Mar. Mar 19th, 2024

Ya podéis disfrutar en Amazon Prime del regreso del Eddie Murphy a la comedia. En este caso ha retomado el papel de Akeem treinta años después cuando ya es todo un rey.

El actor estadounidense está intentando volver a tomar la riendas de su maltrecha carrera con diversos títulos destinados a plataformas digitales. Hace un año nos sorprendió a todos con «Yo soy Dolemite», que nos devolvía al Murphy más ochentero y lleno de vida. Craig Brewer supo controlar al excesivo actor hasta el punto que consiguió una nominación para Netflix a los Globo de Oro. Este éxito les ha llevado a unir fuerzas e intentar devolver a la gran pantalla las alocadas desventuras de «El príncipe de Zamunda». Realizado en 1988 por John Landis glorificaba un personaje que se hizo famoso con chistes machistas, sobre el mundo de la comunidad negra marca de la casa y la explotación comercial a la que estaba sometido el famoso realizador, de ahí que comenzara a mostrar serios síntomas de agotamiento creativo. Sirva como ejemplo, «Tres amigos« (1986), donde no supo sacar partido del talento de cómicos de la talla de  Steve Martin, Chevy Chase o Martin Short. Como dato curioso decir que todos se conocieron creando gags para el mítico programa  Saturday Night Live.

Puede que un regreso (¿por todo lo alto?) a los infiernos de Zamunda no hace daño a nadie. Es obvio que la nostalgia es como un regaliz de menta para niño. No era necesario demostrar nada a estas alturas con una secuela que es incapaz de aportar nada a la original. Lo único que consigue el tandem Brewer-Murphy es adentrarse en unos páramos de la comedia con muchos pantanos, porque hasta las situaciones cómicas de tintes feministas suenan impostadas.

El mejor estreno en streaming viene avalado por una serie de críticas que no ven con buenos ojos el regreso de un hombre-orquesta que dignificaba el repertorio musical de su alabado Pryor como si del Dios de la comedia americana se tratase.

La redención de un figura clave de  la comedia americana

La redención de Murphy en  «Yo soy Dolemite» (2019) fue bastante incierta. Murphy no sigue siendo el rey, ni mucho menos sus chistes. El Saturday Night Live ha evolucionado a medida que lo hacía el propio humor de su audiencia. Él ha prefijado esos rasgos (voces estrionicas). Su stand-up solía ser mucho más agresivo y comprometido en los ochenta. Sus especiales televisados (ni el «Raw«, ni «Delirious«) tienen cabida en la comedia actual. Su curiosidad por reconocer la Murphymanía fuera de los escenario quedó latente en películas como «Entre pillos anda el juego» (1983) con réplicas de Dan Aykroyd, «Noches de Harlem« con las deRichard Pryor (1989) y. más tarde, junto a Steve Martin en «Bowfinger, el pícaro« (1999).

En un episodio de «Cómicos, coches y café» de «Seinfield» se retoman preguntas de la carrera de Murphy. En él ambos hablan del auge del actor en alguna de sus comedias de culto como «Superdetective en Hollywood« (1984) y «El príncipe de Zamunda« (1988). Se ve que a Murphy el tiempo le ha pasado factura, que necesitaba volver al estatus de los ochenta pero a veces es mejor dejar el rodeo en lo más alto de la comedia.

El pasado como espejo de un humor

Los chistes sobre minorías son cosas del pasado y en él no debemos remover para hacer la gloria del comediante un arte. La comedia debe buscar referentes en la cultura de hoy que miren hacia el futuro, no hacia el pasado. Y sobre todo, debe buscar nuevos cómicos capaces de hacer bromas con respeto y sin recurrir al chiste fácil.

Frases destacadas:

  • América solo sabemos hacer películas de superhéroes, o remakes y casi todas son muy malas,
  • Hoy celebramos los treinta años de prosperidad en Zamunda. Treinta años de servicio a nuestra gran nación y de deliciosa comida rápida.
  • Como hombre, como rey sin un heredero la vergüenza debe ser insoportable.

Tráiler «El rey de Zamunda»

Por Eduardo F. Gómez

Graduado en Comunicación Audiovisual. Contador de historias y amante de los sintes electrónicos a partes iguales. Considero que las sonrisas no deberían de tener límite alguno.

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