Mar. Mar 19th, 2024

Se estrena lo nuevo de Alex De la Iglesia, aunque tristemente nos encontramos ante su película menos destacable.

A estas alturas no es necesario presentar ya a Alex De la Iglesia, uno de los directores españoles más reconocidos y el más exitoso en lo referente a cine de género hasta la fecha. Con más de dos décadas en activo, ahora mismo el cineasta bilbaíno se encuentra en un momento prolífico de su carrera, aunque hace ya bastante tiempo que no ofrece nada de la talla de sus mejores trabajos como por ejemplo “El día de la bestia” (1995) o “La comunidad” (2000). Así pues, tras la divertida comedia “Mi gran noche” (2015) nos llega “El bar” (2017), rodeándose de nuevo de un habitual equipo artístico y técnico para una película que parecía que le iba como anillo al dedo pero que al final acaba cayendo en la mediocridad más absoluta.

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Ambiente añejo

“El bar” contiene todos los elementos reconocibles en el cine de De la Iglesia: unos trabajados créditos iniciales, mezcla de cine de género poco habitual en nuestras fronteras (al menos cuando él empezó a practicarlo) con un ambiente de lo más castizo sin caer en lo “cañí”, así como un sentido del humor bastante esperpéntico. Así pues, nos encontramos ante un grupo de personas que se ven encerrados en un bar tras el asesinato de una persona en el exterior, que ahora se encuentra inexplicablemente desierto… un punto de partida que sin duda recuerda a clásicos patrios como “La cabina” (Antonio Mercero, 1972) o algunos capítulos de las “Historias para no dormir” (1966-1982) de Narciso Ibañez Serrador. Unos referentes entrañables y dignos de recuperarse que, a pesar de inclinarse demasiado por el exceso funciona durante la presentación de la película.

Adiós a la lógica

Así pues la película se ve en su media hora inicial de una manera muy disfrutable. Pero inmediatamente después de estos minutos, De la Iglesia y su guionista habitual Jorge Guerricaechevarría optan por resolver toda la intriga y eliminar de golpe a los que probablemente fuesen los tres mejores personajes. Así pues, solo queda una forzadísima y poco coherente bajada a los infiernos de la degradación humana que no puede resultar más exagerada e inverosímil, perdiendo así todo el interés posible. Para colmo, el humor desaparece, haciendo el viejo aún más difícil y  plomizo.

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En el reparto encontramos intérpretes reconocidos que esta vez poco pueden hacer ante la incoherencia de los personajes sobre los que le ha tocado trabajar. El director vuelve a demostrar que no hay nadie que sepa sacar tanto provecho a alguien tan limitado como Mario Casas, una pena que su hípster sea tan incoherente como el conjunto en general. A su lado gente como Blanca Suarez, Carmen Machi, Secun de la Rosa o Terele Pávez salvan en cierta medida la función con un talento innato. El peor parado de la función es Jaime Ordoñez, que tras contar con un magnífico papel en la anterior película del cineasta aquí se presenta como el elemento más insoportable y el que termina por hundir la película en su acto final.

Hasta ahora, con sus altibajos, podríamos decir que todas las películas de Alex De la Iglesia tenían algo interesante que ofrecer, y al menos funcionaban por la parte del entretenimiento. “El bar” sin embargo acaba exasperando y aburriendo al espectador en la que probablemente sea la película más floja de su carrera. El director ya ha terminado de rodar su siguiente trabajo, que esperemos haya realizado en condiciones más inspiradas.

Frases de la película

  • «-Ahí solo tengo ropa de deporte, libros. -Sí, el corán, ¡hijoputa!»
  • «¡Vamos a morir todos!»

 

Leer entrevista con Álex De La Iglesia

Leer entrevista con el reparto de «El bar»

Trailer de «El bar»

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