y que, al fin, nos deja asistir en primera línea a la noche de la Purga anual.

El necesario —y algo rutinario— primer acto de la cinta sirve no sólo para presentar al grupo de personajes predestinados a cruzar sus caminos durante la noche de marras y para ir caldeando progresivamente el ambiente, incrementando la tensión hasta el inicio de la Purga. Desde su arranque, “Anarchy” pone las cartas sobre la mesa, descubriendo un considerable lavado de cara respecto a la primera parte que implica, entre otras cosas, haber dejado atrás las ínfulas de la original para pasar a ofrecer un digno entretenimiento con ese particular y genial espíritu de las cintas de acción de Serie B de los ochenta.

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Atendiendo a la trayectoria de DeMonaco —escritor del remake de “Asalto al Distrito 13” (Jean-François Richet, 2005)—, no es de extrañar que la alargada sombra de ese genio llamado John Carpenter se proyecte sobre la nueva “The Purge”. Desde la decisión obligar a cooperar a un grupo de supervivientes ligeramente disfuncional, hasta el personaje principal, a medio camino entre Snake Plisken y El Castigador —gabardina inclusive— interpretado por un Frank Grillo en su salsa, todo queda impregnado del sello estilístico del que gozaban las cintas más enfocadas a la acción del realizador de La Cosa (1982), lo cual es signo de que, al menos, “Anarchy” tiene su encanto pese a no ser un filme brillante en absoluto.

La decisión de abandonar el concepto de botteled movie del anterior largo y trasladar la acción a las calles, reafirma la sensación de “mejor y más grande” que transmite este nuevo capítulo. Ahora el campo de batalla no se limita a una casa, sino toda una ciudad, lo cual se traduce en poder gozar de la Purga en todo su esplendor. Callejones, avenidas, e incluso el metro se convierten en el escenario perfecto para retratar las oleadas de violencia y destrucción que civiles enajenados, patriotas exaltados y bandas callejeras al más puro estilo “The Warriors” (Walter Hill, 1978) —cinta de la que también bebe lo nuevo de DeMonaco— llevan a cabo. Además, el ácido mensaje socio-político y la lucha de clases cobran mayor importancia que en el primer episodio de la franquicia, exponiendo el tema con bastante más cerebro y con —sólo un poco— menos maniqueísmo, lo cual enriquece el conjunto del filme.

“The Purge: Anarchy” es la evolución lógica que debía tomar esta saga —¿acaso alguien duda de que habrá tercera parte si esta secuela triunfa en taquilla?— si tenía intención de levantar el vuelo. Obviamente no es una cinta sobresaliente, ni siquiera notable, pero su atractivo planteamiento, su capacidad para entretener, y su naturaleza de filme de Serie B consciente de si mismo, hacen que el cóctel de violencia, acción, y un poquito de mensaje mínimamente inteligente sea el refrigerio perfecto para pasar un buen rato durante una de estas calurosas noches de verano. Se consume rápido, se disfruta, y deja un buen sabor de boca que, por desgracia, no perdura demasiado tiempo en el paladar.

Frases destacadas.

  • Periodista informativos: «Si no van a participar, les recomendamos abandonar las calles lo antes posible. Muy pronto estallará una guerra.»
  • Megafonía: «Este es el inicio de la purga anual. Cuando suene la sirena, cualquier delito, incluido el asesinato, será legal. Todos los servicios de emergencia quedarán suspendidos. El gobierno les da las gracias por su participación.»
  • Big Daddy: «Esta es la noche de la catarsis. América, una nación renacida».

Por Víctor López G.

Sociópata altamente funcional. Ex-gordo. Ex-ESCAC. Superhéroe a tiempo parcial y cinéfilo a tiempo completo

Un comentario en ««Anarchy: La noche de las bestias»: A la segunda va la vencida»

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