Vigésimosegundo largometraje de la saga «Detective Conan», el anime sobre el pequeño investigador que lleva en antena desde 1996
Seis millones de espectadores en Japón es el legado que trae tras de sí el limitado estreno, tan solo se podrá ver en cines los días 9, 10 y 11 de noviembre, de «Detective Conan: El caso Zero». El filme más taquillero del año 2018 en el país del sol naciente y cuyo reestreno la ha catapultado en su primer fin de semana al top 3 de la taquilla semanal. Un caso que podría resultar sorprendente sino fuera por la fuerza y la vitalidad con la que sobrevive el fenómeno de la saga creada por Gosho Aoyama. Y es que Detective Conan es un manga que empezó a publicarse en 1994 dentro de la revista Shônen Sunday y que a día de hoy lleva ya más de 90 tomos recopilatorios sin fecha prevista para llegar al final. Lo mismo pasa en su versión animada, emitiéndose ininterrumpidamente desde 1996 a través del canal Yomiuri TV y contando con más de 900 episodios. En España, hemos podido disfrutar tanto su formato en papel gracias a Planeta Cómic, como en el televisivo en distintas cadenas autonómicas, destacando la labor de la televisión de Cataluña doblando gran parte de la serie hasta el momento. A su vez, la franquicia cuenta con más de 20 películas estrenadas en cines, siendo la 22 la que hoy nos ocupa.
La serie narra la historia de Shinichi Kudo, un estudiante de 16 años con un talento detectivesco fuera de lo común. Un día, tras resolver un caso, es envenenado por una organización criminal, sin embargo, en lugar de morir, tras tomar esta substancia experimental, su cuerpo se rejuvenece hasta adoptar el cuerpo de un niño de seis años. Para seguir la pista de estos malvados hombres de negro, se refugia en la casa de Ran, compañera de instituto, secretamente enamorada de él, quien tiene un padre detective. Shinichi, para no desvelar su identidad y ponerla en peligro, toma prestado el nombre de dos referentes literarios, Conan, por Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes, y Edogawa, por Rampo Edogawa, imprescindible autor de relatos misteriosos japonés. Gracias a un sinfín de gadgets creados por el Doctor Agase, único amigo que conocerá su verdadera situación, se valdrá de la brabuconería de Kogoro Mouri, padre de Ran, para resolver los distintos casos en los que se vea metido.
«Detective Conan: El caso Zero» se aleja quizás del tono más naif de la serie, o al menos de sus primeros episodios. Los adultos ya son conscientes de los detalles que no se le escapan al pequeño protagonista, siempre excusado en que lo hace para ayudar a Shinichi. El filme se sustenta entonces en casi todo su metraje con tonos grisáceos y apagados, adoptando un halo sobrio y serio, cuidando la consistencia de guion, siendo consciente de la decisión psicológica que tiene el comportamiento de cada personaje con el entramado final de la narración. Es por ello que quizás hacia mediados de la cinta se pueda antojar algo farragoso seguir el juego, pues abandona el infantilismo y las licencias creativas de la serie para buscar algo más sólido. Así pues, casi tres cuartos de la película se traducirán en presentación y desarrollo de personajes que juegan su rol desvelando cierta información que Conan almacenrá con cuentagotas a medida que estos interactuen con los demás y el pequeño realice sus pesquisas. Una historia sobre un ataque terrorista que amenaza la seguridad pública e incrimina a Kogoro Mouri servirá para desentrañar una trama repleta de complicidades y misterios en el que jugarán un papel crucial la policia secreta, la organización que está por encima de éstos y los poderes judiciales del Estado. Todo ello para desembocar en un seguido de revelaciones que releguerán la acción pura y dura para sus secuencias finales. Un ejercicio de inverosimilitud propio del género de acción al más puro estilo James Bond pero que bajo la excusa de la animación y la épica musical de los acordes más reconocibles del anime consiguen despertar la tensión del espectador.
El resultado final es una cinta que si bien su animación no destaca más allá de los mostrado en tv, apuesta por un trabajo de guion mucho más elaborado y que nos deja un producto distinto al serializado, resultando interesante encontrarse con algo nuevo después de tantos años teniendo una concepción de «Detective Conan» mucho más juvenil que lo que es capaz de demostrar en la película.
Frases destacadas:
- «No parece que sean demasiado conscientes de que sus esfuerzos contribuyeron a recuperar la cápsula»
- «Oye chaval me dejas sin palabras, ¡pero si resuelves todos los misterios!»
- «Soy Conan Edogawa,detective»