Mar. Mar 19th, 2024

Ronit y Shlomi Elkabetz escriben y dirigen esta joya que se titula “Gett: El Divorcio de Viviane Amsalem”,  un largometraje sencillo e impresionante.

Contadas son las ocasiones que uno siente la necesidad de volver a ver una película cuando ha acabado y eso me ha pasado con el tercer trabajo de los hermanos Elkabetz, tras «To take a wife» (2004) y “Los siete días” (2008). Rodada en hebreo, con un número reducido de actores y una sola localización “Gett: El Divorcio de Viviane Amsalem” es broche perfecto para el tríptico que esta pareja de cineastas israelíes han dedicado al tema de la emancipación femenina en Israel. Este se centra en el personaje de Viviane Amsalem, papel interpretado por la excelente y maravillosa actriz Ronit Elkabetz. Viviane hace años que ya no vive con Elisha, su marido, decidió separarse y ahora quiere un divorcio legal para no convertirse en una marginada social. En Israel, el divorcio solo es posible si el marido da su consentimiento. Sin embargo, Elisha, no está dispuesto a otorgárselo. Viviane tendrá que luchar ante el Tribunal Rabínico para que este convenza a su esposo, por las buenas o por las malas, de que la convierta en una mujer libre y lograr lo que ella considera un derecho.

Gett El Divorcio De Viviane Amsalem (7)

Toda una tragedia griega

El personaje de Viviane Amsalem parece surgido de la pluma de Esquilo. Los hermanos Elkabetz nos sumergen en el pozo sin fondo del sufrimiento de esta mujer que lucha con todas sus fuerzas por obtener lo que es un derecho suyo: su libertad. En este caso la angustia y el desconsuelo de esta mujer vienen derivados de la acción del hombre. Son los hombres los que gobiernan el Tribunal Rabínico y ella se verá inmersa en un absurdo proceso “legal” que durará muchos años, durante los cuales se hará consciente de lo lapidaria, lenta, incongruente y mezquina que es la justicia hebrea. Sus leyes son arcaicas, conservadoras y profundamente machistas. Como individuo, su marido Elisha no es un hombre que pegue a su mujer, que le niegue relaciones sexuales, ropa o comida, simplemente la quiere para él, sin tener en cuenta la lógica, la ley, los derechos humanos, la moral o la razón. Esta insensatez conducirá a nuestra particular heroína irremediablemente a la desgracia en este turbio divorcio, haciendo que “Kramer contra Kramer” (Robert Benton, 1977) sea un drama pueril. Es irremediable destacar la figura del rabino Shimon interpretado por ese gran actor que es Sasson Gabaide, al que todos recordaréis por la estupenda película La banda nos visita. Dice el dicho que no hay más ciego que el que no quiere ver. Shimon es el hermano y defensor a ultranza de Elisha, y ejerce la justicia de una manera totalmente ciega. No quiere ver más allá, por eso se deja llevar por la sinrazón, sin tener en cuenta la moral o la ética.

Sasson Gabai en Gett

Lo más significativo y que nos ha llevado a acordarnos del famoso autor griego es el empleo de la persuasión en lugar de la violencia en el demoledor y sorprendente desenlace del largometraje. Esa Viviane inmersa en la claustrofóbica prisión invisible que es su matrimonio, donde se haya encadenada sin albergar la menor brizna de esperanza, aunque en el horizonte el espectador puede observar cómo ella dirigirá su destino. Además, el tribunal religioso lucha contra Viviane por mantener los valores familiares por encima de todo y a cualquier precio, siendo absolutamente inflexibles e implacables en la interpretación del Talmud. Es ahí donde surge la gran denuncia de sus creadores contra el inmenso e irracional poder religioso en Israel. Queda patente que para el hombre la figura femenina es una posesión más, un objeto. La propia institución religiosa fomenta esa sociedad profundamente machista y conservadora, donde el destino de la mujer es estar subyugada al hombre, donde su opinión no vale nada y donde trabajan como bestias tanto dentro como fuera de la casa.

Perfecto uso de los recursos cinematográficos

A pesar de tener una única localización interior que le da un fuerte aroma teatral, sumado a la escasez de personajes, los hermanos de Beershaba conocen bien el lenguaje cinematográfico y nos dan una gran lección. Nunca había visto un uso de la elipsis como mecanismo generador de angustia, sus creadores hacen un uso perfecto de este recurso narrativo. El espectador verá crecer su impotencia ante los hechos narrados en la pantalla durante las dos horas que dura este excelente filme. Su devoción cinematográfica va más allá al convertir a Viviane Amsalem en una Juana de Arco contemporánea, haciendo referencias implícitas fotográficas al clásico de Carl Theodor Dreyer titulado La pasión de Juana de Arco (1928). Impresionante el arranque del largometraje donde dan una gran importancia a la cámara subjetiva, así el espectador se adentra en la sala donde tiene lugar este particular calvario a través de los ojos de nuestra protagonista absoluta.

La influencia de Carl Theodor Dreyer en Gett El divorcio de Viviane Amsalem

Frases destacadas de «Gett: El Divorcio De Viviane Amsalem»

  • Elisha Amsalem: “Viviane, vuelve a casa, por favor ¿Qué más quieres?
  • Elisha Amsalem: “Eso ya lo veremos
  • Juez Rabbi Salmion: “En mi tribunal hablará cuando se dirijan a usted
  • Viviane Amsalem: “No volveré jamás
  • Juez Rabbi Salmion: “Mire, señora, vuelva el tiempo que le he recomendado
  • Juez Rabbi Salmion: “Él quiere armonía en el hogar, ella es la que se niega
  • Cuñado: “En mi humilde opinión, quizá la raíz de la incompatibilidad de este matrimonio reside en la incapacidad de mi cuñada, Viviane, de llevar un hogar kósher y mantener las leyes judías, como desearía su marido”.
  • Cuñado: “¿Qué debería elegir: su religión y fe o su mujer”.
  • Emil Amzaleg: “Una mujer necesita mano dura. Una mujer necesita límites”
  • Galia: “¡Una mujer divorciada en Israel no vale una mierda!
  • Rachel Amzalleg: “Le dije que una mujer inteligente debería saber cuándo cerrar la boca”
  • Viviane Amsalem: “Sé dónde está la raya, señoría
  • Viviane Amsalem: “Si fuéramos felices ¿por qué querría irme?
  • Rabino Shimon: “Estas en tu derecho, pero no es elección tuya”

Por Alfredo Manteca

Periodismo UCM. Cinéfilo y cinefago compulsivo. Crecí con Kubrick, Hitchcock y Cronenberg.

Un comentario en «“Gett: El Divorcio de Viviane Amsalem”: El irracional poder la religión»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.