‘La vida imita el arte’ es una frase que no tenemos la oportunidad de utilizar habitualmente, sobre todo refiriéndonos a una película. Este es el caso de El Castor, un film independiente basado en un magnífico guión que consigue llevar a la pantalla la realidad de un Mel Gibson en horas bajas tanto en lo personal como en lo profesional. El único problema que se le puede encontrar al film es que parece venderse como una comedia, cuando en realidad, sin pertenecer a ningún género, concreto se decanta claramente por el drama.
La historia como sabréis, se centra en un triunfador hombre de negocios que pierde su familia y el favor de sus empleados tras caer en una profunda depresión de la que ningún método tradicional parece poder sacarle. Una noche decide empezar a comunicarse a través de una vieja marioneta con forma de castor que encuentra en la basura y que a pesar de los recelos de su mujer y de su hijo mayor, consigue reencaminar su vida, aunque solo sea en apariencia.
En El Castor encontramos una interesante reflexión sobre las expectativas del ser humano, su constante búsqueda de la felicidad y también un genial retrato del famoso salto generacional, que aquí tiene como opuestos al protagonista y a un cada vez más hábil Anton Yelchin que a punto está de ganarle por la mano a su padre en la ficción. Además el film cuenta con el as en la manga de no dejar caer todo su peso ni sobre Mel Gibson ni sobre el castor, haciendo que el desarrollo de personajes secundarios sea toda una deliciosa lección de escritura cinematográfica.
La dirección de Jodie Foster es más que correcta y si a eso le sumamos una sutil pero efectiva interpretación como mujer del protagonista, concluimos fácilmente que se encuentra en un momento de su carrera que está luciendo menos de lo que realmente se merece. Nos encontramos ante una autora en toda regla que sigue rebuscando entre las pocas alegrías y las muchas miserias de la vida familiar americana, repitiendo así las temáticas de sus anteriores films.
Unos de los grandes aciertos de la interpretación de Mel Gibson, todavía un actor válido como aquí demuestra sin problemas, es el uso de su nativo acento australiano para dar vida al castor, diferenciando al peluche aún más de su personaje real y emparentándolo irónicamente con la cara oculta del actor que conocemos gracias a la crónica de sociedad. Es imposible asistir a un pase de la película sin tener en cuenta su mala racha, llo que podría beneficiar al film a largo plazo, pero es evidente que a día de hoy le hace flaco favor.
El Castor, como toda buena película, hace reflexionar a la audiencia durante su metraje y al término del mismo, lo que hoy en día no es decir poco. Lejos de ser
un film deprimente, es capaz de hacer pasar al espectador por todo un catálogo de emociones en el que se agradece contar con algún momento irónicamente divertido, pero alejado por completo de la carcajada.
Calificación: 7
Por Dios, por Dios, dramón abemus no voy a ser capaz de ir a ver esta ni ninguna pelicula que haga el sr. Mel ya que cada vez que lo mire me despotorro acordandome del pedo que se tiro en una rueda de prensa cuando presentaba una peli y en otra como habia comido demasiado solto un oruto y piso cara de circunstancias. En fin, periodistas todos como podeis cubrir ninguna rueda de prensa donde este este ser zafio y grosero. Por mi que se vaya a su rancho de australia, japon o la conchinchina y se ponga a rezar y a pedir perdon a todas las personas a las que les ha faltado al respeto.
Pues que sepa mi estimada cinéfila que se pierde un buen largometraje. Es una rareza, porque su directora Jodie Foster siempre dirige films un tanto peculiares y curiosos. Hacía mucho tiempo que Mel no hacía un papel tan digno como este, y si acude a verlo en VOSE flipará con su buen trabajo.
Mi corazón sangra por haber tomado la decisión, pero es que, cada fotograma donde aparezca lo voy a ver orutando delante de un micro o me acordandore de lo facha y machista que es, Alfi, por mi, que vaya Dios y la vea (la pelicula, se entiende). Me siento un tanto reaccionaria en el día de hoy. Agradezco tu critica que es seguro que tienes razon al recomendarla como buena, Foster es una excelente directora y tu siempre me recomiendas buenas peliculas pero en este caso voy a gastarme los pocos euros que tengo en otra opción.
Mi estimada Cinéfila, tampoco es para tanto. Nosotros sólo recomendamos largometrajes que se salgan de la norma por algún motivo. En VOSE Gibson demuestra que es todo un actor, con esos cambios de accento.
jajaja ya sabe usted mi estimado Alfi lo drámatica que es esta pureta y claro que a lo mejor voy a verla porque siempre sigo sus recomendaciones y nunca me he arrepentido de hacerlo. Es que Mel era uno de mis actores preferidos desde Max Mad, pero tambien reconozco que además es un ser humano con sus problemas y tal y tal asi que, corro un estupido velo sobre su falta de respeto por los redactores que cubrian la rueda de prensa y por sus seguidores entre los cuales me incluyo, y a pesar de su catolicismo trasnochado le prometo que solo le vere como un actor haciendo un personaje y no voy a leer ni ver ninguna entrevista mas.
Como dice mi estimado 39 escalones parafraseando a Sabina: es que allí donde se ha sido feliz es mejor no volver. Con ello quiero decir es que el Mel de Mad Max está en el pasado, ahora tenemos otro que evoluciona como todos. Y un servidor le juzga por su trabajo, lo que haga fuera de la pantalla, allá cada uno.
Excelente pelicula,gran actuacion de Gibson. Alto guion y con un agradable mensaje. Se la recomiendo sobretodo a personas ya adultas,encontraran hermosas reflexiones sobre las relaciones personales y la busqueda de la felicidad. No lo duden y vayan a verla con la mente abierta. Esta bueno encontrarse con un poco de diversion y un poco de reflexion en una misma pelicula. Y por favor,de onda,disfrutemos una gran actuacion como la de Gibson,su vida personal no viene al caso,aunque uno pueda repudiarlo.Gracias
Creo que la persona que se hace llamar cinefila le queda muy grande ese nombre, jamas se puede medir un hombre por suvida personal si hablamos de su plano laboral! y menos en el arte. El verdadero cinefilo aprecia al actor, por actuar no por su vida fuera del set!…
Coincido con Claudio Mauri, es una gran película, y Gibson está genialmente dirigido por Foster. Y coincido también con el comenatio de Imposibilia, que cinéfila confunde churras con merinas definitivamente y eso la hace perderse grandes películas, pero hay que respetar todas las opiniones. Imposibilia, veo qeu a usted como mí nos ha gustado mucho la nueva incursión de Foster en la dirección. Es una magnífica película y de la que se puede aprender mucho. Yo me quedé con algunas cosillas. Muy interesante