«Europa en 8 bits» explora de manera inteligente y didáctica el mundo de la música chip surgida de la escena europea y que acabó dando la vuelta al mundo.
El sonido que surgió de la consola
En la década de los 60 nació la música generada por máquinas, por sintetizadores, con el nacimientos del nuevo siglo surge la Chipmusic, música que está generada con diversos chips originalmente de maquinas o consolas de 8 bits nacidas en las dos últimas décadas del Siglo XX. Si tuviéramos que poner una fecha seria el año 2000 o 2001 cuando se comenzó a usar estos dispositivos como secuenciadores musicales. Esta variedad de música va más allá de ser un genero en sí mismo y fusiona con otras tendencias de la escena musical como el House, Hip Hop, Trip Hop o nacidas de sonidos industriales. Todo con el sano objetivo de generar música que posee sonidos sucios, intensos y muy pegadizos, llegando a ser muy lisérgicos, situándose en una onda paralela a la psicodelia propuesta por los Reyes Químicos, es decir, The Chemical Brothers. Los distintos artistas de la escena 8 Bits de pequeños han jugado con máquinas como la Game Boy o consolas como Nintendo, Commodore 64 y Atari . Ahora, en la actualidad hacen música a partir del sonido generado por los chips de esos dispositivos. Música nacida del lenguaje binario, de unos y ceros.
Luchando contra la obsolescencia de los objetos
El documental nos muestra cómo se genera. Todo este fenómeno surge en la escena europea y gracias a Internet acabará siendo un fenómeno masivo a nivel mundial, ajeno por completo a lo que luego serían las redes sociales, sobre todo porque en aquél momento ni existían. Para encontrar sus orígenes hay que bucear en el tiempo hasta la aparición de los videojuegos de SuperMario de LSD . Javier Polo Gandía, director y guionista de “Europa en 8 bits” nos muestra los entresijos de lo que hay bajo esta variante de música nacida del reciclaje de la tecnología, surgida en el seno de una sociedad capitalista que no agota todas las potencialidades del objeto. Por eso, puede que sea un movimiento contracultural nacido contra la obsolescencia programada, que tiene su origen en la libertad creativa de Internet. Puede que sus creadores están anclados en el pasado, posiblemente sea un movimiento combativo contra la celeridad que nos imponen la industria informática.
El espectador descubrirá si hay toda una gran filosofía de vida y trabajo tras ella o que solamente se trate de subvertir los cánones de generaciones previas. Pero lo que está claro es que en el fondo hay algo que une a todos estos artistas: su pasión por estos ritmos hiperbólicos, por las máquinas y crear su propio sonido lo que lo identifique. Lo que os podemos afirmar con contundencia es que a la salida del film tendréis una imagen muy clara de los que es este movimiento musical. Y lo que es cierto es que cada vez hay más adeptos a este tipo de música fuera de los canales habituales de música comercial y lejos de las casas distribuidoras.
Más allá del sistema: la Chipmusic
La música de 8 bits se está convirtiendo una corriente alternativa y que posee fieles seguidores, para alguno de ellos puede llegar a convertirse en una verdadera obsesión. Es algo más que un fenómeno para adolescentes frikis, sobre todo porque cautiva a personas de distintas generaciones.
Este gran documental posee una gran riqueza de elementos visuales, animaciones nacidas del Stop Motion, otras pixeladas, es decir gráficos surgidos de un cuadrado y con colores planos, o animaciones abstractas editadas a golpe de bit. Interesante la secuencia en la que el realizador decide montar las imágenes al ritmo de los bit, muy curioso el resultado, es como ver la realidad en 8 bits. De esta manera moderniza la edición rozando la experimentalidad, en el buen sentido de la palabra, haciendo algo innovador en un documental de estructura clásica de declaraciones, pero que posee algo que te atrapa y lo disfrutas mucho. Eso lo convierte en un film muy recomendable, máxime si te gusta el mundo de la música.
Disponible a partir del 1 de marzo: PINCHA AQUÍ PARA ACCEDER AL VISIONADO EN VOD
Frases destacadas de “Europa en 8 bits”:
Gwen: “Se puede hacer todo tipo de música siempre y cuando tenga sonidos 8 bits”.
Tonylight: “No es un género, es un contenedor de géneros”
Cornbeast: “Tiene ese carácter especial que quieres usar. Buscas el sonido del chip”.
Stu: “La industria necesitaba música para los videojuegos y lo único que tenían era el sonido del chip”.
Covox: “Había un músico que me influyó al principio, llamado Ron Hubbard, que hizo una música fantástica para Commando, Ace 2 y juegos como esos”.
Patric Catani: “Tenían una energía especial, una histeria inconfundible, que incluso de niño te hipnotizaba”.
Patric Catani: “La gente pensaba en nuevas formas de añadir el máximo de información en el menor tamaño posible”.
Stu: “Micromusic forma parte de la cultura ‘hazlo tu mismo’, centrado en la música”.
Binärpilot: “Tocaba canciones para mi madre…Y ahora creo que en realidad era una tortura para ella, con esos hipersonidos sonando una y otra vez”.
Tonylight: “El típico músico de 8 bits es un chaval normal, a veces un poco friki o no, que simplemente ha entendido lo que está detrás de la Game Boy”.
Gwem: “Mucha gente piensa que es una nueva forma de punk, un mensaje político nuevo, que no necesitamos una producción de alta calidad”.