La nueva película de Russell Crowe nos propone un viaje por el tiempo que se centra en el amor a una hija por encima de todo.
Katie en el centro de todo
“De padres a hijas” trata la historia del ganador del premio Pulitzer Jake Davis (Russell Crowe), que acaba sufrir la pérdida de su mujer en un accidente de coche. Jake tiene que sacar adelante a su hija Katie (Kylie Rogers de niña y Amanda Seyfried de adulta) mientras padece las consecuencias de una enfermedad mental. 25 años después, Katie es una trabajadora social que ayuda a los niños que tienen problemas.
Jake, tras el fallecimiento de su mujer, ve que lo único que le queda es su hija. Sin embargo, su enfermedad le impide cumplir con este cometido. Aparte de esto, su dolencia pone patas arriba su vida tanto personal como profesional. Sus obras no tienen la calidad de antaño y los conflictos con sus cuñados por Katie son cada vez mayores.
Katie es la víctima de todo esto, y ve como todo esto repercute en ella durante su etapa adulta, provocando un estilo de vida caótico. La aparición de Cameron (Aaron Paul) hace que esta tendencia se dé la vuelta progresivamente, y hace que cada vez consiga más éxitos en el trabajo, reflejados en una chica en la que se ve reflejada cuando era niña.
Un planteamiento atípico
“De padres a hijas” nos muestra la infancia y la etapa adulta de Katie. La película alterna momentos del pasado y del presente para explicarnos el por qué del comportamiento de Katie en algunos momentos. Esta táctica ya ha sido utilizada con frecuencia a lo largo de la historia del cine y la televisión, como por ejemplo la serie “Perdidos”, aunque en el caso de “De padres a hijas”, se utiliza de forma excesiva, provocando en algunos momentos una sensación de desconcierto en el espectador.
Un gran reparto
El reparto del largometraje es el punto fuerte del mismo. El ganador del Oscar Russell Crowe vuelve a demostrar sus grandes cualidades interpretativas con una muy buena interpretación. Aunque no es ni mucho menos su mejor papel, el actor australiano nos muestra porque es uno de los rostros más demandados de Hollywood. Igualmente, Amanda Seyfried nos sorprende con su mejor interpretación hasta el momento, destacando la química que mantiene con un Aaron Paul que se va adaptando cada vez mejor al cine después de su paso por “Breaking Bad”.
He querido dejar para el final a dos actrices de edades completamente opuestas que sorprenden por su trabajo. Por un lado está Jane Fonda, alguien que no necesita presentación alguna. Vuelve a sacar a relucir su experiencia y saber hacer delante de las cámaras con una interpretación a la altura de Crowe. Kylie Rogers está en las antípodas de la vida respecto a Fonda, y destaca por su madurez desempeñando a la perfección su personaje que ya es complicado de por sí. Obviamente no es el mejor papel del filme, pero tiene muy buenas cualidades para ser un diamante en bruto de la industria.
Sin duda, “De padres a hijas” es una cinta que tiene como puntos a favor un buen reparto y un planteamiento que resulta muy interesante. Sin embargo, esto último no se emplea de la forma adecuada, y es una pena, porque una historia tan bonita como ésta no merece quedar en el cajón del olvido tan pronto.
Frases destacadas de “De padres a hijas”:
- William: “Intento ser un buen tío”
- Jake: “Lo único que intentas es separar a una niña que ya sufre por la pérdida de su madre de un padre que la quiere”
- Jake y Katie: “Esa es mi chica”
- Katie: “Tengo miedo para ser la novia”
- Katie: “Nunca jamás te rindas”
- Jake: “Estoy trabajando por ti. Porque vivimos en un Estados Unidos de dinero”
- Elizabeth: “Los hombres podemos sobrevivir sin amor. Las mujeres no podemos”