Jon Watts nos regala 88 minutos intensos con “Coche policial (Cop car)”, donde se pone todos sus esfuerzos en reinterpretar el cine negro
Diálogos divertidos y sorprendentes
Travis y Harrison con tan solo 10 años se fugan de su casa. Poco a poco van haciendo kilómetros hasta que se encuentran un coche de policía abandonado en el campo. Se montan en él, juegan y de repente Travis encuentra las llaves. Inocentemente deciden dar una vuelta y ahí arranca la verdadera aventura de esta pareja de amigos, porque el sheriff Kretzer en realidad no se había olvidado de su coche, sino que estaba resolviendo unos asuntos turbios mientras los dos niños se topan con él. A partir de este momento el sheriff comenzará la búsqueda de su coche y de lo que contiene su maletero.
La fábrica de los sueños es muy dada a crear relatos iniciáticos, el motivo es su potencial éxito, porque siempre agradan. Por ejemplo, a quién no le ha gustado “Cuenta conmigo” (Rob Rainer,1986). El joven director Jon Watts con la ayuda de Christopher D. Ford, guionista de esa joyita que es “Un amigo para Frank” (Jake Schreier, 2012), han estrenado este verano en Estados Unidos esta particular historia iniciática. Se trata de un modesto pero intenso thriller merece ser objeto toda nuestra atención porque posee lo mejor del filme de Reiner y lo mezclan con el mejor savoir faire de los hermanos Coen. La acción cubre un día de nuestros protagonistas.
Dos mundos contrapuestos
El filme se abre por la mañana con los dos niños, interpretados magistralmente por James Freedson-Jackson y Hays Wellford, que van andando por los paisajes abiertos de Carolina rindiendo claro homenaje al filme de Reiner, para poco a poco ir dejando atrás en el terreno de las aventuras preadolescentes e ir entrando en el mundo de los hermanos Csoen a bordo de ese coche de policía. Los acontecimientos se irán precipitando gradualmente hasta llegar al ocaso del día, donde los protagonistas de esta historia encontrarán su desenlace en un oscuro mundo dominado por los adultos.
Narrativamente “Coche policial (Cop Car)” es más que un simple thriller. Tanto el sheriff Kretzer, interpretado por un formidable Kevin Bacon, como ese hombre al que da vida el actor indie por excelencia, Shea Whigham, que no dejan de ser los típicos antihéroes de los relatos noir firmados por los Coen. Tanto por el aspecto como en las maneras de actuar. Son personajes que parecen salidos de filmes como “Arizona baby” o “Sangre fácil”. Pero hay dos referentes más importantísimos a la hora de analizar esta estupenda obra. El primero se trata del cine de Steven Spielberg, es imposible no pensar en dos obras fundamentales “Loca evasión” (1974) o “El diablo sobre ruedas” (1971). Y el segundo es el humor negro tan típico del universo violento de Tarantino. Esos momentos llenos de tensión que el espectador desconoce el motivo de sus risas, pero que se sorprende con una risa en la boca, como por ejemplo cuando los niños están jugando con las armas automáticas y mirando por el cañón dice Travis: “parece que no tiene balas”
Lo mejor es la reinterpretación que hace Jon Watts de todas esas claves narrativas y cómo sabe conectar con el niño que todos llevamos dentro. El realizador de Carolina nos propone una yuxtaposición del universo de los niños con el de los adultos, hecho de una manera brillante y sumamente verosímil, de tal forma que la cándida e ingenua mirada infantil se opone a turbia, violenta y agresiva mirada de los adultos, que no hacen más que mentir para lograr sus objetivos. Este “Coche policial (Cop Car)” es una excelente muestra de cine negro adulto, es una historia ágil y eficiente, donde los guionistas son precisos a la hora de generar e introducir los giros apropiados a la narración. Por ese motivo la tensión del relato siempre va in crescendo, sorprendiendo mucho al espectador. Que no cede a los deseos de la galería, que evitan constantemente infantilizar el relato, manteniéndose firmes en las claves del género brindándonos un final ad hoc, amargo, intenso, lleno de fuerza y totalmente alegórico, como debe ser.
Frases destacadas de “Coche policial (Cop Car)”
- Travis: “Ya nos hemos escapado. Ya da igual”
- Harrison y Travis: “Ahora, este es nuestro coche de policía”
- Harrison: “Los polis beben batidos de diarrea y luego tienen doble diarrea”
- Bev: “Creo que acabo de ver un auténtico disparate ahí fuera”
- Sheriff Kretzer: “Es muy absurdo robar un coche de policía, pero lo habéis hecho”
- Hombre: “Necesito que alguien me rescate. Vais a rescatarme ¿verdad?”
- Harrison: “Por qué no le has disparado?”
- Sheriff Kretzer: “¿Habéis abierto el maletero? Chicos, contestarme ahora”