«Coco, el pequeño dragón» es una comedia familiar de animación totalmente recomendable para disfrutar de una tarde de cine con los más pequeños de la casa.
Los más pequeños de la casa están de suerte porque los cuentos escritos por Ingo Siegner, que son un auténtico éxito de ventas en todo el mundo, han sido objeto de una adaptación a la gran pantalla por los realizadores alemanes Hubert Weiland y Nina Wels. De la imaginación de este escritor alemán nace el pequeño dragón Coco, con el que los más pequeños de la casa se sentirán de alguna manera identificados y os prometemos que las emociones están garantizadas, además de ser muy educativos.
La aceptación de la edad
Estas aventuras comienzan cuando Coco, el joven dragón, es inscrito un año más para superar el examen de vuelo. El principal problema es que no tiene totalmente desarrolladas las alas para volar, por eso suspende. Sus padres se preguntan quién lo habrá inscrito, porque ellos no han sido. Enfadado, Coco quiere abandonar el pueblo, pero sus padres no le dejan porque saben que es un niño todavía. A su abuelo no se le ocurre mejor idea que delegar en él su tarea de vigilar la preciada cosecha de hierba de fuego para que demuestre a sus padres que es mayor. Lo malo es que esta desaparecerá.
Así dan comienzo las tiernas aventuras de Coco, un dragón que quiere emanciparse antes de la cuenta pero que no está preparado para asumir las responsabilidades de un adulto. Muy interesante la forma que tienen los guionistas Mark Slater y Gabriele Walther de abordar este tema un poco complejo, tratando de enseñar a los niños que no hay que correr, que la vida es muy larga, y que todo tiene su momento. Es más, hasta el personaje del abuelo deberá aceptar las limitaciones de la suya. Destacamos este aspecto del filme porque seguro que hay padres que buscan un tipo de animación distinta a las de Disney, por ejemplo. En este caso los valores son totalmente distintos, están en las antípodas.
En busca de la hierba de fuego
Obviamente Coco, a pesar de estar castigado y en contra de la decisión de sus padres, emprenderá la búsqueda de la hierba de fuego. Lo hará en compañía de su amigo Oscar, que también es un dragón, y siempre le mete en líos. Lo que le hace peculiar a este personaje es que es vegetariano. Sus padres, obviamente, no lo ven con buenos ojos y quieren que se coma a su ternero Rico. Esta pareja de jóvenes dragones ira bien acompañada por Matilda, un puercoespín, que les ayudará en todo momento a resolver sus problemas, y Mini Mo, el experto local. Todos juntos descubrirán que hay muchas variedades de dragones y vivirán muchas aventuras hasta conseguir retornar la hierba de fuego al granero.
El valor educativo del filme es incuestionable. Enseña a los más pequeños a que el ingenio, la generosidad y la inteligencia son vitales en la resolución de conflictos. Que en la vida no hay que abandonar a los amigos cuando tienen un problema, sino que debemos ayudarles o facilitarles una salida. Es un filme perfectamente adecuado para niños entre cuatro y nueve años, así que si buscáis historias de animación que se salgan del paradigma de los grandes estudios, esta es una opción perfecta para llevarles al cine y disfrutar con ellos. El filme es entretenido inclusive para los adultos, a pesar de que se nota que en el planteamiento del guion han mezclado varios cuentos para obtener una única historia.
Frases destacadas de “Coco, el pequeño dragón”
- Canción: “Persigue tus sueños, déjate llevar. La vida es un tesoro espectacular”
- Abuelo: “Estos jóvenes no respetan las tradiciones”
- Prosalinda: “¿Cuáles son las tres reglas del arte de volar?”
- Coco: “Yo puedo hacerlo”
- Coco: “Papá, ya no quiero estar ‘a salvo en casita’”
- Manuel : “Todavía no estás listo para dejar el pueblo tú solo”
- Abuelo: “Volar no lo es todo en la vida”
- Abuelo: “Un dragón de fuego nunca tiene que pasar frío”
- Oscar: “Les he dicho que soy vegetariano. Pero no se creen que fuera idea mía”
- Abuelo: “A lo mejor tenías razón. El chico no está preparado”
- Oscar: “No puedo volver al poblado. Soy un fugitivo de la injusticia”
- Dragón Chef: “Los dragones de fuego habéis mantenido este maravilloso ingrediente en secreto durante siglos”
- Matilda: “Este tipo me pone las púas de punta”
- Matilda: Respetad la primera regla del explorador, ¡respetad la sabiduría local!”
- Canción: “De los problemas aprendí porque nunca me rendí ¡y ya ves! Mi vida empezó a cambiar”.