La nueva obra de Olivier Baroux nos muestra como las amistades de toda una vida se ponen a prueba de un modo sencillo pero eficaz.
Un barco, tres amigos con sus parejas y un viaje hasta una isla de vacaciones. Aparentemente éstos pueden servir de ingredientes para una película tranquila, sin mayores sobresaltos, que tienen como función principal que el espectador pase un rato tranquilo frente a la pantalla. Olivier Baroux nos demuestra con “Entre amigos” que estas premisas no tienen por qué cumplirse.
“Entre amigos” nos cuenta la historia de tres amigos que se conocen desde niños. Son Richard (Daniel Auteuil), Gilles (Gérard Jugnot) y Philippe (François Berléand) que se embarcan en un viaje hasta Córcega con sus parejas Daphné (Mélanie Doutey), Carole (Isabelle Gélinas) y Astrid (Zabou Breitman). Las tensiones y celos acumulados durante tantos años saldrán a flote y tendrán que reflexionar lo vivido durante ese tiempo.
Parecidos razonables
Esa historia de los amigos que se reúnen en un determinado lugar y la aparición de conflictos debido a sucesos del pasado es algo que hemos visto recientemente en el cine con “El nombre del bambino” (Francesca Archibugi, 2015). Si la comparamos con el largometraje italiano, que es el remake de la (casualmente) francesa “El nombre” (Alexandre de la Patelliére y Matthieu Delaporte, 2012).
Si recordáis, el conflicto en la cinta de Archibugi se desató por el nombre de un futuro bebé, mientras que en el supuesto que nos ocupa, es por la no presencia de una persona íntimamente ligada al grupo. Pero ambos filmes coinciden en lo esencial, que es construir una buena historia partiendo de algo sencillo. Porque esa es una de las virtudes de “Entre amigos”, la de hacer un argumento que no aburra partiendo de una idea que no llama la atención en un primer momento. Además, teniendo en cuenta la época del año en la que estamos, la presencia de un barco y el mar hacen que den ganas de darse un baño.
Con un aire de nostalgia
Al ver la cabecera uno tiene la impresión de que los personajes han vivido una larga vida, con esas fotos antiguas y que en la mayoría de los casos tienen varias décadas de existencia. Cada pareja tiene una personalidad bastante definida, la de Richard y Daphné vive la ilusión de los primeros meses de noviazgo, la de Gilles y Carole es la representación de la experiencia y la tercera, la de Philippe y Astrid es la viva representación de la inestabilidad, que no sabe en qué momento pasa exactamente su matrimonio.
Personalidades diferentes requieren a cambio enfoques distintos sobre cómo interpretar un papel, y aquí sobresalen un personaje masculino y otro femenino. De los hombres me gustaría destacar a Daniel Auteuil, que es capaz de mostrar el estar enamorado como si tuviera 15 años a la vez y de las mujeres a Zabou Breitman, que saca a relucir su experiencia desarrollando un personaje inestable, que no termina de establecer sus prioridades. Aunque el nivel del resto del elenco es bueno, los casos mencionados están un escalón por encima.
Al ver el título “Entre amigos” puede dar a entender que es una película del montón, de esas que pasan por la cartelera sin pena ni gloria. Realmente no es un filme inolvidable, pero demuestra una vez más que las ideas simples pueden funcionar y que el espectador no se aburrirá al verla.
Frases destacadas de “Entre amigos”:
- Richard: “Un barco es un amigo. Siempre puedes confiar en él”
- Philippe: “Son 20 años viéndonos juntos, no se la puede olvidar sin más”
- Daphné: “Tenemos dos opciones, Astrid: hablar las cosas o ignorarnos educadamente durante el viaje”
- Battistou: “Todos dicen lo mismo durante el viaje”
- Richard: “Si hoy me preguntas por qué somos amigos, no sabría que decir”