La película de Francesca Archibugi nos demuestra que con un argumento sencillo también se pueden construir grandes películas.
Un nombre como foco de conflicto
Más de un año después con respecto a su estreno en su país natal, Italia, llega a nuestras pantallas “El nombre del bambino”, remake de la comedia francesa “El nombre” (Alexandre de la Patelliére y Matthieu Delaporte, 2012). La versión italiana, que es el caso que nos ocupa, nos sitúa en Roma, en un día normal y corriente. En ella, cinco personas, amigos y familiares, se reúnen para disfrutar de una cena. Son Paolo (Alessandro Gassmann), su esposa Simona (Micaela Ramazzotti), la hermana de Paolo, Betta (Valeria Golino), el marido de ésta, Sandro (Luigi Lo Cascio) y Claudio (Rocco Papeleo), el único sin un vínculo familiar. La noticia de que Paolo y Simona van a tener un hijo y de que va a tener de nombre Benito (en honor al dictador Benito Mussolini) va a provocar que viejos recuerdos salgan a la luz.
Aparentemente, “El nombre del bambino” puede pasar por una película simple, con una historia aparentemente poco llamativa. SI a esto le sumas el hecho de que los actores de entrada no son muy conocidos en nuestro país, se puede decir que la cinta de Francesca Archibugi tiene todos los requisitos para no triunfar en España.
Sin embargo, este argumento queda derribado al ver el largometraje. “El nombre del bambino” es mucho más compleja de lo que parece, en la que a medida que se va rascando a través de la superficie siempre encuentras sorpresas y motivos para seguir viéndola. Esto es, a raíz de que el futuro hijo de Paolo y Simona se vaya a llamar Benito por Mussolini hará que todo lo malo que ha pasado entre ellos a lo largo de los años vuelva a salir y se tiren los trastos a la cabeza.
Un reparto que brilla por sí solo
Una de las sorpresas agradables de “El nombre del bambino” ha sido la gran actuación de su elenco. Aparentemente todos son personajes simples pero a medida que va avanzando el filme su complejidad (que es más o menos similar en todos los casos), va saliendo por si misma. Es cierto que el reparto no es muy conocido en España, a excepción quizás de un Alessandro Gassmann a quien ya vimos en “Transporter 2” (Louis Letterer, 2005).
Tanto Gassmann como Micaela Ramazzotti realizan las mejores interpretaciones porque son los que más partido sacan a sus personajes dentro de esa complejidad anteriormente mencionada. No en vano, ambos han sido nominados a varios premios (y ganado algunos) por sus personajes. Sin embargo, todos están en un nivel más o menos parecido, aunque tanto Di Cascio, como especialmente Golino y Papeleo están un punto por debajo.
Así pues, “El nombre del bambino” es sin duda un claro ejemplo de que muchas veces no hace falta realizar un argumento elaborado para hacer una gran película. Obras como ésta necesitan ser exportadas a otros países para que la gente que trabaja en ellas se haga más conocida de cara al público mundial. Por eso hay que hacer estas cosas, muchas veces no sabemos lo que nos perdemos si no se les da una oportunidad.
Frases destacadas de “El nombre del bambino”:
- Simona: “Roma no es sólo lo que sale de los emperadores, los Papas… Roma es Palocco”
- Claudio: “No estamos obligados a discutir cada vez que nos reunamos”
- Sandro: “Eres la reencarnación de la ruina del país”
- Simona: “No necesito subirme la falda para escribir”
- Paolo: “Nunca te quejas cuando hablas de nosotros, pero ahora te quejas cuando hablamos de ti”
- Simona: “Me llama, confía en mí, me cuenta sus cosas. ¿Quién os creéis que sois para juzgarme?”
- Simona: “Me dijo que podía ser escritora. De hecho estoy escribiendo una novela sobre todos vosotros”
- Betta: “Siempre he sido lo que queréis que sea”
Tráiler oficial de “El nombre del bambino”: