Mar. Mar 19th, 2024
fotograma de la película "El capitán"

Estudio psicológico y psicopático del peligro que acarrea el descarrilamiento moral desde la posición de poder y en contexto de guerra

En 1963, la filósofa alemana Hannah Arendt publicó Eichmann en Jersusalén: Un estudio sobre la banalidad del mal. Un texto filosófico que se interroga sobre el sistema jerárquico y legal en el nazismo desnudando su funcionamiento interno de racismo odio o maldad. En las antípodas parece encontrarse esta «El capitán», trabajo de Robert Schwentke, quien se aleja de la comercialidad más absoluta de la saga «Divergente» y presenta un filme de autor cargado de personalidad propia. El cineasta germano no busca juzgar las estructuras funcionales del Tercer Reich en si mismas, sino que su intención será abarcar la mente psicopática de su personaje principal y el papel que juega dentro de este sistema. Para ello se sustentará sobre un hecho real. Un joven soldado raso de 19 años huye de su pelotón y salva la vida milagrosamente. Ante penurias y calamidades, encontrará un coche abandonado con un uniforme de capitán que no tardará en ponerse. El hecho de vestirlo, consigue cambiar todos sus parámetros psicológicos y sociales hasta entonces. Su rol dentro ejército tomará un sentido diametralmente opuesto hasta el vivido en el momento, retorciendo su mentalidad convirtiendo a la víctima en verdugo. El filme con ello logra interrogarnos a nosotros mismos sobre nuestra condición humana, el «yo soy yo y mis circunstancias» de Ortega y Gasset. ¿Podría esta persona exteriorizar toda esta maldad en un contexto libre de fascismo? ¿Son las fatalidades y la violencia sufrida hasta el momento el componente clave que ha pervertido su moralidad? Desde luego son algunas preguntas retóricas que nos lanza la película, aunque no por ello se priva de setenciar ciertos hechos. Así pues, no es casualidad que un ser humano tan mezquino y amoral se gane la confianza de ciertos colegas de su mismo rango en el estamento militar, así como el respeto de otros soldados descarriados que se unen a su pelotón en los primeros compases del metraje.

Fotograma de la película "El capitán"

Con un blanco y negro acorde a la crueldad de los tiempos retratados, la cinta abarca distintas géneros, adentrándose de lleno en un cine de casi espías. La tensión entre los dirigentes nazis ante la irrupción de esta nueva figura levantará una tensión irresperable que sumergerá de lleno al espectador. No obstante, la cinta se volcará más adelante en la violencia y la ignonimia vivida en los campos de concentración. No será un odio vaciado sobre los judíos, sino sobre desertores y ladrones, víctimas  estrictamente alemanas, una idea la de representar a este colectivo que cobrará fuerza y coherencia en la última secuencia del largometraje. En estas secuencias se vivirá el estudio más cruento y horrible de la maldad humana, reflejado en tonos de grises por vergüenza de nuestro pasado.

¿Han vuelto?

Es hacia su final que la cinta da un giro aun más brusco dentro su propio tono. Algo que se justifica teniendo en cuenta que se narra desde la maltrecha psicología de su protagonista. No obstante, no deja de chocar este enfoque realista y bárbaro con el bullicio alocado y fantasioso de las últimas secuencias. La locura y ceguera total se apoderan de un personaje ebrio literalmente de poder, que actúa con prepotencia y temor a ser desbancado. Schwentke adopta a partir de entonces una actitud mucho más sarcástica y humorística. Se empieza a mofar directamente de los delirios de este joven. Y además le suma la incompetencia y sinrazón que caracteriza al estamento militar superior nazi en detrimento del judicial. Todo ello para conducirnos en sus créditos finales a un chiste que debería alarmarnos. Juega las mismas cartas que «Ha vuelto»(David Wnendt, 2015) o incluso «En tránsito» (Christian Petzold, 2018), al denunciar el auge del neonazismo en nuestro días. Cabe destacar por último el acierto a la hora de mostrar el campo II en color durante unos instantes, y regresar de nuevo al blanco y negro para cerrar definitivamente la cinta.

Frases destacadas:

  • «Ahora estás en el equipo del capitán Herold»
  • «Estás condenado a muerte»

Tráiler de «El capitán»:

Por Luis Suñer

Graduado en Humanidades, crítico de cine y muerto de hambre en general.

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