El actor John Slattery («Mad Men», «Spotlight») debuta tras la cámara con esta sátira social en forma de thriller con grandes interpretaciones pero que sabe a poco.
John Slattery, conocido por ser el Roger Sterling de «Mad Men» y aparecer en la reciente ganadora del Oscar a mejor película “Spotlight” (Thomas McCarthy, 2015), ha tenido la oportunidad de poder practicar tras la cámara dirigiendo algunos capítulos de la famosa serie. Estar tanto tiempo delante de la cámara y ver los entresijos del cine pueden servir para sentir que, tras adquirir soltura delante de la cámara, pasarse a la dirección no debe ser tan difícil. O eso es lo que debe pensar las decenas de actores. Algunas veces sale bien y otras no. John Slattery ya había caído en la tentación dirigiendo algunos capítulos de «Mad Men», por lo que el salto a dirigir su primera película era inevitable. Ambientada en God’s Pocket, un barrio obrero al sur de Filadelfia, “El misterio de God’s Pocket” nos cuenta la historia de Mickey Scarpato (Philip Seymour Hoffman), un hombre que se gana la vida robando camiones frigoríficos llenos de carne que su amigo Arthur, interpretado por un enorme John Turturro, vende en su carnicería. Mickey vive con su mujer (Christina Hendricks) y el hijo de ella, Leon (Caleb Landry Jones), que trabaja en una fábrica donde muere “accidentalmente”. Mientras Mickey busca la forma de pagar un funeral digno para Leon, su mujer está segura de que su hijo fue asesinado y, con la ayuda de un periodista local (Richard Jenkins), intentará averiguar como murió realmente.
Un barrio llamado God’s Pocket
En su debut en la dirección cinematográfica, el actor John Slattery nos muestra las miserias y calamidades que se cuecen en el barrio de Filadelfia que da nombre a la película: “El misterio de God’s Pocket” (God’s Pocket, v.o.). Parece ser que en España es necesario añadir “El misterio de…” para dejar claro que se trata de una película de suspense, aunque realmente esa parte resulta secundaria. El largometraje se apoya en una trama sencilla y con poca evolución para poder centrarse y resaltar la variopinta amalgama de personajes que puebla el barrio. Todos ellos personajes al límite que perdieron la alegría tiempo atrás y que solo buscan sobrevivir en este mundo lleno de crueldad.
El tratamiento y desarrollo de los personajes se convierte en el punto fuerte de este filme. Y es que tenemos a un actor curtido tras la cámara y en el guión que mucho sabe de personajes con garra y profundos. Por otro lado, “El misterio de God’s Pocket” cuenta con enormes actores que le dan verosimilitud y fuerza a los personajes que interpretan. Richard Jenkins esta genial en la piel del periodista acabado y alcohólico generando el odio no solo de todo el barrio sino también del público. Christina Hendricks cambia de registro por completo respecto a «Mad Men» interpretando a una madre coraje desgarrada por la muerte de su hijo. Lo borda. John Turturro es simplemente magistral, la única pega que se le puede achacar es que no aparezca más en pantalla. La química con Seymour Hoffman es sublime y juntos nos brindan los mejores momentos del filme.
Todos ellos junto a otros secundarios de excepción como la veterana Joyce van Patten, Caleb Landry Jones, Bill Buel o Eddie Marsan hacen del reparto la mayor de las virtudes del filme. Sin embargo, ninguno es capaz de eclipsar a Phillip Seymour Hoffman. En una de sus últimas apariciones en pantalla grande debido a su temprana muerte, Seymour Hoffman demuestra estar en plena forma con una actuación madura y compleja repleta de pequeños detalles que solo los grandes son capaces de lograr. Esa dejadez y desinterés por la vida característico de Mickey deja poco lugar a una interpretación exagerada, generalmente más fáciles de hacer, y es donde Seymour Hoffman demuestra su maestría. Una postura, una mirada, es suficiente para dotar de una complejidad al personaje que pocos pueden hacer hoy en día. El cine no se puede permitir la pérdida de un actor de su calibre sin que se note. En la memoria quedaran sus maravillosas interpretaciones en películas como “Capote” (Bennett Miller, 2005), “Synecdoche, New York” (Charlie Kaufman, 2008) o el duelo interpretativo con Meryl Streep en “La duda” (John Patrick Shanley, 2008).
Scorsese a medio gas
Si bien decíamos que la trama era simple para dejar paso a la elaboración de personajes complejos, quizá la escasa evolución de ésta impide la evolución de los personajes. La película funciona bien como una larga introducción pero cuando acaba te deja con ganas de saber qué va a pasar. Desgraciadamente no se debe a que la historia te mantenga pegado al asiento, sino que hay algo que debe ser desarrollado y se olvida por completo. “El misterio de God’s Pocket” mantiene un ritmo lento pero constante, suficiente para mantener una ligera intriga sobre su argumento, pero a mitad película se pierde por completo. Además, queriendo plasmar un barrio entero mediante el desarrollo de varias historias, muchas parecen metidas con calzador.
Por otro lado, Slattery quiere envolver a sus personajes en una atmósfera de cine de gánsteres contemporáneo que recuerda mucho tanto a la filmografía de Martin Scorsese, en especial “Infiltrados” (2006), como a la reciente y superior “El año más violento” (J. C. Chandor, 2014). Pese a las buenas intenciones, esta atmósfera no termina de encajar y huele a reusado. La fuerza e impacto visual de las antes mencionadas le superan dejando un sabor agridulce en un buen puñado de escenas que hubiesen quedado mejor el director le hubiese dado un toque más personal. Slattery también recurre al estilo de humor negro característico del cine de los hermanos Coen, pero son momentos esporádicos que, a pesar de ser graciosos como gags puntuales, no terminan de encajar y entorpece la fluidez de la película.
En su primera incursión en la dirección cinematográfica, John Slattery demuestra soltura en el desarrollo de personajes. Su pasado de actor queda plasmado en una excelente dirección de actores como ya hemos visto en otros casos como Woody Allen, Clint Eastwood o Quentin Tarantino. Además, se rodea de un elenco de excepción que sacan lo mejor de los personajes. Es una pena que una trama demasiado sencilla e inconclusa impida un mayor aprovechamiento de unos protagonistas maravillosamente caracterizados. John Slattery necesita encontrar su sello distintivo sin recaer tanto en el estilo de otros directores, porque madera no le falta. Esperaremos con alelo su siguiente trabajo.
Frases destacadas:
Ray: “El sábado es siempre un buen día para un funeral.”
Mickey: “El puto Leon nos va a costar más muerto que vivo.”
Arthur: “En el colegio decían que eras un marica si llevabas una camisa amarilla los martes.”