Si no te ven no existes, y si no diviertes tampoco pintas nada. Jack Escarcha es el nuevo guardián que posee estas carencias, pero que gracias a su férrea voluntad, un poco de apoyo grupal y un conveniente conflicto externo que le hará evolucionar como persona conseguirá estar a la altura del nuevo cargo que le ha asignado La luna. Al frente de El origen de los guardianes tenemos al debutante Peter Ramsey, el cual ha contado con un guión escrito por David Lindsay-Abaire y William Joyce, todo a partir de una saga de libros infantiles escritos e ilustrados por el segundo llamada ‘The Guardians of Childhood’ bajo la tutela de DreamWorks y con la promesa de ser una creación realizada por los mismos que Cómo entrenar a tu dragón (cinta soberbia que, sentimos, estaba bastante por encima del título que nos ofrecen ahora).
Esta obra se asimila más a una simulación de un videojuego que a una película en sí. Tiene como protagonista un team-up integrado por los grandes referentes del ideario americano sobre criaturas fantásticas vinculadas con el universo infantil, véase: Santa Claus, el conejo de Pascua, el hada de los dientes, Sandman, el Coco (aquí llamado Sombra) y ahora también Jack Escarcha. La fisicidad y ritmo en ocasiones frenético beneficia a esta mencionada y evidente apuesta por la cultura virtual (animación por ordenador, personajes con superpoderes, secuencias similares a plataformas sin vuelta atrás donde deber ir hacia adelante recogiendo la mayor cantidad de items posibles) mientras su linealidad, previsibles giros y personajes, pese a todo (y cuando no irritantes), unidimensionales no facilitan un visionado con concesiones adultas, cosa que por otra parte no parece pretender.
En El origen de los guardianes hay momentos bastante emotivos llevándonos por la senda del candor y de la espiritualidad ingenua fugados en la evolución de la figura de Jack Escarcha, y de alguna forma consigue transmitir ese mensaje de amor hacia la ilusión, alegría y diversión que protegen cada uno de los guardianes. Trabajo irregular, algo liviana, de pésimo doblaje y un tiro errado de base en su planteamiento tan importante como lo es su limitada exportabilidad (que los protagonistas sean algunos mitos norteamericanos imposibilita posibles vínculos para con los espectadores criados en otras culturas ajenas) sí que consigue ser una excelente pieza de entretenimiento familiar con más aventuras que risas, pero sobre todo, una gran catalizador del sentir inocente de niños y adultos a lo largo de esa hora y media que ocupa su visionado.
Como apunte final, mucho más poético hubiese sido una película al estilo de Fantasía con el personaje de Sueño como eje central, que es de un cautivador que estremece. Pero más allá de quimeras ya sólo las apariciones de esta muda criatura usando sus poderes mágicos hacen de El origen de los guardianes la mejor película de animación navideña e infantil ofertada para esta temporada.
Renée Fleming – Still Dream
http://www.youtube.com/watch?v=gTy0sOb3nsI
Frases destacadas:
Jack: Me llamo Jack Escarcha. ¿Que cómo lo sé? Me lo dijo la luna.
Sombra: Tal vez quiera lo mismo que todos vosotros.
Hada: ¡Chicas, controlaos!
Norte: Hada, los dedos fuera de la boca.
Calificación: 6.5