Mar. Mar 19th, 2024
Cigüeñas - Destacada

Cigüeñas cumple sobradamente con la doble premisa de hacer una película para niños pero que, en realidad, apele a los adultos.

La propuesta de esta película de animación dirigida por Nicholas Stoller, conocido entre otras por «Paso de Ti» (Forgetting Sarah Marshall, 2008) o «Malditos Vecinos 2 (Neighbours: Sorority Rising)» en su primer acercamiento a la animación a las órdenes de los estudios Warner Bros, se basa en una sencilla trama lineal en lo que lo importante es el subtexto de lo que vemos, más allá de lo meramente representado en la pantalla. Stoller, tal y como demostró en «Paso de Ti», una película donde lo importante es lo que hay detrás de lo evidente, más allá de los recursos humorísticos, sabe dotar a este entretenida fábula animada de la necesaria doble lectura para dirigirse, en realidad, a los padres de los niños que están en el cine.

Una trama sencilla en el desarrollo pero con múltiples lecturas

Cigüeñas - Crítica 1

El largometraje se articula en base a dos protagonistas que viven su particular Viaje del Héroe del monomito campbelliano, lo que les lleva a la busca de su propia esencia. Las cigüeñas han dejado de repartir a los niños y son una multinacional del reparto a lo Amazon. Junior, un trabajador eficiente y responsable que hace lo que le piden sin preguntarse nada más, va a ser ascendido a jefe de la planta el próximo lunes, siempre y cuando despida a Tulip, una humana que fue la culpable, sin saberlo, del cambio de paradigma empresarial de las aves, ya que la cigüeña encargada del reparto fue incapaz de entregarla a sus padres y se quedó en la fábrica, lo que acabó motivando el cese de la actividad. Junior, es la primera vez que tiene un cargo de responsabilidad e, incapaz de ver a una persona como un mero número, decide esconder a Tulip en vez de despedirla. Pero la chica comete un error y acaba generando un bebé (sí, los bebes, se generan artificialmente también, a parte de mediante reproducción natural). Un bebé que deberán entregar antes del lunes a sus padres sin que nadie de la fábrica se entere para evitar el despido y conseguir el ascenso de Junior. Tulip, por su parte, aprovechará el viaje de entrega para poder saber quienes son sus padres. Esta es la parte principal de la trama y la que se centra en la crítica hacia el mundo corporativo y empresarial en la lo único que importa es el beneficio económico y los empleados sólo son números al servicio del balance de cuentas. Cornerstone, la empresa de reparto de las cigüeñas, es una empresa deshumanizada, plenamente taylorista y lo único que prima es el ascenso para llegar a ser jefe como modo de realización vital, aunque no sepamos ni por qué queremos ser jefes.

Por otro lado tenemos a Nate, un hijo único que ha visto como el trabajo de sus padres le ha dejado apartado de sus vidas. Sus padres ya no pueden ocuparse de él como antes y Nate añora los tiempos de risas, juegos y abrazos de cuando estaban allí para él. Piensa que un hermano podría ser su compañero de juegos y la solución a su soledad y, para ello, envía una carta al antiguo servicio de reparto de bebés de las cigüeñas. Es esta carta el detonante de la trama ya que es la que genera al bebé que Tulip y Junior deben entregar. La trama aquí se centra y apela directamente al sentimiento de culpabilidad paterno, por una parte, y a la responsabilidad que como sociedad debemos tener para poder criar y pasar el tiempo necesario con los hijos. Los mensajes que recibimos a través de a película,  como adultos con hijos, son que el trabajo es secundario, lo importante en la vida es el tiempo familiar, el trabajo es un medio para un fin, no el fin en sí mismo. Toda esta parte de la trama busca lanzar un mensaje de conciliación familiar y laboral que acaba calando cuando, desde los primeros momentos los padres se dan cuenta de por qué decidieron tener un hijo y se lanzan a pasar tiempo con él, creando un sistema para que el bebé encuentre el camino al hogar (un mero macguffin narrativo-simbólico que ahonda en ese mensaje de conciliación familiar).

Cigüeñas - Crítica 2

El público infantil también tiene su espacio gracias a un ritmo frenético y divertido

Pero lo cierto es que Stoller sabe, inteligentemente, que una película infantil no puede centrarse únicamente en el subtexto y en el mensaje plenamente adulto (hay bromas que apelan directamente a los padres, sobre todo a los padres primerizos, como el chiste sobre quién ha de quedarse esta noche cuidando al bebé y quién puede irse a la cama a descansar). Hay que apelar a lo infantil, el público que va a hacer que sus padres vayan al cine con ellos. Y lo hace muy bien. La película se desarrolla con un ritmo frenético y con un guión, a veces confuso, pero lo suficientemente bien construido para que cada elemento haga avanzar la trama de manera fluida. Además, cuenta con secundarios muy divertidos y sorprendentes, como la paloma que parodia al clásico empleado pelota de oficina que busca trepar de cualquier manera o la manada de lobos y sus divertidas y estrafalarias maquinarias.

«Cigüeñas» es una película que no es perfecta, pero que es lo suficientemente valiente como para apelar a los dos públicos de una manera muy inteligente, divertida y capaz de lanzar mensajes que van más allá del positivismo de Disney, donde todo se supera con esfuerzo y voluntarismo.

Frases Destacadas:

  • Junior: «Las cigüeñas ya no entregan bebes al mundo. Si alguien se entera tendré que emigrar»
  • Tulip: «Vete a dormir, ya me encargo yo.
  • Junior: «No vete a dormir tú, no me importa quedarme»
  • Nate: «Dentro de poco seré un adolescente, tiempo perdido, recuerdos que no existen»

Trailer oficial de «Cigueñas»

Por Jordi Copano

Estudié Audiovisuales e hice un Master en Estudios de Cine, algo que me sirvió para hacer name dropping de pelis cuando alguien menciona a Tarkovski. Descubrí, gracias a alguna experiencia en rodajes, que odio el Cine, pero amo las películas. Sobre todo las de Zucker, Abrams y Zucker.

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