Mar. Mar 19th, 2024

Eli Roth, uno de los máximos exponentes del cine gore actual, nos trae una actualización de «Holocausto Caníbal» con trasfondo ecológico.

Corría el año 2013 y el realizador Eli Roth ya paseaba su última obra, El infierno verde, por los grandes festivales como Sitges o el Toronto International Film Festival (TIFF). Por desgracia, han hecho falta 3 años para que pueda ver la luz en la gran pantalla. Demasiado tiempo para poder disfrutar del placer prohibido que nos trae el maestro del cine gore. Ya han pasado 9 años de la estupenda “Hostel 2” (2007) y las ganas de sangre y vísceras eran máximas. En esta ocasión, Roth viaja de Eslovaquia al corazón del Amazonas para realizar su particular homenaje a la película de culto “Holocausto Caníbal” (Ruggero Deodato, 1979). Justine (Lorenza Izzo), una estudiante acomodada en Nueva York, se une a un grupo de activistas capitaneado por Alejandro (Ariel Levy) para salvar el Amazonas de las grandes corporaciones que lo explotan. A la vuelta, el avión se estrella en medio de la selva y los supervivientes son secuestrados por una tribu de caníbales.

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Gore con mensaje ecológico

En 2012, la ONG Invisible Children Inc. publica en YouTube y Vimeo un documental titulado “Kony 2012” con la intención de que el mundo conociese a Joseph Kony, un señor de la guerra de Uganda que recluta menores para la guerra. El video pronto se hizo popular y casi 100 millones de personas conocieron el caso. Hubo mucho revuelo pero todo acabó en nada, de hecho acusaron a la organización de publicar datos falsos con fines lucrativos. En “El infierno verde”, Roth relata una historia muy similar teniendo este caso como telón de fondo. Un grupo de activistas ecológicos viajan al Amazonas para frenar la tala de árboles con móviles que graban todo vía satélite como única arma. Pronto descubren que aquello por lo que luchan no es tan maravilloso y utópico como parece. Todo forma parte de ese macabro sentido del humor que caracteriza al cine de Roth y a la vez lanza un mensaje ecologista, jugada redonda. Aquello que los activistas intentan salvar, al final acabará matando de la forma más cruel imaginable por el director. Y además deseas que, aquellos que aparente eran los malos, lleguen para salvarles de las garras de tan salvajes carniceros.

“El infierno verde” no es una simple película gore que busca cualquier escusa para meter a un grupo de jóvenes en medio de la selva como ocurre en la mayoría de slasher films. Roth aprovecha la coyuntura para lanzar un mensaje claro sobre la destrucción del Amazonas. Incluso llega a parecer demasiado obvio y repetitivo y quizá un poco más de sutileza hubiese enriquecido la película, pero tampoco se puede pedir excesos en este sentido, no olvidemos que género de cine estamos viendo. Por otro lado, es una pena que casi medio largometraje sea un extenso prólogo ecologista y deje demasiado poco tiempo a la sangre y vísceras que ansiamos.

En cuanto al reparto elegido, Eli Roth acierta de lleno dándole el papel protagonista a Lorenza Izzo, actriz que descubrió en “Aftershock” (Nicolás López, 2012). La actriz se deja la piel dando vida a la protagonista del filme y posee una mirada que transmite al espectador el horror que está viviendo. Hiela la sangre. En un papel secundario, Daryl Sabara, el niño de las películas de “Spy Kids” de Robert Rodriguez, da una perfecta vis cómica. Sin embargo, el resto del reparto no está a la altura. Además, los personajes son excesivamente estereotipados y planos lo que, junto con la interpretación, impide en muchos momentos empatizar con ellos y sentir en las propias carnes la carnicería que están viviendo.

TGI PERU 073 Magda Apanowicz, Kirby Bliss, Natives.tif

Un Eli Roth contenido

Si algo caracteriza al cine de Eli Roth además de la temática de terror, es la belleza visual que logra plasmar en tan horripilantes escenas grotescas. En pocas ocasiones, los directores de este género se preocupan por la estética en pantalla y si en generar el mayor asco posible. Roth logra aunar ambas en escenas antológicas como la quema del ojo a soplete “Hostel” (2005) o las diversas descomposiciones de piel en “Cabin Fever” (2002). En esta ocasión lo tenía fácil con toda una selva amazónica por explorar y le saca provecho con una fotografía limpia y llena de color. Sin embargo, en claro homenaje al estilo de «Holocausto Caníbal», abusa demasiado de los planos con cámara en mano. Tanta proximidad y movimiento junto con un montaje trepidante impide disfrutar de las mejores escenas de canibalismo.

En cuanto a las escenas más sangrientas, se esperaba más de la película. Son escasas las secuencias de gore y surge un deseo macabro de que hubiesen sobrevivido más pasajeros del avión solo para poder disfrutar de más desmembramientos. Sin embargo, encontramos a un Roth mucho más contenido y maduro y echamos en falta un toque de locura y sadismo. Quizá Bone Tomahawk (S. Craig Zahler, 2015) esté demasiado reciente en nuestras retinas.

“El infierno verde” no es solo una película gore al uso. Cuenta con un trasfondo ecológico que infiere politización del género, poco común en éste. Además, es un respetuoso homenaje a todo un clásico como es “Holocausto Caníbal”. La actualiza cambiando las cámaras por smartphones y los documentales por vídeos virales. Sin embargo, las actuaciones y un anhelo de más sangre hace que Roth baje el nivel con respecto a sus anteriores trabajos, pero es suficientemente entretenida como para desear que llegue ya su próximo trabajo, Toc, toc (2015). En ella repite con Lorenza Izzo, que se pasa al bando de los malos junto a Ana de Armas para hacerle la vida imposible a Keanu Reeves.

Frases destacadas:

  • Charles: “No podemos invadir un país porque hacen algo que nos parece ilegal o inmoral. Ya no.”
  • Compañero: “Porque sea latino y rico no significa que sea traficante.”
  • Lars: “Una tarántula casi me arranca la polla.”
  • Lars: “¡Oh, Dios mío! Huelo como cocinan a mi amigo.”

Trailer de «El infierno verde»

Por Pablo Lujan

Doctor en Biología Celular por la Universidad de Heidelberg. Compagino la ciencia con mi otra gran pasión: el Cine.

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