Mar. Mar 19th, 2024

Película feísta y absurda para incondicionales de Takashi Miike

Con más de cien películas a sus espaldas, Takashi Miike es uno de los nombres propios del cine de género. Quizás por eso pudo sorprender que «First Love», su último trabajo, llegara a España aterrizando en San Sebastián en lugar de Sitges, certámen el último que siente debilidad por el japonés. Y la realidad es que esta cinta ha levantado pasiones que se creían olvidadas. Pues aquellos que disfrutaron con cintas desagradables pero cuanto menos impactantes como «Ichi The Killer» (2001), «Audition» (1999) o «Visitor Q» (2001), desde luego las cintas más personales del director, creen ver aquí un renacer del prolífico realizador. Quizás porque su última etapa está plagada de incontables live action de animes. No obstante, cabe destacar que algunas de sus mejores películas de los útimos años son este tipo de adaptaciones, destacando la divertidísima «As the Gods Will» (2014) y «La espada del inmortal» (2017).

Con «First Love», parece querer reencontrarse con otro tipo de cine anterior, entremezclando personajes en un delirio criminal barnizado por la capa del absurdo. No obstante, pese a la opinión mayoritaria, como espectador me encuentro incapaz de entrar en el juego que torpemente diseña el director. Como en la casi totalidad de sus películas, la dirección de la cinta se antoja pedestre, feísta por momentos. Resulta complejo encontrar un sentido a la posición de la cámara más allá del funcional. La sensación que irradia es la de filmar a toda velocidad, sin escudriñar el terreno, sin elaborar los preparativos que impregnan de fuerza y poderío visual a la imagen. Takashi Miike simplemente dirige lo que le entregan en un guion confeccionado por otra persona. Tampoco encuentro dinamismo a la hora de narrar los entresijos de los distintos personajes. El arranque, violento física y psicológicamente, es farragoso hasta expulsarte del ring del personaje del boxeador. Y su clímax, por reiterativo y absurdo, se vuelve un anticlímax que abraza al tedio para acabar golpeándote con la incredulidad y el absurdo de su resolución final.

La frialdad y crueldad de los personajes, que no dejan de ser yakuzas, triada, un policía corrupto, una mujer drogadicta explotada sexualmente y un boxeador, deambulan a capricho del guion por una trama mafiosa que lejos de parecerse a las elaboradas con maestría por Takeshi Kitano en la trilogía «Outrage», aunque tampoco lo pretenda, parece ser tan solo la excusa perfecta para el festival gore de su final. Y para amenizar esta sucesión de disparos y desmembramientos la cinta busca introducir elementos de humor que carecen de originalidad. Tópicos de este tipo de cintas sin llegar a pasarse lo suficiente de rosca como para aportar algo novedoso o llamativo. Y tampoco ayuda la pretensión de su epílogo, apelando a la significación del título, queriendo otorgar de sentido y matices a un personaje principal cuya profundidad psicológica carece de sentido y desentona tras el colofón anterior  de sangre y absurdos.

Se termina finalmente «First Love» sin abandonar el tedio en el que se sumerge desde sus primeros compases, sin aportar nada nuevo, rebasando los límites de la vergüenza ajena en muchas de sus escenas, sobre todo en aquellas más alucinadas, para acabar constituyéndose como un entretenimiento fallido con algunas pretensiones en la construcción de personajes que  entorpecen la narración. Un filme vacío y feísta que puede entretener a muchos pero que provoca rechazo y hastío a quien escribe estas líneas.

Frases destacadas:

Ninguna

Tráiler de «First Love»:

Por Luis Suñer

Graduado en Humanidades, crítico de cine y muerto de hambre en general.

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