En otro país es un bello recorrido por un universo circular localizado entre un pequeño motel y una playa cualquiera de la ciudad de Mohang, Corea, donde destaca la interpretación de Isabelle Huppert y lo bien trazada que está la historia.
Isabelle Huppert, en la cumbre.
La propuesta se arma de una realización salvaje, no por su ritmo feroz, sino por una motricidad plástica expresiva y personal muy elocuente. Su mágica composición de relato, aun poniendo en situación graves conflictos, navega entre la melancolía absurda con tintes de buena comedia.
Provisto de una carga extra –y en principio contradictoria- de realismo estético y fantasía narrativa, la historia se compone de tres relatos interconectados deliciosamente a través de objetos, situaciones y tres mujeres, Anne, que aterrizan en circunstancias diferentes –todas interpretadas por Isabelle Humpert- en una pequeña ciudad de Corea. La primera visitante es una directora de cine invitada por un colega de profesión, cuya mujer está embarazada, pero que esconde un profundo amor hacia Anne.
En el segundo capítulo, Anne, es una mujer que aprovecha una reunión de negocios de su marido para escapar un día junto a su amante, un conocido director de cine coreano.
En la tercera historia, sin embargo, su marido la deja por una joven Coreana. Todas se hospedarán en el mismo hotel, cercano a la playa. A su vez mantendrán un romance entre la ficción, el deseo y la mística del forastero con un socorrista.
Como apuntaba anteriormente, la película goza de un dulce apego por las posibilidades simbólicas de los objetos que recorren las relaciones de los personajes en los diferentes capítulos-el hotel, el paraguas, una botella rota, la búsqueda de un faro…- así como de la capacidad mágica de construcción narrativa. Desde la interpretación de múltiples personajes en la piel de Isabelle Humpert hasta las situaciones que viven las protagonistas de modo similar y repetitiva sin caer en el tedio, el filme construye un diálogo simpático que busca –y encuentra- la complicidad con el espectador.
La película compitió en la sección oficial de Cannes y puede recordar a los intensos veranos de Rohmer. Además, juega con el idioma–mayoritariamente inglés entre extranjeros-que aporta frescura y cercanía al texto, nutriéndose de unos intérpretes considerablemente entrañables y simpáticos.
¡Acércate al cine coreano con En otro país!
En otro país, es la mejor ocasión para acercarse al último cine coreano que, dirigido de forma rupturista y amable, es capaz de cautivar, emocionar y levantar una sonrisa cómplice con el mágico y fabuloso espectáculo de lo imaginario.
Frase destacada de En otro país:
Socorrista: “Esta canción es para usted, ¿cómo se llama?”
Anne: “Anne”
[…] en esta curiosa película jugará un papel fundamental. Si en sus anteriores trabajos como “In Another Country“ (2012) o “Nobody’s Daughter Haewoon” (2013), los personajes ya se […]
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