Mar. Mar 19th, 2024

Atmosférica y esteticista adaptación de un relato de Haruki Murakami por el coreano Lee Chang-Dong

Resulta habitual en la obra literaria de nipón Haruki Murakami encontrar personajes solitarios, con estudios en filología o creación literaria, con algunos problemas a la hora de socializar. Sintiéndose además atraídos por personajes femeninos muy contrarios, mujeres jóvenes aparentemente abiertas, también caprichosas, quienes toman siempre la iniciativa. A su vez, elementos constantes como gatos, pozos, llamadas telefónicas que nunca se sabe de dónde vienen y personajes misteriosos seguros de si mismos de los que es imposible no recelar. Y todo ello, como no podría ser de otra manera, se experimenta en «Burning», la nueva película de Lee Chang-Dong (tras ocho años desde su anterior «Poesía»), la cual se sustenta sobre un relato del escritor japonés llamado Los graneros quemados.

Murakami por Lee Chang-Dong

Así pues, la historia que nos presenta el cineasta coreano la protagoniza Jongsu, personaje peculiar, que en parte encarna el patetismo patrio que se aprecia sobre los hombres en su relación con las mujeres en muchas cintas del país. Personaje que vive en cierta medida alejado del mundo real, una constante en el cine de Chang-Dong. A su vez, el carácter retraido murakamiano nos llevará a  vivir junto con él su vida cotidiana sumida en muchas ocasiones en el aburrimiento y la ordinariez. Una existencia marcada además por el abandono maternal y la ausencia de un padre en pleno juicio por problemas con su inestable carácter. Un conglomerado de circunstancias que convierten en algo natural su interés por la  joven Haemi, antigua amiga de la infancia, con la que se encuentra por mera casualidad, y quien acaba utilizándole para distintos fines. El trío amoroso en cuestión se acabará de forjar con la irrupción de una especie de yuppie asiático, de quien poco se sabe a parte de tener un piso bien grande, conducir un porsche y entablar amistad con clases adineradas. A partir de todo esto, el cineasta coreano decide hacer alarde de su valía narrativa a la hora de hacer mutar su historia por disintos terrenos. Desde el romance al realismo cotidiano, el filme experimenta diversas fases, tornándose por momentos thriller, en otras ocasiones abrazando lo lírico, moviéndose por un universo confeccionado donde siempre acecha el halo del misterio. Incluso en alguna secuencia, Chang-Dong se permite el lujo de convertir en una misma escena en otra muy distinta tan solo con eliminar el uso de la música extradiegética. Véase la escena donde la belleza poética del cuerpo desnudo bailando sobre el atardecer se convierte en patetismo a la hora de castigar moralmente al personaje que la protagoniza.

Por último, esta narrativa genuinamente desarrollada con un control de los tempos de lo más loable, triunfa gracias al cuidado perfeccionismo técnico de todas y cada una de sus imágenes. Acompañadas de una banda sonora extradiegética sencilla pero efectiva, «Burning» se vive como un deleite visual, ofreciendo una paleta cromática que lejos de antojarse caprichosa se corresponde en todo momento al tono de lo narrado en la historia. Siendo por ejemplo las partes más turbias enfocadas desde la penumbra, como queriendo esconder la maldad de las palabras bajo la ausencia de iluminación.

Frases destacadas:

  • «Estaré vigilando los invernaderos»

Tráiler de «Burning»:

Por Luis Suñer

Graduado en Humanidades, crítico de cine y muerto de hambre en general.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.