La pasión y los sueños no entienden de edad, esta es la idea central del nuevo trabajo del gran director británico Michael Radford.
Las razones de la versión
A la industria cinematográfica de la Meca del Cine le gusta mucho buscar en Europa películas que hayan funcionado muy bien para hacer sus propias versiones. El motivo es complejo. Por un lado reside en la reticencia del público estadounidense en ver películas originales extranjeras con subtítulos. Aquí el cine que no se hace en Hollywood se distribuye en salas de lo que podríamos denominar “arte y ensayo”, cines pequeños que se dedican a otras filmografías y por supuesto se localizan en grandes ciudades. Otro de los motivos es que las adaptan al paladar del espectador yanqui la trama, de tal manera que si se precisa un final feliz ad hoc, se adultera sin problemas. El caso de “Elsa y Fred” encima se añade el gusto que hay por las historias centradas en la tercera edad por parte del público mayoritario. Este tipo de largometrajes funcionan muy bien a este lado del océano, sirva como ejemplo el gran éxito de la franquicia “El hotel Marigold”.
Nunca es tarde para enamorarse
Michael Radford es un cineasta con talento, nos lo ha demostrado reiteradamente, y posee un gran olfato para los buenos relatos y los actores. En este caso ha decidido poner al día el guion de Marcos Carnevale, Marcela Guerty y Lily Ann Martin, que en año 2005 le brindó al famoso actor Manuel Alexandre la posibilidad de ganar un Premio Goya a la mejor interpretación masculina. Anna Pavignano y Michael Radford tras el éxito cosechado por “El cartero y Pablo Neruda” vuelven a trabajar juntos y toman las riendas de esta versión estadounidense de “Elsa y Fred”. En este caso la acción nos traslada hasta Nueva Orleans. Fred se acaba de mudar a un edificio de apartamentos porque ha enviudado. Su hija Lydia le busca una enfermera para que le cuide. En su rellano vive Elsa, una pizpireta mujer que no para en meterse en problemas. Será su hijo Raymond quien le saque de todos los apuros. Pavignano y Radford sobre estos dos personajes tan atitéticos erige una bella historia de amor que rebosa cinefilia por cada fotograma. En el fondo tenemos un hombre cansado de vivir y de una mujer que esconde secretos pero que vive la vida con gran intensidad. Fred es más pragmático frente a Elsa que es una mujer entregada a la fantasía romántica, donde el filme de Fellini “La dolce vita” posee un gran peso.
La tercera y dulce edad
Radford se aleja por completo del típico relato de amor crepuscular para crear un largometraje positivista y profundamente vitalista, que merece ser visto y donde actores son el principal pilar. Su gran motor dramático, dos personas situados psicológicamente en las antípodas, sirven de base para un gran duelo interpretativo. La gran astucia de Radford para que su filme no caiga en el territorio teatral no radica en salir del edificio, si no que le dota de una pátina importante y gruesa de cinefilia, dejando entrever su pasión por “La dolce Vita”, todo con el fin de hacer un relato cinematográfico vitalista y potente que funcione en ambos planos. Enganchando al espectador firmemente.
El gran olfato de Radford con los actores se aprecia en la curiosa y variada selección de actores que integran el reparto del “Elsa & Fred”. Ha sido maravilloso volver a ver en pantalla grande a George Segal o James Brolin. Están en plena forma. Marcia Gay Harden y Scott Bakula nos vuelven a dar muestra que son dos grandes secundarios. Y ahora nos centraremos en la gran apuesta del realizador británico, para dar vida a Fred y Elsa ha elegido a dos actores de raza: Christopher Plummer y Shirley MacLaine. Muy acertada es la elección porque Radford que en fondo es un gran artista en cierta medida juega a mostrarnos la belleza implícita en la madurez de las personas, como bien se puede apreciar en el desenlace del filme. Además, la enorme profesionalidad de ambos actores se aprecia en la excelente
Frases destacadas de “Elsa & Fred”
- Fred Barcroft: “I don’t even know what’s for my own good. How does she know?”
- Nieto: “Did grandma look that pissed off when she was young, too?”
- Fred Barcroft: “You wouldn’t, by any chance, be confusing me with some elderly, mental defective? I can look after myself very well, thank you”
- Fred Barcroft: “It means if you want to keep working here, anything my daughter tells you to do, you don’t do”.
- Lydia Barcroft: “I’m calling the police. Not only did you damage our car, but you threatened a minor. Do you know that that’s a felony?”
- Fred Barcroft: “I’m already over it. We hated each other”.
- Elsa Hayes: “I don’t think you don’t need anything. Everybody needs something.”
- Elsa Hayes: “Artichoke with a tender heart. A porcupine with the sweetness of a panda”.
- Fred Barcroft: “You know I love as much as sciatic nerve pain”
- Fred Barcroft: “I much prefer lying in bed than to waste energy obtaining results that I know will always be mediocre, and that goes for walking, talking, thinking. Every day, worse”.
- Elsa Hayes: “Only the dead rest in peace”.
- Fred Barcroft: “I seem alive, but I’m already dead”.
- Laverne: “I got you a melon. I went to the prostate counter, but they didn’t have no peanut-sized ones.
- John: “The more you stay in bed, the more tired you’ll get”.
- John: “The fact that even you have a love life, gives me hope for my future”
- Elsa Hayes: “You’re not afraid of death. Fred, you’re afraid of life”.
- Max Hayes: “She confuses reality with her imagination. She lies, and then she believes her own lies, as if they were true”
- John: “We all die eventually”.
- Elsa Hayes: “Would this be such a terrible place to die?”