La rivalidad Davis-Crawford es retratada por primera vez en la pequeña pantalla y entra con paso firme en lo alto de las mejores series del año.
A lo largo de la historia del cine, han sido diversos los guionistas siempre han encontrado fuente de inspiración en las disputas entre dos figuras relevantes. Quién no recuerda las disputas creativas entre Mozart y Salieri en “Amadeus” (Milos Forman, 1984), o las grandes discusiones entre Modigliani y Picasso en “Modigliani” (Mick Garris, 2004) o inclusive, la enemistad entre los pilotos de Fórmula 1 James Hunt y Niki Lauda que Ron Howard retrato en 2013 en “Rush”. Ahora, el creador de la magnífica serie “American Horror Story”, Ryan Murphy, en compañía del guionista de “Mejor…imposible”, Jaffe Cohen y Michael Zam han encontrado en este tema un filón para construir una de las mejores series del año, y promete darnos grandes momentos. Obviamente, nos referimos a “Feud”, que bien podríamos traducir como de la disputa, riña, enemistad. En su primera temporada, titulada “Feud: Bette and Joan”, nos relata la rivalidad real que hubo entre las legendarias actrices Bette Davis y Joan Crawford, interpretadas en la pequeña pantalla por las ganadoras del Óscar Susan Sarandon y Jessica Lange.
Retorno a los buenos tiempos
“Feud: Bette and Joan” narra la enemistad que tuvieron a lo largo de sus vidas las dos grandes divas del séptimo arte. Esta tuvo su momento más álgido cuando ambas protagonizaron “¿Qué fue de Baby Jane?” (Robert Aldrich, 1962). Por ese motivo, a lo largo de los ocho capítulos de los que consta esta primera entrega, veremos desfilar a otros grandes personajes como el director Robert Aldrich interpretado por Alfred Molina, el productor Jack L. Warner al que da vida el actor Stanley Tucci o Hedda Hopper con los rasgos de la actriz Judy Davis, a diferencia de “Trumbo” (Jay Roach, 2015), que poseía los de Helen Mirren.
En los últimos años mientras la carrera de Susan Sarandon carecía de un rumbo fijo, perdiéndose en derivas muy comerciales, e iban perdiendo poco a poco el esplendor acumulado a lo largo de sus extensa y exitosa carrera, Jessica Lange, lograba asentarse con éxito en e medio televisivo con la mentada «American Horror Story». En “Feud: Bette and Joan” ambas reverdecen viejos laureles y logran sus mejores actuaciones en años. Ambas reflejan con brillantez el carácter que tenían ambas estrellas, a lo que hay que añadir el respeto con el que ambas interpretan a dos iconos del cine.
Víctimas del sistema
Lo que hace singular esta tortuosa relación es que, tanto Crawford como Davis, manifestaban su respectivo odio de muchas maneras, dando igual que estuvieran en el mismo set de rodaje separadas por pocos metros que a miles de kilómetros de distancia. Un odio que se vio acentuado por el fuerte carácter de ambas. Su obsesión por estar la una delante de la otra en todos los aspectos marcó la carrera de ambas, incluyendo aparentes nimiedades como el que el nombre de una saliera delante de la otra en los títulos de crédito de la película o el hecho de tener más presencia en el cartel.
Los guionistas de la serie reflejan minuciosamente el perfil psicológico de ambas actrices, y su forma de ser, alejándose de estereotipos o de posiciones maniqueas. Por ese motivo, optan por describirlas como víctimas de un sistema que buscaba el máximo beneficio a toda costa, que las utilizó y deterioró más aún si cabe la relación. Esta historia deja una más que interesante reflexión sobre el sistema de los grandes estudios y la explotación de sus estrellas.
Desde sus primeros instantes se aprecia el talento de Ryan Murphy, no sólo cumple con su propósito de profundizar en la historia de Davis-Crawford, sino que también explora la oscura trastienda del show business. Por todo ello, “Feud: Bette and Joan” está llamada a ser una de las mejores series del año, y la podéis ver en el canal digital HBO. Y esto hace que deseemos con más ganas aún la llegada de su segunda temporada, que se centrará en la relación que hubo entre Carlos de Inglaterra y Diana de Gales. Con que se acerque a la calidad de “Bette and Joan”, se puede decir que “Feud” puede marcar una época en la pequeña pantalla.