La mejor película de fantasía y ciencia ficción del año la firma Gaztelu-Urrutia que nos ofrece una estimulante y contundente ópera prima que atrapará al espectador desde el primer minuto.
Arriba y abajo
Luis Suñer en su última columna de opinión habla de la política, los festivales y las películas premiadas. Es muy interesante y llama la atención ver que los largometrajes ganadores este año en Cannes, Venecia y en Sitges, todos tienen en común que poseen mayor o menor grado un potente discurso político. Es más, podríamos añadir, que “Joker”, “Parásitos” y “El hoyo” hablan, cada una a su manera, de la denostada lucha de clases. Ahora es raro escuchar a un espectador decir: “yo pertenezco a la clase baja de la sociedad o yo a la media”. Se podría decir que ese concepto desapareció con el aburguesamiento de la clase media. Parece que los cineastas son conscientes de ello, y puede que sea ese el motivo por el que retomen con gran fuerza el concepto para que los espectadores no olviden. También, puede ser que la razón la encontremos en que socialmente estamos inmersos en un momento convulso, y estos son los mejores desde el punto de vista creativo.
Podemos considerar “El hoyo” como una magnífica pieza de orfebrería, un filme independiente que busca estimular al espectador. Su estética brutalista sustentada sobre el frío hormigón posee una clara vocación marxista. La lucha de clases impera en este universo creado por David Sola y Pedro Rivero, donde hay un número indeterminado de niveles. En cada piso viven dos personas y hay una plataforma que recorre todas las plantas con comida. Hay una serie de reglas. Una vez se detiene la plataforma puedes comer todo lo que puedas, y una vez comienza a descender no puedes quedarte con nada de comida. Esta infracción es sancionada con una subida o bajada extrema de temperatura en el nivel correspondiente. Distintas son las razones por el cada inquilino entra en “El hoyo” acompañado de un objeto. Goreng, nuestro particular héroe, comienza su andadura en el nivel 73. Ha entrado con «El quijiote» y con la voluntad de dejar de fumar. Su compañero, el señor Trimagasi, está allí porque mató a una persona y ha entrado con un gran cuchillo de cocina. De manera periódica, la administración seda a todos los habitantes y los cambia de nivel de manera aleatoria.
Parecidos razonables
Este universo se convierte en una tremenda y demoledora metáfora de la sociedad actual, donde la administración carece de conciencia y sus habitantes luchan por sobrevivir, para ello desatarán sus más bajos instintos. Emigración, hambre, etc., son los motores de este particular mundo. Muchos la emparentarán con “Cube” (Vincenzo Natali, 1997) pero más errados no podrán estar. Hemos de recordar que la propuesta de Natali se basaba en el ingenio, era una lucha por salir con vida del cubo, sin más. En cambio, Sola y Rivero le dotan mucha más enjundia a la propuesta, y le otorgan un claro y nítido mensaje político. Esta distopia nos muestra los conflictos sociales porque cada estrato posee unos beneficios y eso determina que cada uno tenga unos intereses distintos. Emparentada queda con el clásico gore canadiense en que habla del egoísmo versus altruismo.
Desde el punto de vista narrativo, Galder Gaztelu-Urrutia se distancia de “The Cube” porque no juega en el terreno del cine de terror. Lo que debe esperar el espectador es un sobrio y minimalista thriller como lo puede ser “La cabina” de Antonio Mercero o el capítulo de la mítica serie de televisión «Historias para no dormir» titulado “El asfalto” de Narciso Ibañez Serrador o, inclusive, ese clásico firmado por José Luís García Sánchez en 1978 que es “Las truchas”, y que reivindicamos fervientemente. Está más emparentada con todos ellos por su gran carga de crítica social y política. El filme atrapa al espectador desde la primera secuencia, porque posee personajes muy carismáticos. Además, nos demuestra su gran habilidad para dirigir actores, ayudándoles a crear sus correspondientes arcos. Iván Masagué, Zorion Egulleon, Antonia San Juan y Emilio Buale dotan a sus criaturas de una gran variedad de matices, que ayudan al espectador a comprender sus viajes emocionales en “El hoyo” y le otorgan una gran verosimilitud a los distintos giros de tuerca que posee la trama. Llegados a este punto de la crítica queremos hacer un guiño al personaje más carismático: “Es obvio que es un filme de obligado visionado”. Se trata de la mejor película fantástica del año. Los efectos especiales están al servicio de la trama, que posee un lúcido discurso y una amena narrativa carente de tiempos muertos. Más no le puede pedir el espectador, sería totalmente injusto.
Frases destacadas:
- Trimagasi: “Hay tres tipos de personas: los de arriba, los de abajo y los que caen”
- Trimagasi: “Por favor, quédate a tu lado del hoyo”
- Trimagasi: “A partir de este momento aportaré información en el mismo grado que usted me la aporte.”
- Trimagasi: “Obvio”
- Trimagasi: “El hambre desata la locura”
- Imoguiri: “Si todo el mundo comiera lo que necesita”
- Baharat: “Dios me ha hablado y quiere que salga del hoyo”