Zachary David Alexander Efron, más conocido por todos como Zac Efron, intenta que olvidemos su pasado en Disney y seguir manteniendo a toda su legión de fans, que obviamente ya se han hecho mujeres hechas y derechas. Hay que reconocer que no ha tenido mucha suerte a la hora de elegir sus intentos. “Hairspray” puede que fuera hasta el momento su mejor intento porque el resto han sido desastres, a saber la comedia “17 otra vez” o el drama romántico sobrenatural “Siempre a tu lado”.
Ahora, lucha con todas sus fuerzas, y ha apostado por una jugada con muchos ases. En primer lugar deposita toda la confianza en el director de “Shine”, Scott Hicks. El segundo aval es que se trata de una adaptación de un best seller de Nicholas Sparks, al que todos recordaréis por éxitos como “El diario de Noa” o “Querido John”. Y en tercer lugar, el tema de fondo es un tema comprometido con la realidad social de su país de origen, el regreso de las tropas a casa.
Además, para que olvidemos su imagen juvenil y convertirse en todo un galán, da una vuelta de tuerca a lo que vimos en “New Year’s Eve” y se deja la barba y se calza la piel de un personaje duro. Se trata del sargento de los marines, Logan Thibault, que vuelve tras su tercera misión en Irak con un objeto que cree que le ha salvado la vida: una fotografía que encontró y en la que aparece una desconocida. Cuando descubre cómo se llama Beth y dónde vive, se planta en su puerta y termina trabajando en el centro para perros que regenta su familia. A pesar de la desconfianza inicial de ésta y todos los problemas que tiene en la vida, surge un romance entre ellos, lo que hacer creer a Logan que Beth puede ser mucho más que su amuleto.
Hicks construye este relato amoroso en primera persona a mayor gloría de Efron, donde sus admiradoras tendrán su momento de gloria al verle con unos calzoncillos mojados ajustados, pero también disfrutarán del movimiento de sus caderas que tan famoso le hizo en la era Disney. El realizador que es muy astuto sabe sacar rendimiento a los paisajes sureños y usa una preciosista fotografía que volverá loca a toda la audiencia femenina, convirtiendo este relato amoroso entre personas dañadas, porque están con síndrome de stress postraumático, en una cara fotonovela glamourosa.
El balón de oxigeno en este acaramelado dramón es el personaje de Ellie, interpretado por esa gran secundaria que es Blythe Danner, que compone a la abuela pizpireta que siempre lleva razón e impone cordura a la acción. Taylor Schilling lucha con todas sus fuerzas porque haya química entre ella y Efron, pero el resultado es que no acaba de funcionar. Obviamente el problema es el actor que no posee los registros adecuados para dar vida a tan rudo personaje y que a la vez sea tierno.
Encima no ayuda Mark Isham porque firma la que puede ser su peor banda sonora hasta el momento, sus acordes parecen sacados de un telefilme que podemos ver a las tres de la tarde en cualquier cadena. Además, la película está llena de canciones melosas con aires folkies como este “You Know It’s True” de Jules Larson
Así que esta historia es un hibrido empalagoso de “Acorralado”, “Love Store” y “Las nueve revelaciones”, sólo apto para amantes apasionadas del joven actor californiano. No tengo claro si este producto funcionará en nuestro país por muchas fans que haya de Mr. Zac Efron. Pero de lo que si estoy seguro es que ya estamos en posición de poder hacer una tesis doctoral sobre la propaganda cinematográfica en el caso de la guerra de Iraq y Afganistán, porque este caso va dirigido al frente interior femenino, que tienen que aguantar los resultados del frente de guerra.
Frases destacadas:
Logan: “Las cosas más insignificantes pueden cambiar tu vida”
Logan: “Siento que hay una deuda que tengo que saldar”
Logan: “A veces las preguntas son complicadas y las respuestas son sencillas”
Beth: “Lo peor es no saber nada. Daría lo que fuera por saber que no murió en balde”
Beth: “¿Crees que la vida tiene un plan para ti?”
Logan: “Mereces que te besen cada día, cada hora, cada minuto”
Calificación: 3