Óscar Aibar, realizador con trabajos tan dispares a sus espaldas como ‘El Gran Vázquez’, ‘Platillos Volantes’ o ‘Atolladero’ se embarca en ‘El Bosc’, un proyecto completamente distinto a todo lo que había rodado anteriormente y que tiene muchos visos de ser claramente incomprendido.
Rodada en catalán, El Bosc (El Bosque) bebe directamente y sin tapujos de un cuento con tintes de fantasía de Alberto Sánchez Piñol. De forma premeditada, no esconde sus velados homenajes a ‘El espinazo del diablo’ o ‘El laberinto del fauno’ aunque con desigual fortuna y quedando lejos de ambas.
Uno de los fallos del filme es que la mezcla de elementos fantásticos y reales que propone queda desigualmente tratada. El recodo clave del bosque donde supuestamente se produce un fenómeno mágico nunca es explorado, salvo en un guiño final de forma algo forzada. No es que hubiera sido necesario mostrar ese universo explícitamente pero sí al menos ofrecer más pautas al espectador para empatizar con el personaje que se adentra en él.
Por otro lado, si nos quedamos en la mera superficie, es un filme más, el enésimo, que transcurre con la Guerra Civil Española como trasfondo social y político. Los republicanos de un pueblo de Matarranya (monte de Teruel que linda con Tarragona) controlan el poder ante un matrimonio que posee una masía en las afueras del pueblo. Ramón y Dora son esta pareja (Álex Brendemühl y María Molins), cuyo único pecado es ser propietarios de esa casa y profesar un hondo catolicismo. Los dos guardan un secreto ancestral en el bosque junto al que residen. Sin embargo, el cojo (Pere Ponce), líder entre los republicanos y enamorado en secreto de Dora, no duda en intentar deshacerse de Ramón, que debe huir. El monte es demasiado peligroso y para evitar ser encontrado pone en marcha un plan para escapar entre las noches de San Blas y San Lorenzo, que tienen lugar cada medio año aproximadamente. En esas fechas se produce un fenómeno por el cual Ramón podrá escapar a otra dimensión fantástica y desconocida. Además de marcharse, quizá Ramón pueda regresar… o no.
El empuje de toda la película recae prácticamente en María Molins, quedando desaprovechado el personaje de Álex Brendemühl, gran actor que merece mejor suerte en otros proyectos futuros. Solo hace falta verle en papeles como ‘Yo’, de Rafa Cortés, para rendirse a sus pies.
Por su parte, Pere Ponce, en su papel de villano caracterizado con estética Trotsky nunca acaba de convencer del todo, quizá por ese doblaje forzado al castellano que lastra bastante la cinta. Como decía, la historia se sitúa entre los años de Guerra Civil española pero esto no debe implicar por ello que la cosa flojee o ya resulte muy manida (‘Pa Negre’ era una cinta estupenda también en dicha época). El problema de ‘El Bosc’ es que realmente no destaca ni por su historia real ni por la fantástica. Todo es muy etéreo y superficial a pesar de buscar una moraleja loable detrás. El actor Tom Sizemore, quien caracteriza a un oficial norteamericano acogido en el pueblo junto a sus hombres, es el cuarto componente en una cinta irregular que podría haber dado más de sí aunque al menos se deja ver con ligereza.
Frases destacadas:
Ramón: ¿Qué te pasa? El miedo es para los perros
Ramón: ¿Sabes por qué los conejos tienen miedo? Porque pueden correr, como los coches.
Coixo (cojo): Cuando hablo de dinero no hablo de regalos y cuando hablo de regalos no hablo de dinero.
Dora: Mi país es esta casa.
Dora: No hacemos lo que queremos, hacemos lo que podemos.
Fusteret: Mejor bendecir el regreso de uno que maldecir la marcha de miles.
Calificación: 5’5
«Hail Satan?»: El Diablo os hará libres
«Nuevo Orden», redefinición por la nueva clase política
«La Sra Lowry e Hijo», arte de un paisajista urbano, sus conflictos y complejo de Electra
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