Mar. Mar 19th, 2024

Matt Reeves rueda una impresionante obra de ciencia ficción, acción y filosofía que se perfila como una de las mejores películas del año.

Hay pocas secuelas que puedan presumir de haber superado a la obra original y “El amanecer del planeta de los simios” es una de ellas. No solo supera a la película del año 2011 de la que es secuela, también se perfila como una de las mejores entregas de la saga junto con la primera de ellas rodada en 1968 , y también se presenta a las antípodas de ese bodrio sin sentido que rodó Tim Burton para resucitar una saga que afortunadamente no tomó los caminos que proponía Burton en una Odisea espacial más preocupada por la acción que por el sentido único de una saga que, películas tras película, acierta a plantear preguntas sobre el hombre, su sentido del grupo y las relaciones que establece con la naturaleza.

DAWN OF THE PLANET OF THE APES

Es lo bueno de un género como la ciencia ficción; que puede hablar de nosotros tomando una distancia donde todas las posibilidades son reales dentro del marco de la acción. Esto produce que la película resultante sea un lienzo donde el espectador pueda ver y percibir diversas cuestiones referidas a su vida y a su existencia que de otro modo no podrían haber sido planteadas con la mayor de las durezas y un sentido único de la libertad narrativa.

Reeves llena la acción dramática de un profundo sentido cinético

No sorprende por tanto que el director elegido para llevar a cabo tal empresa haya sido Matt Reeves, un cineasta que ha demostrado con tan solo dos cintas fantásticas realmente brillantes que sabe contar una historia conjugando bien todos los elementos dramáticos y temáticos para ofrecer un resultado totalmente diferente de los habituales ofrecidos por otros directores que ruedan géneros similares. Las películas de Reeves son disfrutables a la vez que poseedoras de una riqueza moral y ambigua muy alejada del cine comercial actual que se rueda al otro lado del Atlántico.

El Amanecer del Planeta de los Simios (10)

Reeves rueda la película que nos ocupa con un sentido del ritmo perfectamente medido y cuyas escenas de acción se encuentran salpicadas en la trama haciendo de resorte y bisagra a otras escenas más personales y dramáticas donde el verdadero significado de la cinta se hace palpable y se presenta de manera clara; la pertenencia al grupo y la lucha por la supervivencia, de la esencia que nos hace ser.

Una obra oscura y pesimista

Otra de las normas no escritas de las secuelas fílmicas es que la segunda parte de la saga tiene que ser más oscura y adulta que la anterior. En la presente película la regla se cumple a rajatabla y Reeves filma el film cargándolo de una atmósfera extraña y post-apocalíptica impregnada de un sentido de la estética más desarrollada y personal que en otras películas del director. La idea así lo permite y el juego de luces y sombras que se desarrolla en la cinta podría tener su precedente dentro de la saga en el capítulo que se rodó en el año 1972 por J. Lee Thompson, “La rebelión de los simios” y que a día de hoy se erige como una pieza de culto dentro de la saga de los simios que preparó el cambio dramático y cinematográfico de la saga hacia una concepción más realista de la historia y los ambientes.

El film de Reeves por tanto, podría continuar la historia donde aquella cinta del año 72 la dejaba, y las dos obras, separadas en tiempo pero no tanto en forma, pretenden presentar y exhibir de forma clara y sin concesiones un universo paralelo poblado por simios y humanos más cercano a los conflictos sociales y bélicos de hoy en día que a la reflexión filosófica de la primera entrega de la serie.

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Cine comercial que propone espectáculo y reflexión

Lo mejor que propone “El amanecer del planeta de los simios” es una correcta y trabajada disección de dos componentes fílmicos que casi siempre se alejan y se entorpecen pero que aquí se presentan juntos y se ven cohesionados y ayudados creando los dos, gracia a su unión y sentido único, el verdadero espectáculo de la cinta; “el amanecer del planeta de los simios” es una obra renacentista que entretiene e ilustra, sugiere y muestra y permite soñar y pensar sobre aquello que se está soñando. La delicada ambigüedad de la trama y los personajes provocan en el público un curioso sentido de la percepción fílmica y se entiende por tanto que lo que prometía ser una película más de acción y ritmo frenético para comer palomitas es una obra adulta, necesaria y oscura que encierra dentro de su propuesta no pocas reflexiones interesantes y serias sobre el hombre de hoy y su necesidades básicas, cubiertas y tapadas por la vida moderna y causante única del adormecimiento de nuestros instintos naturales.

“El amanecer del planeta de los simios” es posiblemente una de las mejores cintas del año y me atrevería a decir que Reeves acaba de descubrir como director y autor un verdadero filón de cara a futuras películas, puesto que puede desarrollar la historia de los simios a altas cotas que jamás hemos visto, ni en la serie original ni tampoco en otras películas relegadas a la marginalidad de una ciencia ficción que nunca es tomada en serio por entendidos y público.

“El amanecer del planeta de los simios” es un Blockbuster que se toma en serio así mismo y precisamente eso es lo que hace que funcione como una pieza de relojería. Hay suficiente trabajo y sentido dentro de la cinta como para que, público y crítica no la despachen solamente como un intento más de traer a colación una simple película del verano.

Trabajo impecable y bien hecho. Emocionante y profundo en su concepción dramática. Una obra maestra dentro de su género.

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Frases destacadas de «El amanecer del planeta de los simios»:

  • Cesar (líder de los simios): «¡Simios no quieren guerra!«
  • Foster: «Lo que me asusta de ellos es que no necesitan nada por eso son más fuertes que nosotros«.
  • Dreyfus: «Cesar, tú quieres proteger a tus hermanos y tu raza, yo a los míos«.

Por Salva Martos Cortés

Guionista profesional y (de momento) cortometrajista. Escribo sobre cine porque como decía Truffaut "escribir sobre cine es hacer cine". Me gusta Antonioni y Spielberg por igual. Sólo pido una cosa en las películas que veo; que me entretengan o me conmuevan. El cine tiene que mostrar, no demostrar.

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