El director de televisión Gabriel Nesci se lanza a la gran pantalla con “Días de vinilo”, una versión argentina de la taquillera “Alta fidelidad”.
Pasión por los vinilos
La ópera prima de Gabriel Nesci comparte con “Alta fidelidad” de Stephen Frears dos componentes esenciales: el género y la temática. Ambas son comedias románticas donde la música se identifica con el leitmotiv del filme. No son exactamente musicales, más bien se trata de películas en las que los protagonistas dan sentido a sus vidas a través de la existencia de dicha disciplina artística. Para los cuatro protagonistas de “Días de vinilo” la música lo es todo, igual que lo era para John Cusack y Jack Black en “Alta fidelidad”. Los personajes principales de “Días de vinilo” dedican su jornada laboral a esperpénticos empleos basura que les permiten estar en contacto con aquello que más aman. Luciano (Fernán Mirás) es locutor de una radio sin éxito, Marcelo (Ignacio Toselli) es John Lenon en su banda tributo de ‘Los Beatles’ y Facundo (Rafael Spregelburd) trabaja en una funeraria componiendo temas de despedida para entierros. Probablemente el personaje cuya profesión está más desviada de la música es Damián (Gastón Pauls), un guionista y director de cine fracasado encargado de contar esta historia.
¿Música o mujeres?
Sin embargo su obsesión por los éxitos setenteros les impide relacionarse adecuadamente con las personas de sexo opuesto que se cruzan en su camino. Los vinilos son una pasión tóxica que les aleja de la realidad y, sobre todo, les impide crear vínculos estables con las mujeres. Aunque los motivos del distanciamiento entre Luciano y Lila (Emilia Attías), Marcelo y Yenny (Akemi Nakamura), Facundo y Karina (Maricel Álvarez) y Damián y Vera (Inés Efron) sean aparentemente distintos, siempre se interpone la prioridad musical por encima de sus parejas o, en el caso de Damián, el fantasma de su ex que le persigue allá donde vaya. En todo caso, ese fanatismo que roza un impúdico fetichismo les altera su capacidad de raciocinio y el sentido común hasta el punto llevarlos a auténticas situaciones cómicas. A pesar de poseer un argumento facilón, a veces muy predecible, “Días de vinilo” consigue simpatizar con el espectador gracias al excelente de guión. Logro que se explica a través del previo trabajo en televisión de Gabriel Nesci. Los chistes hilarantes que estas cuatro personificaciones de Llewyn Davis van soltando uno detrás de otro aportan al largometraje un humor equilibrado y necesario que lo salvan de los superficiales lugares comunes de la comedia romántica.
Frases destacadas de “Días de vinilo”:
Damián: “No tengo fe en ninguna pareja”.
Vera: “¿La chica de tu guión está basada en alguna ex-novia tuya?”.
Marcelo: “Necesito escapar de esta profecía”.
Luciano: “¿Sabes lo que es eso? ¡Esto es un hit!”.
Luciano: “Te amo y quiero estar toda mi vida contigo. Y se que tú también aunque digas lo contrario en un tema que se escucha en toda la radio”.
Luciano: “Si hubiese pasado algo con Billy no me lo tomaría mal. Tampoco me lo tomaría bien. Sería neutral. Sería Suiza”.
Leonardo: “All you need is love, ya lo dijeron los Rolling Stones”.
Damián: “Los clásicos, como los amigos, quizá no sean perfectos pero siempre podemos volver a ellos”.
Una película divertida, elegante a la hora de hacer reír con sus chistes y sobre todo muy buena música.