Mar. Mar 19th, 2024

En pleno hastío estival nos llega un soplo de aire fresco, una historia entrañable repleta de sensibilidad, que narra la dramática relación de una madre y su hija.

Una supermujer

La cruel sociedad pide a las mujeres ser perfectas en todo, esto lo podemos apreciar sin ir más lejos en el mundo publicitario. El estereotipo que muestra es ser una gran madre, una magistral profesional, los maridos les exigen ser una maravillosa amante, y sus madres les piden ser las hijas que ellas habían soñado tener. Llegar a todo y a todos. Esa es Rosa, el personaje central del cuarto trabajo de Laís Bodanzky, autora de «Bicho de siete cabezas». Da igual que esta mujer sea de Brasil o de Nigeria, es un problema de índole global, afecta a todas las mujeres en cualquier punto del planeta. El filme de la directora brasileña nos muestra como el patriarcado está en nuestro ADN como sociedad, se aprecia en los micromachismos de los hombres, se perpetúa gracias a las tradiciones y la religión, y lo peor de todo, se transmite entre generaciones con cada Cola-Cao a la hora de dormir, parafraseando a Serrat.

Rosa está casada con Dado, un antropólogo que hace muchas estancias de campo en la selva en tribus. Ello exige a Rosa llevar el peso de la casa y de la familia. Las relaciones con su madre, Clarice, son ciertamente insatisfactorias, están siempre discutiendo. Rosa se ve entre dos generaciones de mujeres que no la entienden, ni sus hijas ni su madre. Eso la lleva a que el clima familiar sea poco distendido y a sentirse incomprendida. Ella deberá buscar una forma de poderse comunicar con ellas. Bodanzky, en esta línea argumental, explora temas como los secretos de familia, los padres biológicos versus adoptivos, cómo los hijos sufren los errores de los progenitores y cómo cambian las relaciones entre ambos con el paso del tiempo.

Fotograma de la película Como nuestros padres

El amor es para siempre

El último filme del gran maestro Stanley Kubrick titulado “Eyes wide shut” nos mostraba certeramente los entresijos de las relaciones de pareja. Esta autora brasileña también se atreve a llevar al espectador al interior de la pareja integrada por Rosa y Dado. Este tiene una nueva ayudante, que además es joven y guapa. Las casualidades y los indicios harán que se desaten los celos en Rosa, y se vea al igual que el doctor William Harford, devorada por estos. Es ahí donde la autora se siente libre para para explorar los modelos de familia que impone la sociedad, si es anticuado o no, y sobre todo, cuáles son sus límites. Pone en tela de juicio el tema del deseo, cómo la religión perpetúa un modelo machista de sumisión sexual, que queda patente en una línea de diálogo: «Tu deseo será para tu marido y él dominará sobre ti». La instrumentalización de la mujer para procrear.

Fotograma de la película Como nuestros padres

El corazón de una madre

Rosa trabaja escribiendo textos publicitarios para una empresa de azulejos, cuando en realidad ella sueña con ser dramaturga. Su salario es un complemento al salario de Dado. Nos muestra como a la mujer le cuesta encontrar un trabajo donde se pueda ver realizada realmente. Es ahí donde surge el discurso feminista de la autora brasileña. Para ello se sirve de la explícita referencia a la obra de Henrik Ibsen, «La casa de muñecas». Bodanzky establece un paralelismo entre Nora y Rosa. Ambas están completamente alienadas, eso les impide cuestionarse su realidad y poder tomar decisiones con claridad.

“Como nuestros padres” es, sin duda alguna, una excelente producción brasileña, altamente recomendable, porque su guion articula todas estas visiones críticas de la sociedad patriarcal en la que nos movemos, donde los hombres tienen mejores sueldos, los mejores trabajos y poseen posiciones privilegiadas tanto en las instituciones familiares, laborales y sociales. Laís Bodanzky construye un discurso sólido, ágil, alejado de la militancia, porque su vocación es más argumentativa. Ella pone su mirada al servicio de la mujer, muestra sus problemas para que los hombres acaben comprendiendo el punto de vista femenino y las injusticias que cometemos con ellas.

Frases destacadas:

  • Rosa: “Leí en una revista sobre una tribu cuyas mujeres utilizaban a sus maridos como carne para sus guisos
  • Rosa: “Me resulta curioso que en casa nunca laves los platos”
  • Rosa: “No vas a cambiar la imagen que tengo de mi padre
  • Rosa: “Como decidiste privarme de mi padre, yo he decidido dejar de ser tu hija. No me llames más
  • Rosa: “Estoy harta de tener que pretender que soy una mujer que puede con todo, cuando no es así
  • Dado: “¿Crees que nunca he tenido que renunciar a nada?
  • Rosa: “No consigo entender cómo alguien prefiere mentir a decir la verdad.”
  • Madre: “Mucha gente prefiere la mentira sin ni siquiera ser consciente de ello
  • Homero: “Si hablas la angustia se disuelve. Te comunicas
  • Madre “Cuando aceptas la trasgresión te conviertes en una persona mejor
  • Homero: “Reírse de otros es fascismo, nacismo, pero reírse de uno mismo es la solución
  • Caru: “Ni este modelo de familia patriarcal basado en mentiras. Con todos siendo infieles y pretendiendo ser santos. O les gustaría ser infieles, pero no lo hacen y son infelices para toda su vida.
  • Madre: “Llega un momento que la definición de «mamá» en el diccionario «es la mujer que no sane nada.» Nos convertimos en idiotas.”

Tráiler oficial de “Como nuestros padres”

Por Alfredo Manteca

Periodismo UCM. Cinéfilo y cinefago compulsivo. Crecí con Kubrick, Hitchcock y Cronenberg.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.