Esta es la historia de una joven que vivía una vida sencilla en los bosques de Småland y que acabó enfrentándose a su familia, las convenciones religiosas y sociales.
Una luchadora nata
Astrid Anna Emilia Ericsson, más conocida como Astrid Lindgren, es una de las autoras suecas más famosas por su entrega a la literatura infantil. Sus libros fueron llevados a la pequeña pantalla en 1969 bajo el título de “Pippi Calzaslargas”. Esta serie de televisión la pudimos ver la década de los 70, de tal forma que la joven actriz Inger Nilsson se hizo un hueco en nuestros corazones. Recuerdo con gran cariño los personajes de Annika, Tommy, su divertido mono, el Sr. Nilsson y su caballo «Pequeño tío». Esta serie de televisión se ha repuesto mil veces y ha atrapado a miles de niños a lo largo de los años. De tal forma, que Pippi Långstrump se ha convertido en un fenómeno global. Pernille Fischer Christensen, directora del filme, y Kim Fupz Aakeson, co-guionista de “Conociendo a Astrid”, son plenamente conscientes de ello y por ese motivo estructuran este biopic sobre los agradecimientos de los niños. Estos la felicitan por su cumpleaños a la par que le explican qué les ha aportado ella y su particular mundo. Además, con gran estilo van introduciendo los elementos que caracterizan a su mítico personaje en la biografía.
El filme comienza cuando Astrid comienza como becaria en la gaceta de Blomberg. Comienza haciendo necrológicas, crónicas de inauguraciones, etc. Su editor pronto descubre su enorme talento e ingenio. Su turbulento matrimonio entra en el ambiente de la redacción. La joven reportera acaba enamorándose de su jefe, a pesar de la gran diferencia de edad. Ella acabará embarazada. La mujer de Blomberg le denuncia por adulterio, eso obliga a Astrid a tener a su hijo en Dinamarca. Así es como los guionistas de “Conociendo a Astrid” configuran un enorme drama de dos horas de duración.
Escribir te hará libre
A través de la literatura exorcizó una vida llena de penurias y tristezas. En el futuro encontró la libertad al margen de las convenciones familiares, religiosas y sociales del momento. Encontró un hombre que la quiso de verdad. Eso le facilitó cumplir su sueño, ser madre no sólo de su hijo biológico, sino de miles de niños por todo el mundo. Los guionistas tienen una historia muy potente entre manos. La vida de esta escritora posee muchos y variados elementos dramáticos. Es ahí donde la joven actriz Alba August sabe sacar todo el jugo a su personaje. Se entrega descarnadamente, de ahí que su trabajo se pueda catalogar de excelente.
El problema es que a Pernille Fischer Christensen se le van las cosas de las manos. El filme se hace muy oscuro a pesar de su luminosa y bella fotografía. Se torna muy duro, excesivamente dramático. Es más, parece que se regodea en su dolor al sobrescribe la acción. Esta realizadora no es Clint Eastwood, que sabe hurgar en el hígado del espectador con sumo estilo, para botón de muestra tenemos “El intercambio” o “Gran Torino”. Christensen podía haber contado lo mismo en menos tiempo, o habernos contado otros detalles de su extensa biografía, que seguro que habría otros sucesos importantes en su vida y que afectó a su obra literaria. Ella pone el foco de atención en su primera relación amorosa y en la dolorosa maternidad. Considero importante dejar esto claro para no crear falsas expectativas.
Frases destacadas:
- Blomberg: “Eres una estrella. Brilla para mí”
- Astrid: “Me prometiste que tendrías cuidado”
- Marie: “Todos los niños necesitan amor, y tu puedes darle mucho”
- Marie: “Él sabe que su mamá eres tu”
- Lasse: “Quiero irme a casa con mí madre”
Tráiler de “Conociendo a Astrid”