Mar. Mar 19th, 2024

El más personal trabajo de Pablo Maqueda es un respetuoso homenaje al maestro alemán y una lúcida reflexión sobre el tortuoso proceso de encontrar la propia voz.

Un rasgo común a la mayoría de los cineastas mundiales es el eterno agradecimiento y respeto a sus maestros. Rendir homenaje y pleitesía, a través de su obra fílmica, a aquellos realizadores con los que se formaron y en los que se inspiraron al buscar recursos formales o al construir sus relatos. Pocos cineastas se prestan más al estudio de sus colegas que Werner Herzog, todo un objeto de culto en sí mismo, tanto como cineasta como persona. Es tal el culto que crea el director, que las características del documental de Pablo Maqueda son lo suficientemente jugosas por sí solas para atraer a la cinefilia. Tras su paso por el Festival de Sevilla desembarca en nuestras pantallas «Dear Werner (Walking on cinema)», que se mira para trazar su aventura en espejos cinematográficos de alta alcurnia. Pero su modesto y sincero ejercicio no se queda en el umbral de la referencia, proponiendo un viaje que suscitará reflexiones también en espectadores ajenos al hechizo del creador de «Fitzcarraldo» y que, pese a su tesis, es a su vez una obra eminentemente Maquediana, capaz de transmitir una esencia propia.

Adaptación literaria

La propuesta de Pablo Maqueda opera a tres niveles. En un primer nivel, el largometraje es una adaptación de un diario de viaje escrito por Herzog en su viaje a pie desde Munich a París para acompañar a una Lotte Eisner enferma: Del caminar sobre hielo, de 1974. Reproduciendo él mismo este largo recorrido físico cámara en mano, Maqueda es tanto realizador como protagonista de una travesía por bosques y pueblos que sigue los pasos de Werner, transformando las palabras en imágenes. La elección de un equipo de cámara modesto y fácilmente portable logra imbuir a la realización de una inmediatez y subjetividad que pone fácil al espectador visualizarse siguiendo esa ruta. Una adaptación que no por recurrir a las imágenes olvida la importancia de la palabra para captar la esencia del material de origen. Por lo tanto, opta con suma coherencia por integrarla permanentemente en montaje, bien a través de citas sobre imagen o a través de offs tanto de Maqueda como del propio Herzog, que saborea la oportunidad de declamar sus palabras décadas después.

Tributo formal

Durante el camino, como un proceso tan sorprendente como orgánico, encuentra Pablo Maqueda sobre el terreno fragmentos del imaginario de Herzog, mementos de su iconografía. Estampas ocultas y líricas que el documental opta por capturar a través de la recreación. Por lo tanto, a lo largo de la película encontramos un puñado de secuencias muy expresivas que instantáneamente nos retrotraen a secuencias de la carrera de Werner (los homenajes van desde «Grizzly Man» a «Fitzcarraldo» o «El gran éxtasis del escultor de madera Steiner»). La suma de una fotografía colorida y brumosa con un hipnótico diseño sonoro y trabajo musical de José Venditti construye un entramado tonal que conecta con armonía con las atmósferas reflexivas del cine de Herzog. Un viaje íntimo en el que no se abandona el espíritu indómito y la inquietud eterna por el descubrimiento que marcó desde los inicios la carrera del alemán, y que intuimos está en el núcleo de la admiración que le profesa Maqueda.

El viaje como espejo del devenir del cineasta

Pero allí donde mas destaca y sorprende Dear Werner es en la capacidad de Maqueda de llevarse el viaje en socorro de Lotte Eisner a su propio terreno, de hacer suya esa odisea. En este viaje físico encontró una oportunidad de redención emocional y profesional, un espejo de su propia lucha para sacar adelante sus propias producciones. El viaje a pie para poner forma fílmica al siempre desafiante e interminable proceso para encontrar su propia voz como cineasta. A través de las palabras de Herzog y de los pasos sobre los bosques alemanes, Maqueda se sumerge, y nos abre las puertas para que le acompañemos por nuestra cuenta, en una búsqueda hacia adentro para averiguar que camino seguir para dar respuesta a sus inquietudes personales. En el caso de Maqueda, encontrar el rumbo que alumbrará su futuro como realizador y, asumiendo los matices del entorno de su aventura, pasear históricamente por el cine. Una diestra capacidad de mostrar cómo, en múltiples momentos de nuestra realidad, el cine hace acto de presencia. Un enfoque honesto y sosegado que permitirá a todo tipo de espectadores conectar con la obra, que es un proyecto eminentemente teórico que también logra establecer un relato de emociones.

En definitiva, un trabajo fresco y pulsional, que a través del desplazamiento externo nos abre las puertas a una provechosa travesía interna.

Frases destacadas

  • «Querido Werner, hoy he decidido a empezar a caminar sobre el hielo. Y aunque no te hayas dado cuenta todavía, tú caminas conmigo.»

Tráiler oficial de «Dear Werner (Walking on cinema)»

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