Mar. Mar 19th, 2024

La última película de Woody Allen se respira tan simpática y entretenida como acertada y mordaz

Maestro a la hora de definir la comicidad de la vida desde la culpa y el humor, Woody Allen regresa con una obra más cómica y dinámica tras su última «Wonder Wheel», filme que destacó en gran medida por su pericia técnica y el contraste cromático de su fotografía. Dejando Coney Island y situándose en su reconocible Manhattan, Allen nos presenta un libreto cargado de personajes jóvenes y sus peripecias por una ciudad de Nueva York donde imperan las altas esferas y las clases sociales más sofisticadas.

Así pues, como viene siendo habitual en muchos de sus filmes, «Día de lluvia en Nueva York» se presenta en voz en off, con un joven, Gatsby, que se erige como una especie de alterego alleniano y a quien da vida Timotheé Chalamet. Estudiante en una Universidad de Humanidades para clases muy adineradas, y vistiendo de tal manera que podría ser un profesor de la misma en los años setenta, su única preocupación es su actual novia Ashleigh. Una joven hermosa y risueña, interpretada por Elle Fanning, que trabaja en el periódico de la Universidad. Sin ambiciones académicas ni laborales, su único objetivo será el de pasar un fin de semana de ensueño con su nueva pareja, evitando a su vez acudir a la tediosa fiesta de sociedad que organiza su madre. Un planteamiento que nos llevará a vivir una jornada de continuos enredos en una comedia de situación que evoluciona a partir de que aparecen diferentes personajes. Esta vez, al contrario que en la mencionada «Wonder Wheel», el peso del relato se sustentará sobre su guion. El texto del cineasta se vivirá de manera fresca y sobre todo divertida, creando situaciones simpáticas y apostando por la comedia sofisticada más pura. Lo hará recreándose en la pérdida de la moral ante la tentación de la carne, obligándonos en cierta medida a mirarnos al espejo y ser conocedores de las debilidades pasionales de las que adolece la sociedad moderna desde el principio de los tiempos.

La comedia se visualiza en dos frentes, por un lado, Gatsby, quien ha planeado un paseo en carro de caballos por Central Park, una visita al MET y tiene mesa reservada en los lugares más lujosos de la ciudad, verá como se desvanecen sus ilusiones bajo la lluvia, topándose con viejos conocidos de su adolescencia y aguantando el tipo ante las insospechables confesiones de su familia. Por su parte, Ashleigh, quien viaja a Nueva York con la excusa de entrevistar a un director de cine en plena crisis creativa, se ve deseada, inspirada y cosificada por diversos elementos del entramado de la industria. Desde el director al guionista pasando por la estrella de cine. Un seguido de infortunios donde juventud, alcohol, deseo y pesimismo se fusionan en ambos personajes, generando cierta reflexión en uno de ellos y apostando por diversas maneras de entender la vida. Allen nos relata en última instancia la incosistencia del primer amor, la fragilidad de la atracción sexual y la maravillosa capacidad de renunciar a ciertas ideas preconcebidas al conocer una realidad que se escapa a la que se puede vivir en un campus o en una familia adinerada de Nueva York.

Frases destacadas de «Día de lluvia en Nueva York»:

  • «Hemos estado hablando del oficio más viejo del mundo»
  • «¿El periodismo?»
  • «Ese es el segundo oficio más viejo del mundo»

Tráiler de «Día de lluvia en Nueva York»:

Por Luis Suñer

Graduado en Humanidades, crítico de cine y muerto de hambre en general.

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