Mar. Mar 19th, 2024

Sergei Loznitsa muestra desde la sequedad formal distintos escenarios del conflicto ucraniano de la guerra en Donbass en 2014Se puede filmar la guerra sin colocar la cámara en el campo de batalla, sin entregarnos dos horas de sangre y disparos. La violencia de un conflicto armado tiene muchas más consecuencias que la degradación física en si misma. La inestabilidad de un Estado, la guerra civil, el peso de las influencias extranjeras, puede suponer un desequilibrio emocional de una población a diferentes niveles.

Y esto es lo que busca abordar el bielorruso Sergei Loznitsa con «Donbass», cinta que se acerca de manera fría, casi gélida, a diferentes episodios dentro de un conflicto que mantuvo en vilo al mundo entero y que a día de hoy sigue dividiendo a Ucrania. Hablamos de la guerra de Donbass. Es decir, de los fatídicos hechos en los que el repentino devenir de la presidencia Ucraniana hacia un acercamiento prorruso en deprimenta del europeo, ocasionó graves protestas en Kiev, obligando al presidente Yanukovich a exiliarse. Hechos los cuales propiciaron las contraprotestas del sector prorruso de Ucrania, zonas orientales de habla rusa que acabaron independizándose en forma de repúblicas populares bajo la órbita del país gobernado por Vladimir Putin. En 2014, la extremaderecha ucraniana era vista por los medios de comunicación pro Unión Europea como liberadores y patriotas, mientras que desde el Oeste, eran vistos como golpistas. Y es que este conflicto, supuso un amago casi de Guerra Fría, donde los intereses de la OTAN y los de Rusia se desarrollaban en mitad de sus propias fronteras. Pero sin duda, a pesar de la visión global, quien realmente padeció este conflicto fueron los mismos ucranianos, sus gentes, personas que en esta película copan todo el protagonismo.

La guerra desde dentro

El cineasta pretende ofrecer desde cierto distanciamiento, buscando casi una objetividad lastrada por su visión sesgada contra los prorrusos, las desangeladas consecuencias de dar rienda suelta al odio y a la miseria humana. Así pues, es esta una película episódica, sin personajes principales, pero sí con protagonistas de sus propias historias. Todas ellas desarrolladas en la zona ocupada, cerca de Donetsk, en pleno ojo del huracán. Y en ellas se critica con fiereza la situación política que ha permitido esta situación. El papel que juega la prensa extranjera. La degradación moral de la jerarquía militar. El mal intrínseco en la sed de venganza de la sociedad polarizada, atacando si piedad al desprotegido, acusando al otro de la maldad acaecida contra ellos mismos. La manipulación de los medios de comunación, orquestando lo que debe ser mostrado en las pantallas de televisión. Pero tammbién nos habla del poder que tienen las imágenes, la difusión, representados en multitud de cámaras que deambulan por tan demacrado paraje, o en los móviles de una juventud que bebe de la frutración que han experimentado de sus padres y abuelos.

Frases destacadas:

  • «Dispárale en la cabeza»
  • «No soy un fascista»

Tráiler de «Donbass»:

Por Luis Suñer

Graduado en Humanidades, crítico de cine y muerto de hambre en general.

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