Ethan Hawke nos demuestra que posee una gran sensibilidad como narrador, y que posee una gran pasión por su tierra, la austera Texas.
La historia de una leyenda de la música Country
En su tercer largometraje como director, Ethan Hawke sigue explorando el mundo de la canción y sus procesos creativos. En este caso, en lugar de adaptar una novela propia como ocurría en “The Hottest State”, adapta el libro «Living in the Woods in a Tree: Remembering Blaze Foley», escrito por Sybil Rosen, esposa de Blaze Foley, la desconocida leyenda de la música del movimiento Texas Outlaw Music. El filme arranca en el momento en que Sybil y Blaze se conocen y viven en una cabaña en el bosque. Son sumamente felices. Están entregados a sus pasiones: la música, la actuación, el amor y la amistad. Poco a poco, Blaze se irá forjando una reputación local, y es cuando Sybil se hace consciente de su enorme potencial y tienen que decidir entre ser cabeza de ratón o cola de león. Ella lo tiene claro y le incita a dejar atrás su feliz vida en el bosque para adentrarse en el áspero y duro mundo de la ciudad y la industria discográfica.
Argumentalmente, el espectador se encontrará con un melancólico drama sobre el cantautor estadounidense y su romance con Sybil Rosen. Astutamente, Hawke se deja llevar por la potencia de las canciones y rehúye de ir al degüello del espectador. El actor y director opta por la sutileza, en lugar de apostar por la lágrima fácil. La película se sustenta en varias líneas argumentales. La principal está protagonizada por Townes Van Zandt y Zee, compañeros del cantante. Ambos rememoran en una entrevista en una emisora de radio cómo se conocieron y el asesinato por defender a un amigo en una reyerta familiar. Partiendo de este punto surge la segunda, ambos guionistas construyen su romance con Sybil, para ello se sirven de las canciones que van tocando en su último concierto en el Outhouse, un famoso local de música de Austin, Texas, la noche de su fallecimiento. Los guionistas elaboran la narración sobre los recuerdos de las tres personas más importantes de su vida. Y la tercera línea muestra al espectador el proceso creativo, de dónde surgen las ideas que vertebran las canciones y las melodías. El principal motivo es que Sybil es su gran musa. Así es cómo nos adentraremos en el paulatino proceso autodestructivo de Blaze en el mundo de la noche, donde las drogas, el tabaco, el alcohol serán los principales protagonistas. A los cinéfilos más veteranos les vendrá al recuerdo el filme de Bruce Beresford titulado “Gracias y favores (Tender Mercies)” con el que Robert Duvall obtuvo un Oscar al mejor actor en 1982. En común como ambos cantantes ahogan sus penas en el alcohol. La gran diferencia es la honestidad de Hawke que renuncia por completo a la comercialidad, frente al amaneramiento y melosa dirección del director australiano. Por ese motivo es un largometraje que ha quedado acertadamente en el olvido del séptimo arte.
Te he escrito una canción de amor
Ambos guionistas tejen estos tres hilos argumentales conscientes de que poseen entre manos una bella historia de amor teñida de una atmósfera ciertamente depresiva, porque nuestro protagonista viajará a los infiernos distanciándose de su amor. El resultado es el bello retrato de uno de los músicos más influyentes del Midwest. Se consideraba así mismo un vendedor de canciones, que abría su corazón al público sin el menor pudor. Por ese motivo, la mirada de Hawke sobre los personajes es distante, sobria y honesta. Deja que sean ellos los verdaderos protagonistas de la función. Su labor es discreta, y tiene la suerte de haber contado con un gran reparto que se ha entregado por completo, donde podréis ver rostros tan famosos como el director Richard Linklater o actores como Kris Kristofferson, Sam Rockwell o Josh Hamilton. No debemos pasar por alto que en la pasada edición del Festival de Sundance Ben Dickey se alzó con el premio especial del jurado por su tremenda labor. Por todos estos motivos no dudamos en recomendar “Blaze”, un drama romántico con una tierna banda sonora, sin estridencias, sin amaneramientos. Es un filme que encuentra la belleza en su simplicidad formal.
Frases destacadas:
- Blaze: “Esta es la canción de mi boda”
- Sybil: “¿Cuándo nacemos sabemos amar?”
- Blaze: “No quiero ser una estrella, quiero ser una leyenda”
- Blaze: “Cada vez que oigo una canción de amor pienso en nosotros y lloro”
Tráiler oficial de “Blaze”