Mar. Mar 19th, 2024

Llega a nuestras pantallas una nueva entrega de la incombustible saga de carreras y acción.

A base de explotar las franquicias con innumerables secuelas, Hollywood parece poco a poco estar poniendo algo más de cuidado en las numerosas entregas de cualquier cosa que tenga algo de éxito. Esto no quiere decir que todas las secuelas sean buenas, ni mucho menos, pero mientras que anteriormente cualquier saga que pasase de la tercera entrega iba a acabar con un bajón generalizado en las continuaciones, cuando no se convertían directamente en carne de videoclub. Sin embargo hoy en día nos encontramos productos audiovisuales que van afinándose e incluso mejorando película a película, como ha ocurrido con las últimas entregas de la saga “Misión Imposible” (que ya prepara sexta aventura). Sin embargo, el caso más curioso es el de la serie de películas que se inició con “A todo gas (The Fast and the Furious)” (Rob Cohen, 2001). Mientras que las cuatro primeras entregas eran, en el mejor de los casos, un entretenimiento muy moderado para canis de principios de siglo, cuando no viraban a lo directamente lamentable, fue “Fast & Furious 5 (A todo gas 5)(Justin Lin, 2011) la que dio un paso adelante como una divertidísima cinta de acción que se alejaba de cualquier tipo de realismo apostando directamente por una autoconsciente exageración. Desde entonces, se ha apostado por este estilo, mientras que la espectacularidad y en éxito de taquilla ha ido creciendo exponencialmente. Así, a día de hoy es una de las sagas más divertidas y rentables del mundo. ¿Quién lo habría dicho hace quince años?

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Todo va a más

Así pues, vuelven Toretto (con el impertérrito rosto de Vin Diesel) y los demás por octava vez. El encargado de orquestar las andanzas de los ya conocidos personajes esta vez es F. Gary Gray, irregular realizador que sin embargo viene de dirigir la estupenda Straight Outta Compton(2015). Por suerte, Gray respeta las últimas constantes de la saga llevándolas un paso más allá, en la que todo es más grande, más imposible y más bobo. Con un presupuesto que nada tiene que envidiar a los blockbusters más grandes de la actualidad, estamos ante la cinta de la saga con dos de las más grandes y destructivas escenas de acción, y aunque Gray presenta una acción más aparatosa que Justin Lin o James Wan (anteriores directores de la franquicia), la película cumplirá para todos aquellos que busquen impresionantes despliegues de acción. A eso ayuda la progresiva conversión que han ido sufriendo los protagonistas, en particular Diesel y sobre todo en esta entrega Dwane Johnson, en poco menos que superhéroes capaces de realizar cualquier tipo de maniobra por más descabellada que sea, tanto al volante como físicamente. Atención al motín en cárcel, con Johnson convertido en una versión samoana de Hulk.

El guión (por sexta vez, escrito por Chris Morgan) nunca ha sido lo más importante, y a pesar del entretenimiento que pueda proporcionar, no nos encontramos ante sesudas tramas forjadas a hierro. Así pues, nadie se extrañará al arquear la ceja antes ciertas situaciones, pero lo cierto es que el principio de la película resulta decepcionante en este sentido, debido al cúmulo de tópicos, sexismo y humor nada inspirados, a pesar de la vibrante carrera en La Habana. Pero a partir de la aparición de Charlize Theron, la cosa se entona hasta lo niveles habituales, aportando la novedad de esa anunciada y sorprendente traición de Dominic Toretto a sus compañeros, aportando aquí la novedad y lo verdaderamente interesante al asunto.

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La familia se divierte

La actriz sudafricana se encuentra aquí lejos de poder realizar un excelso trabajo, pero está decidida a divertirse y se agradece, así como Helen Mirren en un papel fugaz y algún que otro cameo sorprendente. Los demás echan mano de su mayor o menor carisma como hicieron anteriormente, destacando la inusitada química entre el actor antes conocido como The Rock y Jason Statham, con algunas de las mejores frases de chulería del cine actual de las últimas décadas. Curiosamente, mientras que en las anteriores entregas Paul Walker quedaba algo eclipsado por el estrellato de Diesel en las tramas, habría sido de lo más interesante haber contado esta historia mientras Walker estaba aún vivo, con la misma temática de la traición y un enfrentamiento entre ambos protagonistas. La película tiene tramas y personajes de sobra para que no echemos de menos al intérprete que hacía de Brian O’Connell, aunque habría sido algo curioso de ver.

La “familia” reggaeton y rap, coches de lujos, planes alocados, tecnología imposible tratada de manera absurda… todos estos elementos vuelven a estar presentes, mientras que la historia se reserva nuevas sorpresas para que los caminos ya transitados no resulten aburridos ni demasiado repetitivos. Quien comulgase con las propuestas anteriores en lo que se ha convertido esta serie no tendrá ningún problema en disfrutar de esta última entrega, aunque, para que engañarnos, no nos encontramos ante un cine de gran calidad. Una película de tales características cada dos años, resulta sin duda, un divertimento más que aceptable.

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Frases de la película

  • «El respeto es suficiente para mí.»
  • «Te voy a meter los dientes tan adentro, que vas a tener que meterte el cepillo por el culo para limpiártelos.»
  • «Yo soy el cocodrilo en el abrebadero.»

Trailer de «Fast & Furious 8»

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