Hoy os recomiendo una película que he rescatado de la cartelera, porque se me escapó el pase de prensa. Podemos calificar “El inocente” como de interesante thriller. Posee una buena factura, mucha garra, buenas interpretaciones, aunque os sonará a ya vista la historia de Michael Haller, un abogado criminalista que ejerce en la ciudad de Los Ángeles. Posee carisma, mucha labia y un sedán Lincoln Continental, que usa a modo de despacho. Tras pasar la mayor parte de su carrera defendiendo a criminales de baja estofa, Mick se encuentra de improviso con el caso de su vida: defender a Louis Roulet, un joven acaudalado de Beverly Hills, acusado de intento de asesinato. Sin embargo, lo que en un primer momento parece un caso sencillo que le reportará un importante beneficio económico, no tardará en convertirse en un mortífero enfrentamiento entre dos maestros de la manipulación, que comportará una crisis de conciencia para Haller.
John Romano adapta la novela de Michael Connelly para crear un eficaz guión que será puesto en píe con suma inteligencia por parte de Brad Furman, el director del film. A los más cinéfagos les sonará a ya visto desde el minuto quince, máxime si han visto genial largometraje de Gregory Hoblit titulado “Las dos caras de la verdad”. Posee la misma estructura. Ambos relatos comienzan relatando la vida de un abogado que se mueve en una delgada línea ética, porque todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, pero no dejan de trapichear a lo largo del camino hasta que se encuentren con la horma de su zapato.
En ambos casos hay un joven que les transformará y les enfrentará a su realidad, de la que saldrán más o menos indemnes. En este caso será Ryan Phillippe, el encargado de realizar ese cambio. La pena es que hay un abismo interpretativo entre él y Edward Norton. Pero aún así salva el pellejo por puntos. El principal contra de “El inocente” es que Romano, a diferencia de William Diehl y Steve Shagan, no consigue hacer verosímil la transformación del arribista abogado en un abnegado padre de familia y firme defensor de la ley, más allá de los beneficios económicos que pueda obtener. Queda un tanto forzada, pero se le perdona por la fuerza del relato.
Ahora bien, os recomiendo este largometraje a pesar de todo lo dicho porque está muy bien dirigido. Furman huye de la idea de crear un telefilm, posee unos movimientos de cámara muy conseguidos que pone al espectador o bien como testigo de los hechos o como miembro del jurado, todo gracias al uso de recursos como panorámicas o de cámaras subjetivas, sin abusar y con el objetivo de dar fuerza a su narración. Además, al igual que Hoblit ha contado con una cara conocida para que interprete a su antihéroe, Mick. Se trata de estomagante y guaperas hollywoodiense Matthew McConaughey, que está muy bien dirigido y sea este título, posiblemente, el mejor que haya hecho en mucho tiempo. Está en su papel de principio a fin. La plusvalía de la cinta recae en la galería de excelentes secundarios Marisa Tomei, John Leguizamo, William H. Macy, Josh Lucas y encima nos rescata del olvido al ochentero, Michael Paré o al catódico padre de “Malcolm inthe middle”, Bryan Cranston.
Frases destacadas de «El inocente»:
- Mick Haller: «Eddie teníamos un trato, o me pagas o te buscas un abogado de oficio».
- Louise Roulet: «Ha sido todo un montaje, cometí un error con esa mujer y me tendió una trampa».
- Mick Haller: «¿Crees que eres el primer cliente que me amenaza a mi o a mí familia?»
Calificación: 6
Hace tiempo, creo que desde que eché la pota con «Sahara», si no antes, que pacté conmigo mismo no ver nada en lo que apareciera Maconajiú, aunque fuera un anuncio de quita-lorzas. Y no quiero pecar de inocente, valga el chiste tontón…
JAJAJAJAJJAJA mi estimado 39 escalones, mire usted que ha conseguido alegrarme la mañana JAJAJAJAJAJA lo de «quita lorzas» es brutal.