Mar. Mar 19th, 2024

El reparto encabezado por Mila Kunis vuelve para poner patas arriba el concepto de maternidad establecido hoy día.

El pasado verano llegó a nuestra cartelera «Malas madres«, una comedia gamberra llevada a cabo por los guionistas de «Resacón en Las Vegas» (Todd Phillips, 2009). Su éxito en la taquilla mundial ha impulsado esta segunda parte, donde el contexto navideño cobra protagonismo y nuestro trío protagonista deberá hacer lo posible por continuar con su irreverente estilo de vida a pesar de lo que opinen las generaciones previas.

Amy (Mila Kunis), Kiki (Kristen Bell) y Carla (Kathryn Hahn), madres poco valoradas y sobrecargadas de tareas, se rebelan contra los desafíos y las expectativas que genera lo que es una especie de Super Bowl para madres: la Navidad. Como si crear las perfectas vacaciones para sus familias no fuera suficiente, recibirán la visita de sus respectivas madres.

, las madres reciben la visita navideña de sus propias madres, interpretadas por Cheryl Hines (madre de Kiki), Christine Baranski (madre de Amy) y Susan Sarandon (madre de Carla).

Exceso de drama, falta de locura

Aunque «Malas madres» no fue la gran comedia de la pasada temporada, sí que acertaba en algo muy importante no sólo para cualquier película de su género, sino para cualquier cinta en general: sus personajes. Sus tres protagonistas generaban una empatía instantánea que conseguía que uno pasara por alto los posibles defectos que se podían encontrar a lo largo de la historia. En «El gran desmadre» tenemos más de lo mismo y el carácter de nuestras protagonistas se mantiene intacto, siendo Amy el motor de la historia y la más «normal» de las tres, con el añadido de que ahora tenemos tres personajes nuevos que sirven como conflicto para cada una de nuestras protagonistas. Son sus discusiones con sus madres y los diferentes puntos de vista frente a los mismos temas lo que hacen avanzar la trama y justificar un poco la existencia de esta secuela. La aparición de estas madres es lo que permite que Kiki y Carla tengan un mayor desarrollo en esta segunda parte, las cuales en su predecesora servían más como alivio cómico que otra cosa.

El problema viene cuando el guión no consigue equilibrar con soltura ese balance entre comedia y drama, a pesar de que Jon Lucas y Scott Moore, quienes repiten en la dirección y el guión, hacen lo posible porque no falte algún momento de alivio cómico en todas las escenas. Los gags aquí pierden algo del factor sorpresa que sí tenía su primera parte, dejando la originalidad y la carcajada para momentos muy puntuales, especialmente los protagonizados por Carla, con una pletórica Kathryn Hahn, la cual se complementa a la perfección con Isis, interpretada por una desmelenada Susan Sarandon. Mención especial a Justin Hartley en el papel de Ty Swindel, un stripper de buen corazón y también interés romántico de Carla, juntos comparten las escenas más divertidas del film incorporando un tono surrealista y pasado de vueltas a los tópicos de la comedia romántica.

En “El gran desmadre” vuelven los escritores y directores Jon Lucas y Scott Moore

(¿Demasiado?) Espíritu navideño

Estamos ante la típica secuela que se limita a repetir esquemas e ideas que ya estaban establecidos en su primera parte en vez de aportar más diversión y locura. Aunque el mensaje se mantiene consistente a lo largo de toda la película, uno tiene la sensación de que añadir estas tres madres no ha sido tan buena idea como podría parecer, ya que todas tienen unos conflictos con sus hijas que se remontan a varios años atrás y que aquí estallan, pero la falta de originalidad en su concepción y los diálogos expositivos acaban pasando factura. Christine Baranski, quien encarna a Ruth, la madre de Amy, es la que tiene más presencia de las tres pero al mismo tiempo es quizás el personaje menos interesante, a pesar de que Baranski está notable en su papel de madre estricta y abuela complaciente. Estas tres tramas paralelas son las que hacen que el conjunto se sienta como disperso y de resolución simplona, dando la sensación de que muchos asuntos se resuelven simplemente porque es Navidad.

«El gran desmadre» es una comedia que cumple a la hora de intentar hacernos pasar una tarde distraída, pero puede decepcionar a muchos de los que disfrutaron con su primera parte. Habrá que esperar a ver cómo funciona en taquilla para saber si el público se ha cansado ya de las peripecias de estas irreverentes madres o si, por otro lado, próximamente volveremos a verlas haciendo lo que mejor se les da: liarla parda.

Frases destacadas de «El gran desmadre»:

  • Amy: «¿Sabéis qué hace que las Navidades sean tan especiales? Las madres. Madres trabajando como auténticas burras.»
  • Carla: «Este es el mes del año en el que más trabajo tengo, ¡hoy he depilado 37 coños!»
  • Amy: «¡Me sale el estrés por las orejas desde noviembre hasta Año Nuevo!»
  • Carla: «¿Por qué todas las tías necesitan una vagina pelada en Navidad?»
  • Ruth: «Amy, eres madre. Las madres no disfrutan, hacen disfrutar. Ese es su trabajo.»

Trailer de «El gran desmadre»:

 

Por Imanol De Frutos

Graduado en ESCAC y montador de profesión. Siempre hambriento de ficción.

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