«Brick Mansions (La fortaleza)» aterriza como el último legado de Paul Walker sin comerlo ni beberlo. No es un adiós apoteósico pero no se puede negar que no sea fiel a su estilo.
La pseudo futurista Detroit alberga este remake de acción que hará las delicias de los amantes del género, y aún más, hará de despedida póstuma para los seguidores de Paul Walker, que como buen protocolo social, desde su desaparición se multiplicaron por millares.
Para el resto de mortales que no conseguimos desprender ni un nudito en la garganta ni se nos convierte un solo poro de nuestra piel en carne de gallina al ver escenas frenéticas de acción, será simplemente un ratillo bien echado, si eso. Y es que se han visto charcos con mayor profundidad argumental que la de «La fortaleza».
Partimos de una ciudad decadente como Detroit que en una muestra de humanismo se pregunta cómo se puede combatir la pobreza y la delincuencia, cuya respuesta pasará por separar los barrios pro de los barriobajeros (traducción: afroamericanos y latinos), construyendo una muralla que separe ambos mundos y todo resuelto. La idea nace de la producción francesa «Distrito 13 Ultimatum« (Patrick Alessandrin, 2009) escrita por Luc Besson que ha vuelto a repetir como guionista en esta cinta. Esta obra primigenia se ambientaba en París, donde un agente de policía debía infiltrarse en una de las bandas callejeras más delictivas de la ciudad para cumplir una misión.
En este caso el policía es Damien, encarnado por Paul Walker, cancerbero del orden y encomendado a velar por la «armonía» de la ciudad y del resto de distritos. Estos grandes bloques del otro lado de la fortificación, conocidos como «Brick Mansions», dan cobijo a los delincuentes más peligrosos de la ciudad. Allí prima la ley del más fuerte, una especie de «Sin City« donde los líderes se erigen a golpe de poseer el mayor número de matones.
Dos hombres y un destino
El kit de la cuestión y que resta atractivo a la gran puesta en escena de las secuencias de acción, es lo vagamente que se trabaja la trama, ya que la idea es potencialmente buena pero se cae una y otra vez en los clichés, frases-esloganes y estereotipos raciales (negro y rol de proxeneta del Bronx son consustanciales en este género).
Damien debe infiltrarse en Brick Mansions para desactivar un explosivo ruso y para ello se une a Lino (David Belle), antiguo habitante del suburbio y pieza clave para convertir a Damien en un perfecto Caballo de Troya. Para esta misión kamikaze se ha utilizado la disciplina parkour, que se caracteriza por desplazarse usando las habilidades del cuerpo, procurando ser lo más rápido y ágil posible. Luc Besson fue el responsable de introducir este arte marcial en ambas películas, que bien podría llamarse el arte de volar en lugar de combate en muchas de las escenas.
De cualquier manera, el film de Camille Delamarre supone una gozada para los amantes del thriller de acción y sin duda la última oportunidad de disfrutar de Paul Walker, que ha sido fiel a su estilo marcado por «Fast & Furious« hasta el final.
Frases destacadas de «Brick Mansions (La fortaleza)»:
Tremaine: ¿Sabes lo bueno de las recetas? Que si sigues los ingredientes todo sale siempre bien
Tremaine: Ya van 6 funerales, ¿quieres que sean 7?
George «El griego»: La gente pagará lo que sea por lo que no pueden conseguir
Abuelo de Damien: La venganza y la justicia no son lo mismo
Lino: La ley no es nada sin la justicia
Tremain: A veces no hace falta hacer negocios, basta con tener una bomba
Tremain: En este gran futuro no podrás olvidar tu pasado
Que pena que cancelaran el pase en Barcelona con las ganas que tenia de ver a Paul Walker por última vez :_( , saludos Silvia!
Yo iré este finde a mis cines de confianza, los Eastbrook Mall.