Cartografría de la desarticulación de los nudos familiares
«Demasiado cerca -Tesnota- (Closeness)» es el salto al largometraje de Kantemir Bagalov, director de nacionalidad rusa, cuya filmografía se componía de tres cortometrajes, uno de ellos documental. El filme fue estrenado en la sección Una Cierta Mirada de la pasada edición del festival de Cannes, donde se alzó con el premio Fipresci de la crítica. El cineasta, que se encontraba apadrinado por Alexander Sokurov, cuya fundación produce la película, ha conseguido realizar uno de los debuts más estimulantes del presente año.
El film narra los problemas a los que se enfrenta una familia judía, que se encuentra en el Cáucaso, cuando un joven, David (Veniamin Kac) y su prometida, son secuestrados. Para su liberación se exige un elevado rescate que obliga a la familia a pedir ayuda al resto de la comunidad con la que vive. La primera medida a la que se ven abocados es la venta de su pequeño negocio y ésta es solo una de las primeras medidas que deben tomar.
«Demasiado cerca» se desarrolla en un contexto de fuerte tensión entre la comunidad judía y los kabardianos, con la primera guerra de Chechenia, finalizada en 1996, como telón de fondo. La película transcurre durante el año 1998, justo antes de que se iniciara la segunda guerra de Chechenia, en 1999. En este sentido, el film se encuentra atravesado por un momento que divide en dos partes la película. Se trata de un recorrido a través de unas durísimas imágenes por la crueldad de unas ejecuciones, observadas con estupefacción por varios personajes en la televisión y que, al finalizar, uno de ellos justifica diciendo que «están protegiendo su tierra«. A partir de esta misma idea, la de la crueldad y la privación de libertad, se empieza a consolidar el resto del filme.
Así, tan solo el hecho de pensar que alguien piense que puede usar la libertad de otra persona, imponiéndole una determinada medida, aunque su fin sea el de salvar a un familiar, pero sin que la persona afectada pueda decidir por sí misma, muestra a un personaje en una situación de debilidad, de clara inferioridad. Primera gran idea que arroja el relato, llegando a cuestionarse dónde se encuentra el límite en una situación como esta y qué debe ser tolerable y qué no. Por otra parte, si esa persona, aquella a la que se impone la medida que ayudará a salvar la vida del familiar, es una mujer, en este caso Ilana (Darya Zhovnar), entonces el relato se convierte en una muestra de la débil posición que ésta mantiene en esa sociedad. Y, por último, si el filme se encuentra basado en hechos reales, termina por convertirse en una denuncia, para reflexionar en derechos tan básicos como la libertad de elección o la autonomía del individuo, lo que debe dar comienzo desde algo tan básico como el respeto.
Es cierto que el secuestro de David viene a ser el motor del filme, el elemento disparador de toda la acción, pero en realidad no deja de ser una excusa, que queda relegada rápidamente a un segundo plano, para que Kantemir Bagalov pueda trazar con asombrosa precisión, la posición de la mujer en esa sociedad. La encrucijada de Ilana se encuentra en el debate moral de acceder a la imposición que ha recibido para conseguir el dinero que falta, o negarse.
De este modo, un aspecto relevante es la forma en que Ilana se encuentra caracterizada, que remite a la figura de un hombre desde el inicio. Los planos iniciales la muestran con la cara manchada de grasa, con una gorra, arreglando coches y empeñada en seguir haciéndolo. Fuera del taller viste con monos vaqueros, que su madre quiere cambiar por un vestido cuando hay una cena importante. Sin embargo, esto parece algo perseguido y hasta anhelado, por el propio personaje de Ilana. La explicación vendría dada por el entorno en que se mueve y la necesidad inconsciente de abolir parte de su feminidad, con el fin de identificarse e integrarse en la sociedad que le ha tocado vivir. Y a pesar de todo ello, Kantemir Bagalov se encarga de dejar claro que todo ello no sería necesario que Ilana hiciese nada de eso, al mostrar su valía desde el inicio, cuando la vemos corrigiendo a su padre, ayudándole a anotar correctamente los encargos realizados y entregados.
Se muestra así, al personaje de Ilana, a través de una imagen con un ratio de aspecto de 1.37:1 (cuadrado) y a través de primeros planos, como un personaje reprimido y con escaso poder de decisión sobre sí misma; una figura que se contrapone a la del personaje de David, en torno al cual gira todo en la familia y, como ella misma les recrimina, él es siempre el número uno. En este proceso, es cuando «Demasiado cerca» inicia un proceso de vaciado, de descomposición, ya que es cuando la película habla sobre la separación y sobre la dificultad de aceptarla. La primera idea, la de la separación, tal y como se muestra, habla implícitamente de ser dueño de uno mismo y, a la misma vez, de la posición dominante de David. Así, de todo ello emerge, con gran pulso narrativo del debutante Bagalov, una hermosa cartografía de la desarticulación de los nudos que mantienen atada una familia.
Frase destacada:
- «Ya no te queda nadie a quien amar«