El segundo largometraje de Benjamin Dickinson propone una atractiva reflexión acerca de los peligros de la tecnología que se pierde en un relato disperso.
Mediocre acercamiento a «Black Mirror»
«Creative Control», el filme presentado en el pasado festival de cine independiente norteamericano de Barcelona que se estrena el próximo 20 de Octubre, es un claro ejemplo de cómo las series de televisión han acabado influyendo en la producción cinematográfica. Con un pie en la ciencia ficción y otro en el drama, este largometraje dirigido por Benjamin Dickinson crea un escenario en la que la tecnología acaba tomando las riendas de la realidad para acabar con la integridad del personaje protagonista, enlazándose de una forma evidente con el imaginario de la famosa serie de televisión «Black Mirror«. Una propuesta ciertamente interesante que, no obstante, no cumple las expectativas que parece prometer.
El filme en cuestión sigue los pasos de David, un joven que debe encargarse del control creativo de unas gafas de realidad aumentada que permiten cambiar el aspecto del entorno, así como la forma en que se relacionan las personas. Una tecnología que, a medida que la vida de David se ve afectada por su situación sentimental (a raíz de los problemas que tiene con su pareja), se va apoderando de su persona haciendo que, como se mencionaba, una premisa de temática propia de la ciencia ficción acabe desembocando en un drama psicológico. En definitiva, una historia que expone cómo la tecnología podría llegar a cubrir ciertos aspectos humanos, eso sí, con unas consecuencias totalmente nocivas.
Reflexiones sobre la tecnología
Un aspecto que hace de «Creative Control» un filme interesante es la llamativa faceta visual con la que se pone en escena el imaginario que crea. Es un largometraje cuyas motivaciones giran en torno a lo real y lo artificial, Dickinson propone un uso del blanco y negro que resta vida a lo real mientras que, a su vez, deja hueco para el color cuando el entramado tecnológico aparece en pantalla como parte de la realidad de los personajes. Una puesta en escena que, aunque parte de recursos propios del género, consigue llamar la atención del espectador de una forma distinguida.
El principal problema de «Creative Control», que hace que el filme no tenga un impacto positivo, se encuentra en su construcción narrativa. Tratándose de un filme que parte de los peligros que la tecnología puede llegar a tener en la psicología de un individuo, la multiplicidad de personajes que Dickinson ha incluido en el metraje hacen que la trama principal se pierda en subtramas alternativas con escenas que bien pueden carecer de importancia. Un intento, quizás, de adornar la trama no centrándose exclusivamente en el protagonista que, finalmente, acaba por exhibir una trama que se pierde en su propia narración. David es un personaje que encuentra en la realidad aumentada la posibilidad de prescindir de lo real en un sentido muy similar al que hace unos años proponía Spike Jonze con «Her« (2013), pero con el defecto de no prestar la suficiente atención a su personaje principal, así como a la escenas que deberían sugerir de qué forma el mismo está involucrado en un proceso mentalmente autodestructivo. En ese sentido, Dickinson opta por exponer los efectos de los problemas que se esconden tras la superficialidad de David de una forma abrupta que relega al final del metraje el aspecto que se esconde detrás de las acciones que está llevando a cabo, cerrando el relato de una forma que hace que el espectador anhele la información que, por un motivo u otro, ha quedado oculta entre las escenas.
En general «Creative Control» parte de una visualidad interesante y una propuesta argumental atractiva gracias a las bases que encuentra en un imaginario como el de «Black Mirror«, que le permite trabajar con el dramatismo del personaje principal así como con la reflexión sobre el uso de una tecnología que se apodera de la pantalla. No obstante, hacia la mitad del metraje se puede apreciar cómo los relatos paralelos, procedentes de los demás personajes, acaban eclipsando a David y su perturbada relación con la realidad, impidiendo que la narración adquiera la solidez necesaria para que el espectador se involucre en ella.
Frases destacadas
• David: «En lugar de hablar sobre lo que la tecnología puede hacer por ti, hablemos de lo que tú puedes hacer con la tecnología»